Competencia, innovación y rapidez en los cambios: las claves del Pacto por los Plásticos de Reino Unido que se buscan replicar en Chile
Durante casi una semana, los expertos británicos Peter Skelton y Norah Lewis de la organización WRAP, que lidera el trabajo del Plastic Pact UK, se reunieron en Chile con empresarios nacionales que participan del pacto en el país -o que buscan incorporarse- y participaron de diversos work shops para compartir experiencias y mostrar los avances y soluciones alcanzados en Reino Unido. Allí, dicen, la innovación y la competencia por avanzar rápido en resultados ha sido clave en el avance del pacto, al igual que la colaboración y el compartir información entre ellos para ayudar al éxito global del acuerdo.
Desde 2018, la organización británica WRAP (Waste and Resources Action Programme) está liderando la implementación del Pacto por los Plásticos en el Reino Unido, iniciativa que fue pionera a nivel global y que hoy avanza en su implementación en Chile, el tercer país que se sumará a este proyecto en el mundo. Y tras casi dos años de implementación del pacto, ya cuentan con una hoja de ruta definida que ha generado varios impactos en esa nación.
Gracias al trabajo realizado hasta ahora por Plastic Pact UK con sus empresas empresas y el impulso que ha significado la creación de legislación en torno al reciclaje y la educación ciudadana. Para transferir esa experiencia exitosa, la semana pasada estuvieron en Chile dos representantes de WRAP: Peter Skelton, el gerente de Alianzas Estratégicas de WRAP Global, cuyo rol es trabajo con los socios comerciales de la organización en el Reino Unido y el undo, para instalar la visión de un uso sostenible de los recursos y de la economía circular; y Norah Lewis, especialista ténica de WRAP Global cuyo trabajo se enfoca en modelos de negocio que ahorren recursos y diseño de productos circulares.
Durante varios días, invitados por industriales chilenos y apoyados por la embajada británica, sostuvieron encuentros con los miembros del pacto en Chile y con potenciales nuevos miembros, compartieron sus experiencias en el avance del pacto en Reino Unidos y realizaron workshops prácticos. País Circular conversó con ellos para ver el avance del Plastic Pact UK y las perspectivas que existen para su implementación en Chile.
Un trabajo, dice Peter Skelton, que les permitió pasar de 40 empresas y 20 organizaciones auspiciadoras cuando comenzaron el pacto en 2018, a tener hoy 84 empresas y 40 organizaciones auspiciadoras en torno a este proyecto. No todas ellas fue recultadas por el pacto, afirma, sino que “algunas vinieron a nosotros porque vieron el poder del pacto. Cada negocio tiene un desafío, y muchas de ellas usan plástico de alguna forma”.
“El hito más importante que hemos logrado es transformar la ambición en acción, y creo que hemos visto más acción en los últimos 18 meses, que en los últimos 10 años en el plástico. Y esto ha sido acción desde el mundo del retail, marcas cambiando sus envases y adoptando nuevos sistemas de refill, y todo esto apuntando a tratar el tema de los residuos e invertir en mejores y accesibles formas de reciclaje”, afirma Skelton.
No obstante, agrega, han tenido que decirle que no a muchas compañías que han querido firmar el pacto. La razón, argumenta, es que manejar una red tan grande toma tiempo y recursos, y la estructura en que funciona el pacto es para trabajar con grandes marcas y grandes retailers, y puede que pequeñas organizaciones no produzcan sus propios envases o que compren de una tercera parte.
“Los negocios siempre están ocupados, el retail tiene mucha demanda, pero cuando una empresa firma por alcanzar ciertos objetivos, y el gerente general pone su firma en el pacto, es un hecho muy poderoso y que involucra que otras organizaciones también comiencen a tomar acción. Hemos visto a muchas compañías haciendo cosas distintas, por lo que hay muy buenos ejemplos de reuso, innovación”
“Aún así, hay algunos negocios que fueron parte del pacto pero que no han escogido firmar, pero ya tenemos cerca del 85% de los productores de envases que existen en un supermercado, por lo que tenemos suficientes miembros. Y los retailers, particularmente, son clave, porque tienen mucho del negocio de envases en el Reino Unido, y sobre todo en la industria alimenticia”, explica.
Competitividad y foco en los recursos
Para Norah Lewis, uno de los hitos más importantes del proceso de implementación del Pacto por los Plásticos en el Reino Unido es la velocidad con que las empresas están actuando.
“Es importante la velocidad del momentum -afirma- y qué tan rápido las marcas se han subido a este pacto e implementado estos cambios. Una de las primeras piezas de trabajo que realizamos fue identificar problemáticas e ítems innecesarios de un solo uso. Identificamos 18 elementos claves muy rápidamente, todos ellos en consulta con los miembros, y el objetivo es eliminarlos para fines del 2020. Pero, de hecho, ya hemos visto a las marcas tomando acción y removiendo esos elementos de su cadena de producción”.
