El rol de las organizaciones de la Sociedad Civil en las negociaciones por un acuerdo global contra la contaminación por plásticos
En abril, se realizará en Canadá la cuarta reunión para avanzar en un tratado mundial contra la contaminación por plásticos. La tarea es ambiciosa y contra el tiempo, ya que a fin de año debería estar listo el documento final que convocaría a los países miembros de la ONU a un pacto: establecer las reglas para frenar la contaminación provocada por la producción, consumo y desecho de plásticos que impactan negativamente en el medioambiente y en la salud de las personas. En las negociaciones están presentes los gobiernos, la industria, científicos, investigadores y organizaciones de la sociedad civil. Para conocer su visión y expectativas, conversamos con Alejandra Parra Muñoz, representante de la Alianza Basura Cero Chile y de Global Alliance for Incinerator Alternatives (GAIA), quien enfatizó en la trascendencia de la próxima sesión y destacó la oportunidad que tiene Chile para liderar las discusiones en la materia a nivel latinoamericano.
La crisis mundial de contaminación por plásticos ha alcanzado niveles alarmantes, como lo reflejan los datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Con 430 millones de toneladas producidas anualmente y una generación de desechos plásticos que se duplicó entre 2000 y 2019, la urgencia para discutir este problema es total.
De acuerdo a cifras de la ONU, sólo el 9% de los residuos plásticos se reciclan en el mundo y desde la Organización Panamericana de la Salud (OPS) advierten que hay evidencias suficientes que señalan la presencia de microplásticos en la cadena alimenticia, el agua dulce y el agua potable, lo que reafirma el impacto de la contaminación por plásticos en el medio ambiente y en la salud humana.
Para enfrentar esta realidad, durante 2022 la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente formó el Comité Intergubernamental de Negociación (INC, en inglés), un órgano encargado de la creación de un ambicioso tratado global vinculante contra la contaminación por plásticos, que a fines de este año debería ser firmado y ratificado por los 176 estados negociadores, entre los que se encuentra Chile. El comité ya ha sesionado en tres ocasiones: en Punta del Este (INC-1, fines de 2022), París (INC-2, mayo de 2023) y Nairobi (INC-3, noviembre de 2023), donde se llegó a crear y discutir el Borrador Cero del tratado, como documento preliminar; y próximamente, en abril, se realizará en Ottawa, Canadá el INC-4. Será la cuarta instancia donde todos los actores -gobiernos, industria, sociedad civil, etc.-, tendrán voz en estas negociaciones.
Una de las organizaciones de la Sociedad Civil que ha estado presente desde la primera sesión es la Alianza Basura Cero Chile, que reúne la voz de organizaciones y personas naturales, autónomas e independientes sin fines de lucro con intereses medioambientales, que durante los últimos años se ha convertido en referente para la promoción de prácticas sustentables en el manejo de residuos sólidos. La bióloga en Gestión de Recursos Naturales y Máster en Planificación, Alejandra Parra Muñoz, es la representante de la organización, además de asesora de Global Alliance for Incinerator Alternatives (GAIA) para América Latina y el Caribe, y ha participado activamente en las delegaciones y discusiones que se han realizado en el marco del tratado global contra la contaminación por plásticos.
Parra señala que también estarán presentes en la próxima instancia de negociación que se realizará entre el 21 y el 30 de abril en Ottawa, Canadá (INC-4), la cual será una reunión fundamental para avanzar en un pacto donde no primen los intereses comerciales sino que se encamine a proteger el medioambiente y la salud. Cabe señalar que los resultados obtenidos en esta reunión definirán el enfoque y los objetivos para la quinta y última sesión de negociación, a realizarse del 25 de noviembre al 1 de diciembre, en Busán, Corea del Sur (INC-5).
“En caso de que el texto final del tratado no contenga la reducción en la producción global de plásticos, será una enorme pérdida de tiempo y no se lograrían las metas que necesitamos cumplir”.
-¿Cómo ha sido la articulación de ustedes, como Sociedad Civil, con los distintos actores que han participado de las negociaciones?
En la Alianza Basura Cero Chile hemos estado en comunicación constante con el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio del Medio Ambiente, con las oficinas encargadas de las negociaciones de este tratado desde la primera sesión. Tenemos comunicación permanente con el Comité, a quienes les enviamos información y documentación, con las posiciones que esperamos que apoyen del borrador del tratado. Además, estamos estrechamente comunicados con diversas organizaciones sociales y científicas.
A nivel latinoamericano, estamos coordinados y coordinadas con las otras organizaciones de la sociedad civil, con quienes tenemos lineamientos totalmente compatibles y trabajamos juntos por el mismo objetivo. No sucede lo mismo con los gobiernos, puesto que hay países que tienen intereses en la industria del plástico, por lo que impiden que se tomen posiciones conjuntas en Latinoamérica y el Caribe sobre los temas más relevantes del tratado.
-¿Cómo puede influir Chile en las próximas negociaciones?
Todos los países dentro de esa asamblea tienen las mismas posibilidades de influir, por lo que depende de las decisiones que tome el Gobierno de Chile para definir el rol a cumplir en las negociaciones. De hecho, Chile podría ser líder en la avanzada latinoamericana sobre los temas que deben estar presentes en el texto final del tratado y que, de momento, no están asegurados. Por ejemplo, la reducción de la producción global de plásticos, que es un tema central en esta negociación y que está peligrando en estos momentos. En caso de que el texto final del tratado no contenga la reducción en la producción global de plásticos, será una enorme pérdida de tiempo y no se lograrían las metas que necesitamos cumplir.
