Las claves para lograr una transición ESG eficiente
“En la industria de energía y recursos uno de los principales desafíos que se levantan es lograr que las principales empresas de estos sectores inviertan en proyectos sostenibles, al mismo tiempo que cumplen con los objetivos estratégicos de la empresa, creando valor para los accionistas y otros stakeholders”.
En la última década, el concepto de sostenibilidad se ha instalado como un tema de especial relevancia en las organizaciones, posicionándose con preeminencia en la agenda de los gobiernos corporativos. Actualmente, el mercado cuenta con distintos estándares internacionales que han evolucionado a una gestión integral de los factores ambientales, sociales y de gobernanza, o también conocidos como Enviromental Social and Governance (ESG). La definición de estos factores ha facilitado el posicionamiento de esta gestión integral en la estructura de las organizaciones con variados y específicos estándares internacionales, que brindan un completo marco metodológico para abordar temas desde gobiernos corporativos.
Sin embargo, la temática ambiental se ha caracterizado durante los últimos años por obedecer a cambios dinámicos y que responden a características multivariables. En este contexto, la mayoría de las estrategias adoptadas por las organizaciones han sido altamente flexibles para dar respuesta a un entorno altamente dinámico y con ello lograr adaptarse al cambio.
En temas regulatorios, los países de la región han avanzado en la construcción de nueva legislación para poder regular de mejor manera la gestión de las organizaciones en materia ESG, entregando lineamientos sobre cómo se debe gestionar el ESG de forma adecuada y bajo una estructura que permita la comparabilidad, transparencia y proceso de participación de todos los grupos de interés. En Chile, la nueva regulación dictada por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) Norma de Carácter General N°461, que regula a las sociedades anónimas abiertas en bolsa a divulgar de forma pública su gestión de sostenibilidad, da cuenta de los avances sustantivos que en el último tiempo el marco regulatorio del país ha incluido en la normativa.
La crisis climática y social que están enfrentando muchos países del mundo nos invitan diariamente a repensar y reinventar nuestra economía junto con la forma de hacer negocios. En la industria de energía y recursos uno de los principales desafíos que se levantan es lograr que las principales empresas de estos sectores inviertan en proyectos sostenibles, al mismo tiempo que cumplen con los objetivos estratégicos de la empresa, creando valor para los accionistas y otros stakeholders.
Otro reto importante que tiene la industria es la incorporación de los objetivos ESG como parte de la estructura interna de la empresa o los procedimientos operativos estándar.
La transición global a las economías bajas en carbono está provocando que los inversionistas estén cada vez más interesados en conocer el impacto que tiene la cadena de abastecimiento en la generación del producto. También se requiere un detalle similar respecto de la determinación de los proveedores.
Respecto de la evolución del mercado laboral, en la actualidad, este se ha vuelto más competitivo y como consecuencia del Covid-19 muchos empleados están acostumbrados a trabajar de forma remota, lo cual ahora un modelo remoto es muy valioso como propuesta de valor para nuevos reclutamientos.
Si observamos también el comportamiento de las comunidades, en los últimos años, estas han sido capaces de posicionarse como actores activos del cuidado del medio ambiente, y, como tales, deben ser incluidos como aliados en estos proyectos. En otras palabras, es crucial que las empresas involucren a estas comunidades en la elaboración de estrategias ESG.
También es relevante evaluar nuevas tecnologías, para ayudar a impulsar el ahorro de energía y aprovechar los créditos fiscales con el objetivo de impulsar una tecnología más limpia y colaborar con otras empresas energéticas de recursos e industriales para desarrollar soluciones intersectoriales.
Finalmente, definir riesgos y oportunidades con respecto al cambio climático hoy es crucial, tanto para el manejo de la organización, como para información a inversionistas.
La gestión adecuada de los desafíos antes mencionados es indispensable para una correcta transición ESG que permitirá a las organizaciones de hoy, poder gestionar sus riesgos y oportunidades que genera el cambio climático.