La pandemia revela el rol crítico de los envases para asegurar la alimentación, pero también impulsa a innovar para hacerlos más sustentables
Durante la crisis sanitaria global, la industria de alimentos realizó grandes esfuerzos para abastecer ininterrumpidamente a las personas de todo el mundo, innovando y acelerando estrategias para ser más eficientes y satisfacer las necesidades en un contexto de permanente cambio. Y al mismo tiempo, visibilizó de manera potente la importancia del packaging para garantizar su inocuidad y calidad en el tiempo. “Los envases son parte de la solución”, afirma Mariana Soto, gerenta general del Cenem. Pero esto también implica hacerse cargo de ellos cuando terminan su vida útil, innovar en materiales y en tecnología, e incrementar el uso de los que sean renovables, así como evitar el sobre envasado.
La pandemia global por Covid-19 impuso un serio desafío a la industria de los alimentos. Las interrupciones de las cadenas de suministro requirieron de grandes esfuerzos de la industria para abastecer ininterrumpidamente a las personas en todo el mundo, innovando y acelerando estrategias para ser más eficientes y satisfacer las necesidades en un contexto de permanente cambio. Y esto considerando que previo a la crisis un tercio de los alimentos que se producían se perdían, el equivalente a 1.300 millones de toneladas cada año, de las cuales 127 millones de toneladas corresponden a América Latina. Y en ese contexto, los envases y empaques cobraron una nueva relevancia no solo sanitaria, sino para disminuir el desperdicio de comida. Pero también aceleró las exigencias de sostenibilidad.
Si bien la industria ya venía poniendo un foco importante en la producción sostenible de alimentos de la mano de la innovación, la crisis sanitaria global aceleró el proceso. Y hay un dato que lo ejemplifica con claridad: de los US$40 mil millones de finciamiento que han levantado más de 2.700 foodtech startups a nivel global a 2020, un tercio de ese monto se incorporó en los últimos dos años.
Para Graciela Urrutia, gerente general de Tranforma Alimentos, se trata de un fenómeno reciente, una nueva tendencia. En Chile, por ejemplo, la gerencia de innovación de Corfo acaba de publicar los datos de cuáles son los sectores que hoy concentran la cartera de proyectos apoyados por esta instancia, y alimentos, pesca y acuicultura, y agricultura, están en los tres primeros lugares. Y en 2020, la pequeña y micro empresa concentran el 50% de estos apoyos.
“Está cambiando la composición de las empresas que están innovando. Antes se concentraba en las medianas y grandes empresas, hoy estamos viendo una fuerza emprendedora y de base tecnológica que está apareciendo en la industria de alimentos, y hoy la pequeña y micro empresa concentra gran parte de estos subsidios a la innovación. Además son empresas nuevas, en 2010 solo un 33% tenía menos de cinco años, y en 2020 ya es la mitad de las empresas que postulan, estamos viendo nuevas generaciones de empresas entrando al mundo de la innovación”, explica.
Y en este cambio, los envases están cobrando un rol cada vez mayor, porque desarrollar un producto sustentable implica considerar todos los aspectos que involucran su fabricación, y el packaging es un elemento esencial a la hora de considerarlo como tal. “Los envases son parte de la solución”, afirma Mariana Soto, gerenta general del Centro de Envases y Embalajes de Chile (Cenem).
Desafíos y avances de la industria del packaging
La sustentabilidad de un envase está determinada por la medición de su impacto ambiental, determinada a través de un análisis de ciclo de vida. Y esto implica considerar también un equilibrio entre la economía, la sociedad y el medio ambiente. Esto significa, dice Mariana Soto, proporcionar alimentos que ayuden a mantener una buena salud, mientras se protege a las personas y al planeta. “La sustentabilidad alimentaria no solo se se restringe a la producción de un alimento, sino que me tengo que preocupar también de como llega al consumidor final”, agrega.
“Con la pandemia hemos visto que los envases han tenido un rol importante no solo en la protección de los alimentos, sino también en la rapidez para acceder a ellos. El packaging se ha podido visibilizar de una manera mucho más potente”
“En ese sentido, los envases son un elemento crucial y muy relevante para ayudar a la sustentabilidad de los alimentos, en el entendido de que tenemos que proteger a las personas y proporcionarles alimentos, que tengan acceso a ellos, y que este sea inocuo, seguro. Con la pandemia hemos visto que los envases han tenido un rol importante no solo en la protección de los alimentos, sino también en la rapidez para acceder a ellos. El packaging se ha podido visibilizar de una manera mucho más potente, la importancia de tener productos envasados”, afirma la gerenta general del Cenem.
Esto implica también hacerse cargo del fin de vida del packaging. Y en esto tienen un rol relevante tanto la industria como los consumidores. En el caso de los primeros, innovar en materiales y en tecnología para incorporar nuevos materiales, e incrementar el uso de los que sean renovables, así como evitar el sobre envasado, entre otros aspectos. “Nos tenemos que hacer cargo de que estos envases, una vez que se utilizan por el consumidor, se puedan reciclar, reutilizar o que se composten, que se recupere el material, y repensar aquellos que no están cumpliendo su rol de forma efectiva”, dice Mariana Soto. Para los ciudadanos, su rol pasa por tomar decisiones de compra informada para contribuir a un desarrollo sustentable de la industria de alimentos. Ser, en definitiva, consumidores responsables.