-¿De qué forma Chile se posiciona como líder en Latinoamérica y cuál es el compromiso que debería asumir el país para las discusiones del tratado?
En Chile existen leyes que regulan o prohíben el uso de productos plásticos, como la ley ‘Chao bolsas plásticas’, la ley de plásticos de un solo uso y botellas plásticas, o la Ley REP, que abordan de alguna manera los residuos plásticos y de otros materiales. Es uno de los países latinoamericanos que tiene más legislación al respecto (…) y ha sido uno de los países en el mundo que ha estado en posiciones de avanzada en la discusión del tratado, en comparación a otros que están intentando detener el avance de las negociaciones porque tienen intereses comerciales.
Al no ser productor de plástico, Chile tiene más facilidad para apoyar la definición de metas globales de reducción en la producción, aunque también tendríamos que comprometernos a reducir la importación y comercialización de productos como las resinas plásticas, por ejemplo. Como parte de la coalición de países que cuentan con la más alta ambición en las negociaciones de este tratado, esperamos que junto a otros países de Latinoamérica demuestren esa alta ambición en las próximas discusiones, apoyando el establecimiento de una meta global de reducción de la producción de plásticos.
“Antes del INC-3, pensábamos que cinco sesiones serían suficientes, pero después de esa cita, en noviembre pasado, donde las negociaciones fueron muy bloqueadas por algunos países, se comenzó a pensar en la posibilidad de una sexta reunión. Esperamos solamente que en esta cuarta reunión se avance en las cuestiones centrales y tengamos un tratado a fin de año para planificar su implementación a partir del próximo año”.
-¿Qué expectativas tienen de la reunión que se realizará en Ottawa, considerando que en el INC-3 del año pasado fue difícil llegar a acuerdos entre los países?
En la última sesión del Comité (Nairobi) no hubo temas de acuerdo en general y hubo países que estuvieron permanentemente bloqueando las discusiones, principalmente aquellos productores de petróleo, la materia prima para la fabricación del plástico. Aquellos países intervinieron permanentemente en las discusiones impidiendo el avance. Finalmente, lo que resultó de esta negociación fue la suma de más opciones incorporadas al Borrador Cero, pero sin acuerdos de ningún tipo.
Por eso, necesitamos con urgencia que en la sesión del Comité en Canadá se pueda avanzar en las negociaciones y se puedan cerrar acuerdos difíciles porque, a pesar de que cada país tenga voz, los países con intereses petroleros tienen mucha influencia sobre otros y la ejercen para que apoyen sus posiciones.
Es muy importante que haya países que cumplan con el rol de liderazgo, que vayan más allá de los intereses comerciales y se preocupen por los intereses de la ciudadanía, de la protección de los derechos humanos, del medioambiente y de las futuras generaciones, que serán las más afectadas por la contaminación de plásticos y la crisis planetaria que han causado.
Vemos que hay intención en los países anfitriones (Uruguay, Francia, Kenia, Canadá y Corea del Sur) para avanzar en posiciones concretas y que sean lo suficientemente fuertes como para alcanzar el objetivo de detener la contaminación por plásticos en el mundo. Esperamos que ese liderazgo se muestre de manera fuerte en este INC4.
-Y cómo Sociedad Civil, ¿cómo enfrentan estas últimas sesiones de negociación?
Las organizaciones ciudadanas estamos muy preocupadas de que las negociaciones no terminen en un tratado como el del Convenio de París, donde finalmente no se resolvió ningún problema. Lo que nos gustaría es que sucediera algo similar al Protocolo de Montreal, un tratado que abordó las sustancias que dañan la capa de ozono, con metas globales obligatorias de cumplir entre los países, de acuerdo a las capacidades y posibilidades de cada uno, que incluso cuenta con un mecanismo de financiamiento para apoyar a los países que no tenían los recursos financieros para implementarlo. Es el tratado medioambiental que más éxito ha tenido en la historia de la legislación ambiental internacional y se firmó en Canadá, país donde se realizará el INC-4. Es una muy buena oportunidad para tomar ese ejemplo para lograr que el tratado global contra la contaminación por plásticos sea tan efectivo como el Protocolo de Montreal.
Esperamos solamente que en esta cuarta reunión se avance y tengamos un tratado a fin de año para pensar en cómo debemos implementarlo a partir del próximo año.
-Por último, ¿crees que se va a cumplir el itinerario que estableció el Comité Intergubernamental de Negociación de Naciones Unidas para lograr que a fin de año esté listo el tratado?
Este es el itinerario planteado desde el inicio, pero no se sabe si se va a cumplir tal como se planificó. Como las negociaciones han avanzado tan poco, existe la posibilidad de que sea necesaria una sexta sesión, pero eso sólo se sabrá hasta el INC-5 (Corea del Sur), donde veremos si se cierra la discusión o se continúa hacia otra reunión.
Antes del INC-3, pensábamos que cinco sesiones serían suficientes, pero después de esa cita, en noviembre pasado, en donde las negociaciones fueron muy bloqueadas por algunos países, se comenzó a pensar en la posibilidad de una sexta reunión. Esperamos solamente que en esta cuarta reunión se avance en las cuestiones centrales y tengamos un tratado a fin de año para planificar su implementación a partir del próximo año… porque la contaminación por plástico la tenemos en el aire, en el agua, en la leche materna, en la placenta humana, y sus efectos van desde el cáncer hasta mutaciones congénitas, por lo que es algo que no puede aplazarse más y necesitamos que las autoridades en todo el mundo lo resuelvan porque tienen las herramientas para hacerlo.