Esto ha ocurrido, afirman, de manera transversal en las empresas. No hay alguna que resalte sobre otras porque, dice Skelton, el nivel de competencia y acción es bastante fuerte entre ellas. “El pacto coloca presión sobre los negocios y las marcas por parte de las ONGs, los medios, los consumidores, el gobierno, para decir que necesitamos acción”, afirma.
En ese escenario, explican, el pacto ha tenido dos impactos positivos en las empresas: primero, los ayuda a saber qué priorizar y saber dónde enfocarse; y en segundo lugar, esto permite enfocarse internamente para movilizar los recursos dentro de la compañía.
“Los negocios siempre están ocupados, el retail tiene mucha demanda, pero cuando una empresa firma por alcanzar ciertos objetivos, y el gerente general pone su firma en el pacto, es un hecho muy poderoso y que involucra que otras organizaciones también comiencen a tomar acción. Hemos visto a muchas compañías haciendo cosas distintas, por lo que hay muy buenos ejemplos de reuso, innovación”, dice Skelton.
Entre ellas, hay empresas que han decidido dejar de lado el uso de envases y los consumidores deben llevar sus propios envases para rellenarlos. Esa es una de las formas más audaces y distintas de hacer el cambio, pero hay otros más sutiles e igual de efectivos. Por ejemplo, Unilever cambió sus botellas negras de shampoo de un tipo carbón negro a un pigmento más detectable, que no se ve diferente, pero significa que ahora esa botella puede ser identificada en las plantas de reciclaje en el Reino Unido.
Para ello, representantes del pacto se reúnen permanentemente con los equipos de las empresas y sus diseñadores. Otra empresa que ha logrado avances importantes en Reino Unido es Coca-Cola, una de las primeras empresas en utilizar material reciclado en escala y que además cambió el verde de su botella de Sprite a un material más transparente para que sea más valioso para el reciclaje, y cuyas millones de botellas han actuado como soporte para enviar mensajes que ayuden a crear conciencia en los consumidores.
“Hay muchos cambios distintos que se están produciendo, y lo bueno es la competencia, y hemos visto además una sana competencia entre negocios. Esto llega al corazón de un negocio y tienen que tomar acción”, dice Skelton. Una idea que complementa Norah Lewis, quien destaca que “la colaboración que hemos visto entre todos los stakeholders es de acuerdos, es de discusión, pero también cada marca toma esa guía y la aplica a su negocio y aún así quieren tomar ventaja. Sigue siendo una muy buena colaboración, pero también la innovación los impulsa a ser los primeros”.
La visión sobre Chile y los desafíos del pacto
En nuestro país, el Pacto Chileno por los Plásticos fue suscrito por las empresas Coca-Cola, Unilever, Amcor, Mall Plaza, Nestlé, Soprole y Resiter. A ellos se suman los ministerios del Medio Ambiente y Economía, la Fundación Chile, Corfo, la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, Amusa, el Sistema de Gestión de Envases y Embalajes, y Plastics Ocean Chile.
Y bajo el lema “Circula el plástico”, en julio pasado se establecieron cuatro metas del pacto para el año 2025: tomar acciones para eliminar los envases y utensilios plásticos de un solo uso que sean problemáticos, a través del rediseño y la innovación; que el 100% de los envases plásticos sean rediseñados para ser reciclables, reutilizables o compostables; que un tercio de los envases plásticos sean efectivamete reciclados, reusados o compostados; y que un 25% del material reiclado sea incorporado -en promedio- en los distintos envases plásticos.
¿Cuánto de lo realizado en Reino Unido puede ser replicado en Chile, para alcanzar estas metas? Según explica Peter Skelton, una de las razones por las que los pactos se realizan por países es que cada uno tiene sus propias características y medidas especialmente diseñadas para ellas. No obstante, agrega, hay muchas similitudes, y un buen diseño de una botella PET es eficaz en Reino Unido, Malasia, Australia o Chile. Pero hay otras cosas que pueden ser más complejas, y por ello es importante compartir experiencias. Entre ellas, cómo adaptar para el mercado chileno lo que se ha hecho en Reino Unido.
“Hay muchas cosas que pueden ser compartidas, lo que significa que podemos todos estar trabajando más rápido y nos ahorramos el costo y el tiempo desarrollar estas guías. Pero además, nosotros queremos aprender de lo que se está haciendo en otros pactos, nosotros no tenemos todas las respuestas”, dice Skelton.
