La semana pasada, la empresa Todosreciclamos, que opera al alero de New Hope Ecotech en Francia y de Eureciclo en Brasil, anunció la creación de un segundo Sistema de Gestión Colectivo (SIG) de residuos de envases y embalajes domiciliarios en el marco de la Ley REP, los que deberán ser financiados por las empresas productoras para el cumplimiento de las metas de reciclaje establecidas en la normativa, y que incluyen la instalación de la infraestructura necesaria para su recolección, transporte, clasificación, almacenamiento y valorización de los envases una vez que cumplen su vida útil. Se suma así al SIG que se está trabajando desde 2019 al alero del gremio de alimentos y bebidas AB Chile, que en abril de este año inició formalmente su proceso de tramitación ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia.

A ello se suma un tercer actor: PROREP, promovido por los sistemas de gestión Rigk de Alemania -con operaciones en Chile desde 2016- y Valipac de Bélgica, donde Sofofa Hub actúa como sponsor para su constitución. Se trata de un sistema de gestión dedicado cien por ciento al cumplimiento de las metas de reciclaje no domiciliarias o industriales, y que también entrará a competir por el mercado con el SIG de AB Chile, ya que este último actuará tanto a nivel domiciliario como industrial.

Comienza así a tomar forma el ecosistema que deberá comenzar a operar en 2023, una vez que entren en vigencia las obligaciones asociadas a la ley de acuerdo a los plazos establecidos en el decreto que fija las metas de recolección y valorización de envases y embalajes, publicado oficialmente en marzo de este año.

Ambos sistemas de gestión están actualmente en pleno proceso de incorporación de empresas socias para iniciar su tramitación formal. En el caso del SIG que se impulsa desde Todosreciclamos y New Hope Ecotech, están trabajando con el estudio jurídico Cariola Diez Pérez-Cotapos para diseñar la estructura del gobierno corporativo, los estatutos referentes a las empresas socias, y la elaboración del plan de gestión y bases de licitación del sistema de gestión.

Rodrigo Sagaceta, líder estratégico de Todosreciclamos, dice que el objetivo es cerrar en agosto el grupo de constitución del SIG, lo que se conoce como “empresas fundadoras”, para a fines de septiembre o inicio de octubre entregar la documentación que da inicio al proceso de autorización de funcionamiento.

“Veníamos en conversaciones desde hace mucho tiempo con productores relevantes, y hoy tenemos documentos de adhesión que nos permite ir formando la colectividad. Tenemos más de 10 empresas que ya confirmaron el interés de constituir, y nos hemos comunicado con cerca de 40 empresas que hoy están definiendo si participar en la conformación como fundadores de esta corporación, o adherirse posteriormente”, afirma.

El SIG aún no define su nombre -la idea es hacerlo en conjunto con las empresas socias-, ni se hace público el nombre de sus integrantes, salvo que entre ellos hay compañías del rubro de alimentos y de la industria lechera, y que existe interés desde el mundo de las viñas y de los envases de vidrio.

En el caso de PROREP, en tanto, ya cumplieron un primer hito exigido por la ley: tener más de 20 empresas socias para constituir el SIG. Estas son Tumani, SMU, Colun, Sherwin Williams, Marienberg, Topcolor, Anasac, Polyfibra, Chemie, Solchem, Ferpac, Mabruk, Agro Connexion, MIP Agro, Rotam, Plásticos Haddad, Aislapol, Veterquímica, Point Chile y Nutrien.

Actualmente están en el proceso de elaboración de los estatutos, de la gobernanza interna, y delineando el plan de gestión. Su objetivo es iniciar el proceso de constitución formal en octubre, por lo que -al igual que Todosreciclamos- siguen en el proceso de incorporación de nuevas empresas en calidad de fundadoras.

“Todavía tenemos un tiempo para que se puedan incorporar más empresas, que puedan participar en la etapa de desarrollo del sistema de gestión, donde se establecen definiciones importantes. No obstante, incluso habiéndose iniciado la constitución vamos a seguir en este proceso de sumar más empresas, porque es importante que aquellas que tal vez están más rezagadas tengan la oportunidad de sumarse. Queremos que este SIG sea lo más representativo posible de la industria nacional, que sea específico para el mundo industrial, y que sea diverso. La idea es tener empresas de todo ámbito, desde lo comercial, minería, construcción, agrícola, plásticos, fitosanitarios”, explica Nesko Kuzmicic, gerente de operaciones de Rigk Chile.

