La Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (ANIR) solicitó ayer públicamente al gobierno ser considerados como una “actividad esencial” ante un eventual escenario de cuarentena general en el país, ya que hoy solo está considerada como tal la recolección de basura en general. Esto, argumentan, es fundamental no solo para evitar que los residuos reciclables terminen mezclados con la basura, se contaminen y finalmente terminen en un relleno sanitario, sino porque permite la recuperación de materias primas indispensables para la fabricación de productos básicos como papel, cartón, plástico y vidrio, entre otros.
“Asimismo, las cadenas de supermercados son grandes generadores de plásticos, cartón y otros desechos que no pueden acumular indefinidamente y que se verían en la obligación de disponer en rellenos sanitarios, saturando de paso a la red de recolección de basura y elevando asimismo el riesgo sanitario”, agregó el gremio en un comunicado.
Esto porque según un instructivo del Ministerio de Economía del 21 de marzo, entre los servicios que debiesen asegurar la continuidad de su funcionamiento se encuentra especificada la recolección de basura, pero no habla directamente del reciclaje, como si ha ocurrido en otros países afectados por la pandemia por COVID-19.
“Hoy el ministerio está entendiendo como basura a toda la cadena de gestión de residuos, pero la verdad es que no lo es”, dice Alejandro Navech, gerente general de ANIR. “Hasta cuándo hablamos de basura para todo -critica-, debiera decir también pre tratamiento y tratamiento de materiales para el reciclaje, para el reúso, para la valorización energética, para todo. En definitiva, es el manejo de la cadena de gestión de residuos completa”.
El impacto de los decretos de cuarentena aplicados en algunas comunas ya habían generado una alerta en la recolección de reciclaje, principalmente de parte de los recicladores de base, municipios y de los gestores de puntos limpios. Pero el problema para la industria es mayor: podría poner en riesgo la operación de las plantas de reciclaje y valorización que existen el país.
Según un estudio realizado en 2018 por el Ministerio del Medio Ambiente en el marco de la implementación de la Ley REP, en Chile existen 7.186 puntos verdes, 98 puntos limpios y 54 empresas valorizadoras de residuos, la mayoría concentrada en la Región Metropolitana. En cuanto a materiales, dicho informe indica que en el caso de aceites lubricantes, por ejemplo, se valorizan 5.050 toneladas mensuales (el 58% de lo generado), mientras que en plástico PET esta cifra alcanza las 1.032 toneladas mensuales, y de plásticos en general se reciben cada mes en las plantas de valorización 2.719 toneladas.
“Estos materiales son sumamente importantes para que las plantas de reciclaje mantengan el abastecimiento, y ya ha disminuido en algunas plantas en un 30%. En otras un poco más incluso. El problema es que no puedes estar operando una maquinaria con capacidad ociosa, hay costos fijos, hay personas que trabajan ahí, y podría ocurrir que esto provoque más desempleo”, advierte Alejandro Navech.
Esto implica un riesgo no solo para los cerca de 10.100 personas que trabajan en las empresas socias de ANIR, sino también para los 60 mil recicladores de base del país, para quienes la recolección del reciclaje implica el sueldo de su familia, agrega.