Entre los logros de la principal cumbre global contra el cambio climático realizada en noviembre pasado en Glasgow, la COP26, está la aceleración en los compromisos de los denominados “actores no estatales” -las empresas- por frenar el calentamiento global a partir de la descarbonización de la economía. Y estas van desde apurar el financiamiento necesario para avanzar en la carbono neutralidad, hasta los compromisos individuales que van adquiriendo por su cuenta cada una de la compañías para avanzar en prácticas de producción sostenibles y de menor impacto.
Esta aceleración hacia la sostenibilidad hoy es empujada principalmente desde los grandes fondos de inversión y las multinacionales, pero también desde empresas locales que rápidamente han hecho propios estos compromisos. Es el caso Aceros AZA, que se ha trazado una hoja de ruta para alinearse con estos objetivos globales -la que está siendo validada con SBTi (Science Based Targets initiative)- donde se comprometen a alcanzar las cero emisiones para el año 2050, y una disminución de al menos un 50% de sus emisiones para el año 2030.
Y según acaba de anunciar la compañía, recientemente alcanzaron esta última meta, adelantando en casi una década el cumplimiento de este objetivo climático. “Hemos anticipado el cumplimiento de nuestras metas ambientales, con lo que AZA se consolida como el acero más verde de Chile y con menor huella”, afirmó hace unos días Hermann von Mühlenbrock, gerente general de Aceros AZA. “Producir acero verde con la menor huella de carbono del país es una forma real y concreta de comprometernos con el planeta y alinearnos con las políticas impulsadas en la COP26, ya que nuestros productos son parte de la economía circular y reducen la huella de todas las obras en que son incorporados”.
Según explica Rodrigo Sepulveda, consultor de desarrollo energético de Aceros AZA, la empresa es la mayor recicladora de chatarra ferrosa del país, y su acero verde es, por muy lejos, el de más baja huella de carbono de la industria, lo que se traduce en un beneficio directo para las obras de sus clientes. “Estamos trabajando en varias áreas para llegar a la carbono neutralidad,y recientemente mejoras en los procesos y el consumo de un 100% de energías renovables”, afirma.
Esto último es, de hecho, lo que les permitió adelentar su meta de disminución de emisiones planteada inicialmente para 2030. Hace unas semanas, la empresa recibió la certificación I-REC de Enel Generación, que ratifica que solo usan energía limpia y renovable, lo que les permitió reducir a la mitad su huella de carbono.
I-REC (International Renewable Energy Certificates) es el sello verde entregado por Enel Generación, un certificado que acredita que el 100% de la energía consumida haya sido inyectada al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) por fuentes de generación renovables. Se trata de una garantía de origen reconocida a nivel mundial. Los I-REC son aceptados en los protocolos de sustentabilidad, apoyando así a la industria a cumplir sus metas medioambientales.
Hasta antes de esta certificación, la huella de AZA era de 0.50 ton CO2 por tonelada de acero producido. Ahora, con el uso de energía 100% renovable la huella de AZA bajará a 0.25 ton CO2 por tonelada de acero, convirtiéndonos en una de las empresas con la huella más baja de la industria del acero. De hecho, la huella de la industria mundial del acero es 1.89, es decir, siete veces superior.