Hoy, coinciden ambos actores, el interés de las empresas por sumarse a los sistemas de gestión se está incrementando, a medida que comienzan a “achicarse” los plazos para iniciar su constitución legal. “En este último mes hemos visto una respuesta diferente en cuanto al interés de adherir y de informarse respecto del primer trimestre de 2021, porque los productores saben que si se pasan de septiembre u octubre ya no van a poder participar en las decisiones que se tomen en los sistemas de gestión, y van a tener que seguir las reglas de lo que ya está creado. Están llegando más productores con ganas de participar, de influir en su materialidad para no sumarse a un sistema de gestión donde probablemente las decisiones las tomó la competencia”, dice Rodrigo Sagaceta.

“Por el momento vamos a mantener el proceso abierto a toda la industria, invitar a más fundadores. La pregunta hoy es quienes van a juntarse primero, porque mientras más temprano se sumen tendrán más participación en las decisiones que se tomen. Aún así, quienes se vayan sumando en la medida que se va avanzando en el desarrollo de nuestro SIG podrán participar de esas decisiones desde el momento en que se incorporen. Siempre hay decisiones importantes de tomar hasta que esto parta en 2023”, señala por su parte Anne Biehl, gerenta de proyectos de Rigk Chile.

Flujos separados, y un mercado competitivo

El sistema de gestión de PROREP busca aprovechar la experiencia de Rigk Alemania en la operación de sistemas de gestión de envases y embalajes industriales y peligrosos, así como la experiencia de Valipac en el sistema “monitoring” de seguimiento y trazabilidad (monitoring), que entrega incentivos a las empresas para que sus residuos sean gestionados de forma correcta y así asegurar su valorización y el cumplimiento de las metas. Allí los productores informan el número de envases que ponen en el mercado y los gestores el número de envases que se enviaron al reciclaje, y -en términos generales- el SIG de encarga de los procesos de auditoría y validación.

Esta experiencia, dice Nesko Kuzmicic, se traduce en el acceso a métodos de tarificación de licencias, incentivos, control, reporte y resguardo de la información y de la libre competencia, además del acceso a documentos legales importantes para el proceso. Y en un escenario de varios actores en competencia, agrega, la estrategia es apuntar a la especialización.

“Somos una alternativa que tiene la ventaja de ser específica para los residuos industriales, porque es un flujo distinto al domiciliario y porque podemos concentrar el 100% de nuestros esfuerzos a cumplir y dirigir el trabajo a ese desafío. Europa va avanzando en la línea de separar los flujos y los sistemas -como ocurre en Bélgica, que es el modelo inicial que adoptó Chile-, porque eso permite que se pueda visualizar bien como están funcionando los esfuerzos del país. Cuando se mezcla todo, cuando está todo dentro de una misma orgánica, no está muy claro si esos esfuerzos respecto a lo que la gente está haciendo no está siendo subsidiado por un flujo no domiciliario. Entonces, el hecho de que estén separadas estas aguas evita también los subsidios cruzados”, dice Kuzmicic.

Para Anne Biehl, el sistema de monitoring tiene tres ventajas claras. “Primero, que los flujos son separados, y esto lleva a una segunda ventaja: que el modelo es muy costo eficiente. Y la tercera es la fiscalización y auditoría, ya que cuando los flujos están bien separados la documentación es más fácilmente trazable”, explica.

En cuanto a los incentivos con que opera el sistema de monitoring, agrega Kuzmicic, esos van desde los económicos para cubrir la brecha de algunos materiales hasta contenedores o enfardadoras en las plantas para separar materiales que hoy no se están reciclando. Pero lo más importante es que el sistema no tiene como finalidad única el cumplir la meta de los productores, sino también crear un ecosistema que impulse proyectos de innovación y ecodiseño. El sistema de gestión permite que se puedan aunar intereses de industrias completas que tienen una problemática específica y generar opciones de desarrollo. Ese desafío claramente lo vamos a tomar, más allá de cumplir con la meta”.

