Compleja y decisiva será la negociación en Ottawa del acuerdo global contra la contaminación por plásticos, adelantan coordinadores de Cancillería
Desde hoy y hasta el 29 de abril se realiza en Ottawa, Canadá, la cuarta sesión -y penúltima- del Comité Intergubernamental de Negociación formado por la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, con el propósito de avanzar en reglas globales y vinculantes sobre la contaminación por plásticos y preparar un proyecto de tratado que debería ser firmado y ratificado por los 176 estados negociadores a fines de 2024, que es la meta original. Para conocer cómo se prepara Chile para este encuentro clave, País Circular conversó con Macarena Quezada y Gonzalo Guaiquil, de la División de Medioambiente, Cambio Climático y Océanos del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREL), quienes junto al Ministerio del Medio Ambiente, encabezan la delegación gubernamental chilena donde también participan actores del sector privado y de la sociedad civil.
Complejos y decisivos. Así se vislumbran los seis días de negociación del Comité Intergubernamental de Negociación (INC, por sus siglas en inglés) en Ottawa, Canadá, con los más de 170 Estados miembros de Naciones Unidas que se reúnen desde hoy para avanzar en un tratado mundial jurídicamente vinculante destinado a combatir la contaminación por plástico, incluso en el medio marino, en todo el mundo.
Esta es la cuarta sesión del Comité de Negociación (por eso se conoce como INC-4), ya que anteriormente sesionaron en Punta del Este (INC-1, 2022), París (INC-2, mayo de 2023) y Nairobi (INC-3, noviembre de 2023), desde donde emanó el Borrador Cero del tratado como documento preliminar. En esta ocasión, se espera que se discutan los ejes del Borrador y lleguen a un acuerdo con todos los actores -gobiernos, industria, sociedad civil-, de manera que en la última sesión, que se realizará en Bután, Corea del Sur, entre el 25 de noviembre y 1 de diciembre de este año, se cuente con la versión final del tratado listo para ser firmado y ratificado. Por esto es que el INC-4 será fundamental para determinar el éxito de un tratado que, si bien es ambicioso, también se hace urgente y fundamental para enfrentar las consecuencias de la contaminación por plástico.
En Chile, las coordinaciones en todas las negociaciones han estado a cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores y del Ministerio del Medio Ambiente. Del MINREL, específicamente, han sido Macarena Quezada Borel y Gonzalo Guaiquil Smoje, ambos de la División de Medioambiente, Cambio Climático y Océanos de este ministerio, quienes han encabezado las delegaciones y articulado también el diálogo entre sesiones con los distintos actores en el país.
“Con una visión hacia la acción multilateral, nuestro país propone medidas concretas que involucran a toda la sociedad en su conjunto. En este contexto, la postura chilena subraya la importancia de un Acuerdo que contemple integralmente el ciclo de vida de los plásticos, promoviendo una jerarquía de gestión que prioriza prevenir, reducir, reutilizar, reciclar y eliminar. Igualmente, buscamos que exista un equilibrio entre las medidas voluntarias, obligatorias y la adopción de un marco legal amplio pero también ambicioso, con mecanismos claros de cumplimiento e implementación”, señala el diplomático Gonzalo Guaiquil, enfatizando en los marcos negociadores que tiene Chile de cara a la sesión del INC-4.
Asimismo, plantea que el país, “con una de las zonas económicas exclusivas más extensas del planeta, aboga por la protección del medio marino a través de un tratado que implemente medidas rigurosas contra la contaminación plástica, en conformidad con la Resolución 5/14 que mandató este proceso negociador”.
Uno de los grandes desafíos de estas reuniones multilaterales es conciliar las posturas de, por ejemplo, las organizaciones que esperan que el tratado sea lo más ambicioso posible y, por otra parte, la voz de la industria que está preocupada por los costos económicos que pueda traer consigo una regulación contra el plástico. La diplomática Macarena Quezada señala que, como todo proceso negociador, “hay intereses que a veces se contraponen y otros casos en que es factible reconocer sinergias y espacios en común”. En ese sentido, lo que ha hecho Chile “es un exhaustivo trabajo de análisis del texto Borrador Cero revisado, mediante el cual diversos servicios públicos con competencias específicas van orientando la posición nacional de acuerdo con los intereses y capacidades del país. Asimismo, al realizar consultas con diversos sectores no estatales procuramos tener distintas visiones e información actualizada a fin de tener una postura consolidada a nivel nacional”.
