El pasado jueves, en Fundación Chile, se lanzó oficialmente la Hoja de Ruta del Pacto de los Plásticos, un documento de 120 páginas que define 18 desafíos, 35 soluciones y 81 iniciativas concretas para ayudar a que los plásticos sean utilizados de manera adecuada por la industria, y ayudar a reducir su impacto en el medio ambiente. Su objetivo es cumplir las cuatro metas acordadas en abril del año pasado por un grupo de siete empresas fundadoras para el año 2025, y avanzar de manera concreta hacia la economía circular.
Pero está lejos de ser solo una guía para las empresas adherentes a esta iniciativa público-privada (Coca-Cola, Unilever, Amcor, Mall Plaza, Nestlé, Soprole y Resiter), sino que busca convertirse en una estrategia nacional para el uso de plásticos en la industria y que convoque a más empresas a sumarse. Es, en concreto, una herramienta que entrega lineamientos a todos los actores que participan en la cadena de valor de los plásticos para compartir una visión común y guiar sus estrategias.
Se trata, además, de una herramienta consensuada, y en cuya elaboración trabajaron más de 80 personas de 50 organizaciones, desde las empresas de productos envasados y productores de plásticos hasta reguladores, gestores de residuos, recicladores, ong’s y representantes del retail.
“Es un hecho histórico que, en tiempos como los que estamos viviendo en el país, sectores diversos podamos ponernos de acuerdo en una ruta que nos permita hacer del plástico algo circular. Sabemos que esto es un primer paso, pero ya existe una disposición para lograr un real cambio y entender la importancia de pensar nuestros envases como circulares desde sus orígenes. Es muy reconfortante poder sentarse desde la empresa privada, el mundo público, fundaciones y ong´s para compartir las distintas miradas, en un espacio de diálogo y aprendizaje, y trabajar seriamente desde el ámbito que a cada uno le compete”, dice Paola Calorio, directora de Comunicaciones, Asuntos Públicos y Sustentabilidad de Coca-Cola Chile, sobre el proceso de construcción del roadmap.
Se trata, también, de un cambio de paradigma, y así lo reconoció el vicepresidente ejecutivo de Corfo, Pablo Terrazas, para quien “el modelo económico no es un fin en sí mismo, sino una herramienta que debemos saber utilizar para solucionar los problemas que tiene Chile. En este sentido, lo que estamos haciendo con la economía circular es utilizar un modelo de desarrollo económico en beneficio del medio ambiente”.
En concreto, entre las iniciativas propuestas por la Hoja de Ruta del Pacto de los Plásticos se encuentran el definir un listado prioritario de envases, embalajes y utensilios de plásticos problemáticos o innecesarios en el contexto chileno, y programas de incentivos a consumidores para que rechacen éstos; un mapeo de proveedores para identificar oferta de alternativas en el mercado, y el apoyo a emprendedores que innoven en esta materia.
También el desarrollo de una guía de diseño para la reciclabilidad, así como guías para el reúso de envases y el uso de elementos compostables; generar incentivos normativos a la separación en origen, y un impuesto que escale gradualmente el costo de la disposición final en relleno sanitario; definir normativa para la incorporación de material reciclado en envases y embalajes, normar y exigir la rotulación de materialidad de los productos plásticos, y fomentar el desarrollo de un sistema de trazabilidad confiable, entre otros.