Hoy en Reino Unido existen tres polímeros principales para el envasado, polipropileno, polietileno y PET; y muy poco PVC y poliestireno, que presentan mayores complejidades. “Es un desafío impresionante, sobre todo en la categorías de yoghurts, donde necesitas poliestireno, y estamos mirando particularmente esa categoría con los miembros para ver si podemos encontrar alguna solución con algún material que pueda ser reciclado. Sí, puede que sea diferente en Chile, puede ser que el poliestireno sea muy importante y que necesiten mantenerlo, por lo que requiera una solución distinta”, explica.
Esto es parte de las principales consultas que han recibido en sus reuniones en Chile, dice Norah Lewis. “La mayor parte -afima- involucran al envasado y qué funciona o no en Chile, pero también el proceso de vida de un material, por lo que también hemos hablado de compostaje, también hay preguntas sobre plásticos más ecológicos, como por ejemplo el PLA, del que aún se sigue trabajando en Reino Unido. Muchas de las preguntas y las preocupaciones se repiten, porque los materiales son lo mismo”.
Otro aspecto importante a considerar, dice Skelton, es mejorar la legislación en materia de reciclaje. “Es esto por lo que el pacto es una asociación público-privada, y por lo que el gobierno del Reino Unido ha apoyado mucho estas iniciativas. De hecho, ahora la legislación está alineada y apoya los objetivos del pacto, así que pienso que aquí es donde los empresarios pueden tomar mucha acción y los políticos pueden jugar un rol, para incentivar la inversión en la recolección y el reciclaje”.
Y entre los principales desafíos del país, se encuentra la excesiva centralización de la infraestructura de reciclaje y valorización, concentrada principalmente en la Región Metropolitana. Sin embargo, para Norah Lewis esto representa al mismo tiempo una oportunidad de innovación muy importante, donde también aparecen otras opciones como la reutilización y el refill. “Hubo muchas conversaciones en los work shops de incentivar el emprendimiento y encontrar soluciones más creativas, es la necesidad de poder construir nuevas infraestructuras que tengan un propósito y que pueda ser alcanzado por toda la población de un país. Es una oportunidad emocionante”, afirma.
“Cuando las empresas firmas este pacto deben hacer un compromiso de alcanzar los objetivos, pero también de entregar reportes que avalen esos avances, que demuestre el progreso que han hecho. Nuestro rol es mantener la presión sobre ellos y motivarlos a seguir avanzando, porque han hecho un compromiso que es público, y la presión proviene también de los consumidores”
Y frente al excesivo uso de empaques y embalajes en los productos, los expertos afirman que es necesario que las empresas comiencen repensar sus productos, mirar nuevamente cada componente y cuestionarlo. O también preguntarse si el plástico es el material correcto para vender el producto. Y si lo es, si se puede hacer de un material reciclable.
Información y transparencia
Un aspecto clave del éxito del Pacto por los Plásticos, dicen ambos expertos británicos, es la información respecto de los avances y su transparencia, y por ello cada una de ellas debe entregar un reporte periódico de datos, para luego elaborar un informe conjunto. El primero de ellos saldrá a fines de este año.
“Cuando las empresas firmas este pacto deben hacer un compromiso de alcanzar los objetivos, pero también de entregar reportes que avalen esos avances, que demuestre el progreso que han hecho”, dice Norah Lewis. “Nuestro rol -agrega- es mantener la presión sobre ellos y motivarlos a seguir avanzando, porque han hecho un compromiso que es público, y la presión proviene también de los consumidores que lo han visto y de nosotros que no queremos que se transforme en greenwashing. Y los miembros que son activos, les pedimos que nos envíen reportes y sean más proactivos, o sino les pedimos que se retiren”.
Según explica Peter Skelton, “las empresas saben que cuando firman y su logo está en nuestra web, están en el ojo público, por lo que nosotros también publicamos todas las acciones que han hecho estas compañías, y mostramos objetivo por objetivo cuáles han sido los logros, y además muestran un plan de lo que están planeando hacer a futuro”.
“De esta manera -agrega- se forma una suerte de competitividad, ya que se puede ver a aquellas empresas que no han hecho mucho. Por el momento no tenemos a empresas no tomando acción, pero como Norah dice, si lo necesitamos tendremos que pedirles que se retiren y luego retiraremos su logo de nuestra web”.
El objetivo final de esto es tratar de moverse más rápido y ser más ambiciosos, “pero esto va de la mano de ser realista, y de seguir invitando gente a ser parte de esta agenda. Creo que el mundo ha cambiado, por lo que es importante que todos los países que han suscrito un pacto trabajen en soluciones. Y un pacto debe ser práctico, entregar a las empresas las guías que necesitan llevar para mejorar la forma en que hacen sus productos. Esto es evolución, habrá cosas que pasan que en los negocios porque la innovación los mueve”.