¿Cómo avanza la industria en esta línea? Un referente a nivel global en esta materia es Tetra Pak, cuyo trabajo en sostenibilidad se ha acelerado en los últimos años por los compromisos globales para enfrentar el cambio climático, la respuesta de la industria alimentaria ante las demandas de los consumidores por soluciones de packaging respetuosas con el clima y el mayor interés que están atrayendo los envases de cartón en la búsqueda de la circularidad. Por eso, hoy la empresa está apuntando a la elaboración de un envase que, afirman, sería el más sostenible del mundo.
“Hoy el envase ya se compone de más de un 70% de un cartón certificado, de origen renovable y responsable, pero no está solamente en este eslabón. Hay un trabajo para reducir el uso del plástico, y eliminar el aluminio que viene en este envase, y también incrementar el contenido de cartón. En el envase del futuro, estamos hablando de un envase que sea hecho en su totalidad de papel. Esto implica mirar toda la cadena, por eso cuando hablamos de un envase más sustentable y con un menor impacto a futuro, tengo que mirar todo su ciclo de vida. Y ahí destacamos cuatro puntos principales: la materia prima y el abastecimiento; producción y distribución; protección al alimento; y consumo. Por ende, el reciclaje de este material, garantizando que exista un ciclo para todo este proceso”, explica Ricardo Honorato, experto en economía circular de Tetra Pak.
Esto implica una serie de acciones en cada uno de esos eslabones. Entre ellos, en términos de materia prima, además de certificar los envases con el sello FSC que garantiza que todo el cartón tiene origen renovable y reponsable, se está utilizando plástico biobasado y también certificado, proveniente de caña de azúcar. En cuanto a la producción y distribución, se objetivo es ser cero emisiones en toda su cadena de valor en 2050 y utilizar un 100% de energía renovable en sus operaciones para 2030. Y en materia de reciclaje, está potenciando la reciclabilidad de los cartones para bebidas eliminando el aluminio de su envase e incrementanbdo el porcentaje de cartón.
“Sabemos que los envases son un gran aporte para la distribución de los alimentos, y siempre es importante pensar en cómo este envase impacta en el medio ambiente, luego del consumo y en el fin de su vida útil”, dice Honorato.
“Tenemos la responsabilidad de saber qué ocurre con nuestros envases luego de que son consumidos”
La sostenibilidad del envase: un desafío para los emprendedores
Mientras la gran industria alimentaria avanza en la modificación de sus envases para disminuir sus impactos ambientales y responder a la demanda de los consumidores, para los nuevos emprendimientos se trata de un punto de partida, un complemento indispensable para un producto que tiene la sostenibilidad en su origen y en su razón de ser.
Este es el caso de Seed of Wellness (SOW), una bebida vegetal en base a chía de Benexia, que tiene su planta en Arica y que está concebida desde el cultivo de la semilla hasta su distribución como un producto saludable y ecofriendly, incluida su producción mediante agricultura regenerativa y buenas prácticas agrícolas, y un proceso industrial limpio que no usa ni químicos ni solventes.
Y en ese proceso de construcción de un producto absolutamente natural, dice Sandra Gillot, CEO de Banexia, “abordar el desafío del packaging es tremendo”. Uno de sus partner en la línea de bebidas es Tetra Pak, “un aliado muy importante para nosotros en nuestro objetivo de perseguir la menor huella de carbono posible”, agrega.
A ello se suma la búsqueda de un packaging compostable, hecho de varias capas de papel para sus harinas de soya, para lo cual viajaron a Europa en busca de proveedores. Y allí el proceso ha sido más largo, porque los resultados no llegaron de inmediato. Pero lo importante en la búsqueda de la innovación para un nuevo envase, dice Gillot, es el trabajo en conjunto para llegar a una solución.
“Tuvimos que volver atrás con todo el desarrollo y hoy con el fabricante del packaging estamos buscando nuevas soluciones. Es bueno tener un buen partner consolidado como Tetra Pak, pero también algunos de los productos involucran desarrollos e innovación donde nos tenemos que lanzar con tecnologías que no conocemos bien, y que nos van a costar esfuerzo y plata.”, explica.
El mismo proceso de búsqueda de un proceso sustentable llevó a AWA, la primera agua envasada elaborada cien por ciento con energía solar a partir de la humedad del aire, a buscar no solo un envase que tuviera esas características, sino que a hacerse cargo de su trazabilidad y posterior reciclaje.
“Tenemos la responsabilidad de saber qué ocurre con nuestros envases luego de que son consumidos”, afirma Andrés Vásquez, socio y director de desarrollo de AWA Solarwater. Envasada en Tetra Pak, hoy están desarrollando un plan completo para asegurar su reciclaje. “Con todos los comercios con los que hemos cerrado acuerdo tenemos un plan de recolección de los envases, como en los restaurantes, y los llevamos a TecaPlak, donde reciclan el envase y lo valorizan, transformándolo en placas para revestimientos interiores”, agrega.