Recicladoras claman por la ruptura de los estereotipos de género en la víspera del 8M
El 60 por ciento de quienes integran la Asociación Nacional de Recicladores de Chile son mujeres. Sin embargo, dice su líder Soledad Mella, las recicladoras además deben cumplir labores de crianza y otros menesteres, por lo que trabajan mayor tiempo que los hombres recicladores de base. “Nosotras no nos limitamos en términos de esfuerzo físico, hacemos el mismo trabajo que ellos”, dice Mella, quien participará en la marcha del domingo por el Día Internacional de la Mujer.
“Las mujeres somos importantes en cualquier rubro laboral, pero en el mundo del reciclaje existe una triple o cuádruple discriminación”, dice al teléfono Soledad Mella, líder de la Asociación Nacional de Recicladores de Chile, para quien “hay mucho acoso de connotación sexual de los hombres mientras trabajamos, recolectamos los cartones, prácticamente piensan que eres prostituta por andar en la calle”.
De los 60.000 recicladores de base que existen en Chile, un 60 por ciento son mujeres, cuenta la histórica dirigenta, quien visualiza la importancia que tienen las recicladoras en la cadena de gestión de residuos y los desafíos que ellas enfrentan como gremio. Esto, en la víspera de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, cuya marcha se realizará este domingo 8 de marzo con una expectativa de altísima convocatoria.
“El mundo del reciclaje es muy machista, por el tema de trabajo y esfuerzo físico. Pero nosotras no nos limitamos en términos de esfuerzo físico. Estamos horas y horas en la calle, con frío y todo, haciendo lo mismo que los compañeros. Incluso desde nuestros mismos compañeros recicladores hay discriminación”, relata Mella, quien participará en la marcha del 8M.
Para la líder de la Asociación, el trabajo que desempeñan las mujeres en el reciclaje es aun más demandante que el del hombre reciclador, ya que “después de terminar nuestra pega, llegamos a nuestras casas a cumplir el rol que se nos ha enmarcado durante tanto tiempo. Y ya en la casa tenemos que seguir trabajando en el reciclaje, segregando el material. Entonces las horas de trabajo de la mujer es superior a las del reciclador, porque hay que cumplir más roles. Hay mujeres que van con sus hijos a trabajar en sus triciclos”.
“Después de terminar nuestra pega, llegamos a nuestras casas a cumplir el rol que se nos ha enmarcado durante tanto tiempo. Y ya en la casa tenemos que seguir trabajando en el reciclaje, segregando el material. Entonces las horas de trabajo de la mujer es superior a las del reciclador, porque hay que cumplir más roles”.
Según Mella, el desafío más importante para las recicladoras es que su oficio sea reconocido y, con ello, puedan acceder a derechos laborales. “Queremos ser reconocidas como recicladoras profesionales. Hoy hemos avanzado gracias a la lucha de la Asociación Nacional de Recicladores y estamos en el marco de una ley, buena o mala, pero ahora somos más visibilizadas. Sin embargo, queremos acceder en el corto plazo a seguros de salud y todo lo que implica el profesionalismo de esta actividad tan relevante para el medioambiente”, agrega Soledad Mella.
Asimismo, comenta la dirigenta, muchas mujeres salieron a reciclar porque a sus maridos no les alcanzaba para “parar la olla”, pero hubo muchas que “salieron solas a las calles para hacerse cargo de sus hijos y llevar el pan para la casa”. Ese compromiso, asegura Mella, es valorado por los ciudadanos. “Al vecino común y corriente le da mucha más confianza que vaya una recicladora a buscar los residuos a que vaya un hombre”, asegura.
No obstante lo anterior, Soledad cree que en la lucha de los derechos de las mujeres y, en particular, de las recicladores prima más “una lucha de clase” que una “lucha de género”, por lo que, en el caso de la marcha del 8M, “tratamos de convocarlos a todos, es súper importante que nuestros compañeros nos acompañen en la lucha”.
“Mayormente las mujeres somos jefas de hogar. Sin desmerecer el trabajo del hombre, que tiene que hacer la fuerza, siempre hay un orden cuando hay una mujer. No es tan al lote”.
Mujeres, más responsables
Con 16 años en el rubro, Lidia Bórquez coincide con Soledad Mella en relevar el rol clave que cumplen las mujeres en el reciclaje. “Mayormente las mujeres somos jefas de hogar. Sin desmerecer el trabajo del hombre, que tiene que hacer la fuerza, siempre hay un orden cuando hay una mujer. No es tan al lote”, dice esta recolectora de base de la comuna de Recoleta que ha trabajado con CEMPRE y Coca Cola.
Ella recorre todos los sectores de la comuna buscando residuos y los va a dejar a los puntos limpios establecidos por el municipio. Generalmente va con su pareja reciclador a recolectar los materiales, pero también desempeña sola esta función.
“Yo soy más gestora, soy la que hablo. Vamos a retirar cartón juntos a los supermercados, pero si él no puede voy yo sola y cargo los cartones”, cuenta Lidia, para quien su trabajo es discriminado porque “nos confunden con recolectores de basura”.
Algo similar le sucede a Daniela Núñez, quien trabajó con su triciclo en la comuna de Santiago, aunque hoy es operaria de un punto limpio en Independencia. Ella considera que la mujer recicladora “es más responsable” que los hombres y que, adicionalmente, “son jefas de hogar, trabajan y tienen que ir a buscar a los niños”. A su juicio, el rol que cumplen las mujeres en este proceso es fundamental, porque “hay menos contaminación, menos basura en el planeta, porque nosotras la recuperamos”.