En el caso de Todosreciclamos, se busca aprovechar la experiencia de la brasileña New Hope Ecotech, que se inició en 2014 como empresa de tecnología para la industria del reciclaje y hoy opera el sistema de gestión más grande de Brasil. En Chile, Todosreciclamos inició operaciones en 2017 para iniciar un piloto REP basado en la compensación voluntaria de envases y embalajes para productores.

“En 2017 comenzamos un modelo de negocios donde le ofrecíamos a los productores compensar de manera voluntaria un porcentaje de sus envases, desde el 20 hasta un 100%, e incluso más. Por otro lado, íbamos donde los gestores del reciclaje a levantar certificados de reciclaje. Esto quiere decir que si estaban entregando a valorizador 100 toneladas, nosotros le pagábamos por 100 toneladas adicionales y esa factura la transferíamos a nuestros productores. Ese modelo de compensación funciona hoy día como un modelo fiel a la REP desde el eje de lo voluntario. Hoy funcionamos con más de 220 empresas -entre ellas NotCo y Excell Chile- que compensan de manera voluntaria, y eso nos permite llegar ahora a impulsar un SIG con un know how muy potente de lo que va a ser el ecosistema REP completo”, explica Rodrigo Sagaceta.

“Nuestra ventaja más importante radica en la experiencia en Latinoamérica, y en países de logística compleja. El mismo desafío de mover cristal que vamos a tener entre Antofagasta y Santiago, por ejemplo, lo hemos tenido en Brasil y esa operación ya la sorteamos. Eso marca una diferencia a la implementación que vamos a tener en Chile, y la tecnología. Ese es nuestro core en el negocio, los diseñadores en Brasil ya están trabajando para Chile, para la disponibilidad de la tecnología a los productores”, agrega.

Actualmente el sistema piloto en que están trabajando cuenta con más de diez gestores operando con Todosreciclamos, con distribución en siete regiones del país. Con esos pilotos ya tenemos una experiencia en descentralización que es súper relevante para las obligaciones de cobertura. Además, ya tenemos un sistema de pago por servicio de trazabilidad y experiencia de cómo los gestores están recuperando material domiciliario, porque el trabajo que hemos hecho es compensar lo que ponen las empresas en el mercado domiciliario, con residuos domiciliarios”, dice Javier García, gerente de operaciones de Todosreciclamos.

Para ambos actores, el inyectar competitividad en el mercado será clave para una implementación exitosa de la Ley REP. “La legislación permite que exista un mercado competitivo de sistemas de gestión de envases y embalajes. La experiencia indica que su ocurrencia genera estímulos positivos en el mercado como economías de escala, innovación y especialización. Los mercados competitivos generan mayor dinamismo tanto para productores como para gestores, y permite decidir entre opciones de acuerdo a la realidad y requerimientos particulares de los productores”, dice Kuzmicic.

Para Sagaceta, la diferenciación se deberá marcar por estilos de trabajo, entre otros aspectos: “En nuestro caso la propuesta es un sistema operacional muy externalizado, con mucha tecnología, nuestra plataforma funciona con blockchain y le brinda los datos a los productores, y también entrega interfaz a los gestores. Entonces, hay una diferenciación que el productor va a reconocer en el tiempo, y como la ley permite la migración de un sistema de gestión a otro luego de un año de permanencia, la competencia entre ellos le entrega un dinamismo al mercado que es muy buena para los productores, y también para el cumplimiento de las metas. La experiencia internacional dice eso, en los ecosistemas donde hay competencia hay mayor efectividad”.

“En el espíritu de la ley -agrega-, de incrementar las tasas de reciclaje de los envases y embalajes domiciliarios, es muy bueno para el ecosistema nacional que haya competencia entre sistemas de gestión. Independiente de la diferenciación que puedan tener, y de la coordinación, que haya sistemas de gestión competitivos le dará dinamismo al mercado, y con eso en el fondo se ve beneficiado el ciudadano”.