En ese sentido, señalan los profesionales, el Ministerio de Relaciones Exteriores ha jugado un rol de articulador con todos los actores, es decir, con la sociedad civil, científicos, la industria del plástico, sector privado y diversas organizaciones. “Como ministerio se ha procurado mantener un canal de conversación abierto para todos los actores nacionales involucrados en este proceso negociador, materializado a través de reuniones, participación en webinars, seminarios y otros. Asimismo, se coordinan espacios para intercambiar opiniones con los actores que asisten a las INC, lo que permite contar con importantes insumos respecto a las discusiones que se llevan a cabo en distintos momentos de las negociaciones”, destaca Macarena Quezada.
“La articulación formal con diversos actores en las sesiones preparativas de las INC se ha realizado a través de diálogos nacionales sectoriales, coordinados por el Ministerio de Medio Ambiente, que tienen como objetivo conocer las posiciones de los diversos actores en relación con la fase de negociación correspondiente”, añade la diplomática y punto focal INC Plásticos del MINREL.
“La articulación formal con diversos actores en las sesiones preparativas de las INC se ha realizado a través de diálogos nacionales sectoriales, coordinados por el Ministerio de Medio Ambiente, que tienen como objetivo conocer las posiciones de los diversos actores en relación con la fase de negociación correspondiente”.
Chile como negociador regional
En cuanto al rol que juega Chile a nivel internacional en las negociaciones del futuro tratado, Gonzalo Guaiquil recalca que en los procesos negociadores “siempre es importante identificar aliados y bloques de países afines, lo que sin duda contribuye a tener una voz más robusta dentro del proceso. Chile es parte de la Coalición de Alta Ambición para terminar con la contaminación por plásticos (High Ambition Coalition to end plastic pollution), que reúne a países que tienen un interés porque este Acuerdo sea ambicioso y regule todo el ciclo de vida del plástico”.
“Chile participa activamente dentro del Grupo de Países de América Latina y el Caribe (GRULAC), nuestro grupo negociador regional, donde se hace el esfuerzo de reconocer elementos comunes como región. En este punto, durante la INC-2 y INC-3 se han hecho presentes principios y visiones compartidas respecto a varios elementos de la agenda”, agrega el diplomático, quien es coordinador de Negociaciones Cambio Climático y Plásticos de la División de Medio Ambiente, Cambio Climático y Océanos del MINREL.
Si bien los países de la región están de acuerdo en un tratado ambicioso para regular la contaminación por plásticos, Guaiquil y Quezada estiman que el proceso de negociación podría eventualmente extenderse en caso de que los países decidan que requieren más tiempo para avanzar en estas negociaciones y en ese caso, el tratado no se ratificaría a fines de 2024 como estaba previsto.
“Con posterioridad al término de la negociación propiamente tal, se efectúa una reunión especial denominada Conferencia Diplomática donde los países negociadores aceptan el texto legal propuesto y es, en ese momento, que comenzaría el proceso de ratificación”, acota Gonzalo Guaiquil sobre lo que sucedería luego de las sesiones en Canadá y en Corea del Sur.
“La postura chilena subraya la importancia de un Acuerdo que contemple integralmente el ciclo de vida de los plásticos, promoviendo una jerarquía de gestión que prioriza prevenir, reducir, reutilizar, reciclar y eliminar. Igualmente, buscamos que exista un equilibrio entre las medidas voluntarias, obligatorias y la adopción de un marco legal amplio pero también ambicioso, con mecanismos claros de cumplimiento e implementación”.
Territorios insulares y plásticos
El tratado contra la contaminación por plásticos podría tener un gran impacto en islas de Chile como Rapa Nui o Juan Fernández, las que denuncian que se han transformado en “los basureros del mundo” por las toneladas de desechos transportadas por corrientes marinas provenientes de Australia y Sudamérica y que llegan a sus costas.
“Los territorios insulares efectivamente sufren mucho los efectos de la contaminación, considerando que una mayoría -algunos mencionan un 70%- de los desechos plásticos termina en el océano. Dependiendo de cómo se articule este tratado, podría incorporar obligaciones en cuanto al establecimiento de planes nacionales con el objetivo de hacer frente a la contaminación por plásticos, y ello debiera conllevar la creación de capacidades a nivel local para hacer frente a este problema que es global y transfronterizo”, señala Macarena Quezada.
Asimismo, añade que es “importante que se emprendan acciones que sean efectivas, inclusivas, sostenibles y con un enfoque de derechos para abordar el tema de la contaminación por plásticos y la degradación de los ecosistemas marinos y costeros. Esto, de hecho, fue uno de los mensajes centrales que tuvo la reciente Cumbre de Líderes del Pacífico 2024 por la Protección de los Océanos y el Desafío de la Contaminación del Plástico y Microplásticos, realizada en Rapa Nui y que contó con el apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores”.