AZA anticipa en casi una década su meta de producir acero verde en Chile
Aceros AZA, el mayor reciclador de chatarra ferrosa del país, recibió hace algunas semanas la certificación I-REC porque 100% de la electricidad que usa proviene de energías renovables. Así su producción redujo aún más su huella de carbono, que actualmente equivale a solo un séptimo de la que tiene en promedio la industria siderúrgica a nivel internacional, logrando hoy las metas ambientales que tenía la Compañía para el 2030. Así, AZA asegura productos sostenibles que reducen la huella de carbono de todas las obras donde se incorporan sus productos.
Entre los logros de la principal cumbre global contra el cambio climático realizada en noviembre pasado en Glasgow, la COP26, está la aceleración en los compromisos de los denominados “actores no estatales” -las empresas- por frenar el calentamiento global a partir de la descarbonización de la economía. Y estas van desde apurar el financiamiento necesario para avanzar en la carbono neutralidad, hasta los compromisos individuales que van adquiriendo por su cuenta cada una de la compañías para avanzar en prácticas de producción sostenibles y de menor impacto.
Esta aceleración hacia la sostenibilidad hoy es empujada principalmente desde los grandes fondos de inversión y las multinacionales, pero también desde empresas locales que rápidamente han hecho propios estos compromisos. Es el caso Aceros AZA, que se ha trazado una hoja de ruta para alinearse con estos objetivos globales -la que está siendo validada con SBTi (Science Based Targets initiative)- donde se comprometen a alcanzar las cero emisiones para el año 2050, y una disminución de al menos un 50% de sus emisiones para el año 2030.
Y según acaba de anunciar la compañía, recientemente alcanzaron esta última meta, adelantando en casi una década el cumplimiento de este objetivo climático. “Hemos anticipado el cumplimiento de nuestras metas ambientales, con lo que AZA se consolida como el acero más verde de Chile y con menor huella”, afirmó hace unos días Hermann von Mühlenbrock, gerente general de Aceros AZA. “Producir acero verde con la menor huella de carbono del país es una forma real y concreta de comprometernos con el planeta y alinearnos con las políticas impulsadas en la COP26, ya que nuestros productos son parte de la economía circular y reducen la huella de todas las obras en que son incorporados”.
Según explica Rodrigo Sepulveda, consultor de desarrollo energético de Aceros AZA, la empresa es la mayor recicladora de chatarra ferrosa del país, y su acero verde es, por muy lejos, el de más baja huella de carbono de la industria, lo que se traduce en un beneficio directo para las obras de sus clientes. “Estamos trabajando en varias áreas para llegar a la carbono neutralidad,y recientemente mejoras en los procesos y el consumo de un 100% de energías renovables”, afirma.
Esto último es, de hecho, lo que les permitió adelentar su meta de disminución de emisiones planteada inicialmente para 2030. Hace unas semanas, la empresa recibió la certificación I-REC de Enel Generación, que ratifica que solo usan energía limpia y renovable, lo que les permitió reducir a la mitad su huella de carbono.
I-REC (International Renewable Energy Certificates) es el sello verde entregado por Enel Generación, un certificado que acredita que el 100% de la energía consumida haya sido inyectada al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) por fuentes de generación renovables. Se trata de una garantía de origen reconocida a nivel mundial. Los I-REC son aceptados en los protocolos de sustentabilidad, apoyando así a la industria a cumplir sus metas medioambientales.
Hasta antes de esta certificación, la huella de AZA era de 0.50 ton CO2 por tonelada de acero producido. Ahora, con el uso de energía 100% renovable la huella de AZA bajará a 0.25 ton CO2 por tonelada de acero, convirtiéndonos en una de las empresas con la huella más baja de la industria del acero. De hecho, la huella de la industria mundial del acero es 1.89, es decir, siete veces superior.
“Producir acero verde con la menor huella de carbono del país es una forma real y concreta de comprometernos con el planeta y alinearnos con las políticas impulsadas en la COP26, ya que nuestros productos son parte de la economía circular y reducen la huella de todas las obras en que son incorporados”
Beneficios para otros sectores económicos
La disminución de la huella de carbono en la producción de acero de AZA puede tener beneficios en múltiples sectores económicos. Ya existen, de hecho, en materia de economía circular, gracias a que el 100% del acero producido se puede volver a convertir en acero una vez terminada su vida útil -e infinitas veces-, al punto que de acuerdo a cifras de World Steel Association (2016) se reciclan 650 millones de toneladas de acero cada año. En el caso de Chile, por ejemplo, en 2019 la empresa recicló 463 mil toneladas de este material proveniente de un abanico tan amplio como piezas de fierro de los hogares hasta estructuras de gran tamaño de actividades productivas.
Esto permite trasladar estos atributos de circularidad a otras industrias, como la producción de cemento, las obras de infraestructura y la construcción, entre los más inmediatos. A nivel global, el sector construcción consume alrededor del 50% de la producción mundial de acero, y el uso de acero reciclado se distribuye en un 52% en construcción, 16% en equipamiento mecánico, 12% automotriz y un 10% en producción de metales, según lo reportado por World Steel Association en su informe “World Steel in Figures 2020”.
Y lo mismo ocurre con la disminución de su huella de carbono, atributo que puede ser trasladado a los consumidores de este acero. “Que el 100% de nuestro acero sea verde, sea reciclado y solo use energía renovable permite traspasar esa baja huella a las obras en que nuestros productos son incorporados. Repercute en toda la cadena de valor aguas abajo porque este acero sostenible, que es insumo para grandes obras y construcciones, disminuye la huella de carbono de esas empresas y contribuye a los mismos objetivos de reducción de gases de efecto invernadero. El cambio climático es una realidad que exige cambios rápidos, y por ello en AZA estamos plenamente orientados a la sostenibilidad y la economía circular”, dice Rodrigo Sepúlveda.
Para Hermann von Mühlenbrock, la decisión de AZA de anticipar el cumplimiento de sus metas ambientales para consolidarse como los productores del acero más verde y con menor huella en el país, va precisamente en esa línea.
“Todos esperamos que se cumplan los acuerdos de la reciente cumbre climática COP26, porque necesitamos con urgencia avances reales para un mundo más limpio y sustentable. Tenemos conciencia que el clima está afectando el desarrollo de las cadenas de abastecimiento de los materiales de construcción, como es el acero, y se requiere actuar. En Aceros AZA hacemos este nuevo aporte, demostrando nuestro compromiso al país, con la economía circular y la reducción de la huella de carbono, lo que nos permite entregar un acero amigable con el planeta”, afirma.