Rapa Nui empieza a recuperar el turismo masivo poniendo foco en la sustentabilidad y con el objetivo de ser “Basura Cero” en 2030
Isla de Pascua es uno de los destinos turísticos más importantes a nivel mundial que, poco a poco, se está recuperando tras el cierre de sus fronteras debido a la pandemia. En los años en que no recibieron turistas redujeron considerablemente la generación de residuos y quieren mantener esa situación. Entre las principales preocupaciones en este sentido están todos los materiales de embalaje en que se transportan las cosas a la isla, así como los microplásticos y los grandes objetos de basura que llegan a las costas. En ese marco y con el objetivo de ser un territorio de “Basura Cero” para 2030, el alcalde Pedro Edmunds anunció que el próximo año serán anfitriones de una cumbre que reunirá a gobiernos de la polinesia e islas de Chile para discutir sobre el combate a los micro plásticos.
Luego de tres años cerrada al turismo y a todo contacto foráneo por la pandemia, Rapa Nui reabrió sus fronteras en agosto del año pasado pero mantuvo un flujo bajo de visitantes, con solo un par de vuelos semanales. Atrás quedaban los tiempos de hasta 14 vuelos a la semana y más de 100 mil turistas al año.
No obstante, en estos momentos la isla está retornando a la “normalidad”. Latam anunció la reanudación de vuelos diarios y, por ende, el aumento de visitantes. Por ello, la Ilustre Municipalidad de Rapa Nui, liderada por el Tavana (alcalde) Pedro Edmunds Paoa ha desarrollado y reforzado una serie de iniciativas orientadas a la sostenibilidad, economía circular y conservación, con el objetivo de que la llegada de los turistas y el aumento de las actividades no se traduzca en más basura. Si bien siempre han tenido esta inquietud, los años de encierro motivaron a los isleños a volver aún más a sus raíces y decidir convertirse en “Basura Cero” para el año 2030.
País Circular visitó Rapa Nui para conocer en profundidad las tácticas y estrategias “verdes” que se están aplicando en este territorio insular chileno, considerado como el más aislado del planeta.
“Todo lo que llega a la Isla viene embalado con materiales que no se pueden reciclar, por lo tanto, el llamado es hacia los productores de estos envases para que encuentren soluciones sustentables”.
La plaga de macrobasura
Según datos entregados por la Municipalidad de Rapa Nui, aproximadamente 12.000 objetos de macrobasura llegan a diario a sus costas. La gran mayoría de esos objetos (70-80%) proviene de la pesca industrial (barcos, cargas, etc.); este material, así como los residuos que generan los propios isleños, necesita de un manejo responsable que mantenga la sostenibilidad de su único y exótico hábitat.
Para colaborar en el manejo, desde hace 10 años Latam transporta de forma gratuita los cartones, plástico PET, aluminio, entre otros residuos, desde el centro de acopio de Orito hacia el continente. A la fecha ha transportado más de 1.500 toneladas de residuos, equivalente al traslado de 22.000 personas. Junto al retorno de su operación diaria, la línea aérea anunció una ampliación del convenio, que permitirá mover hasta 300 toneladas de residuos al año.
“Este es un acuerdo que lleva ya una década y muestra cómo Latam ha tratado de comprometerse con la Isla. La capacidad que tenemos ahora de transportar más, de aumentar en un 50% el volumen, es para nosotros motivo de mucha alegría y respalda el compromiso que tenemos para contribuir al desarrollo de Rapa Nui y su legado a las futuras generaciones”, dijo Roberto Alvo, CEO de LATAM Airlines Group, durante la firma del convenio.
El centro de acopio de Orito tiene más de 20 años de funcionamiento en el manejo sostenible de residuos. Según Alexandra Tuki, encargada del centro de valorización y educación para el reciclaje, esta iniciativa tiene como objetivo convertir a Rapa Nui en una isla “Basura Cero” e involucra a toda la comunidad: “El reciclaje es una práctica que genera conciencia ambiental donde nosotros somos los únicos beneficiados”. Alexandra, explicó que la mayor cantidad de basura que reciben son cartones y botellas de plástico. “Todo lo que llega a la Isla viene embalado con materiales que no se pueden reciclar, por lo tanto, el llamado es hacia los productores de estos envases para que encuentren soluciones sustentables”.
Es importante destacar que Orito, además de cumplir con la tarea de acopiar y compactar los residuos en grandes fardos, también sirve como bodega para que los fardos se mantengan en cuarentena para fumigarlos contra el dengue (enfermedad provocada por el mosquito Aedes aegypti, vector endémico en la isla) y así garantizar la sanitización para su llegada a Santiago.
“Actualmente necesitamos trasladar nuestra basura al continente, por vía aérea y marítima, donde embarcamos los desechos grandes como neumáticos, chatarras de automóviles, baterías y otros. Sin embargo, con la iniciativa de la Dirección de Medio Ambiente de la municipalidad, este año estamos declarando a la Isla para la próxima década como ‘Basura Cero’, donde nada de esto debería existir. En pandemia nosotros bajamos muchísimo el volumen de importación de estos elementos y ahora volvimos a las mismas cantidades. Esto tiene que cambiar, y los productores tendrán que buscar nuevos elementos y recipientes”, dijo el alcalde Pedro Edmunds. “No podemos levantar un moai y meter la basura abajo”, bromeó.
“En pandemia nosotros bajamos muchísimo el volumen de importación de estos elementos y ahora volvimos a las mismas cantidades. Esto tiene que cambiar, y los productores tendrán que buscar nuevos elementos y recipientes”.
La otra plaga: el microplástico
Otro tipo de basura, no reconocible a simple vista pero altamente contaminante y tóxica, abruma a Rapa Nui. Hasta las playas de la isla llegan hasta 50 veces más microplásticos que a las playas del continente. También se ha detectado que en las aguas que rodean la isla puede haber más que un millón de micro plásticos por kilómetro cuadrado, lo que se traduce en que entre 20 y 80% de los peces autóctonos tienen micro plásticos en sus estómagos.
Por hacer frente a este problema, el alcalde Pedro Edmunds impulsó la “Alianza contra el Plástico” -que fue firmada en julio en la sede de la Naciones Unidas- y además convocó a los territorios y gobiernos de la Polinesia y a las islas de Chile a una gran cumbre, a realizarse en Hanga Roa en abril de 2024.
“Antes de dejar mi labor como Tavana, quiero establecer un línea de acción al más alto nivel posible y, por lo tanto, organizaré un encuentro en abril del próximo año para hacer una declaración que podría llamarse la Declaración de Rapa Nui, donde los países ribereños de Asia y desde Alaska hasta Punta Arenas y la Antártica se comprometan a tomar medidas de acción de no verter más desechos plásticos a sus ríos, porque son éstos los que terminan en el mar y luego van hacia la gran isla de plástico que está entre Galápagos, y de ahí hacia nosotros. El llamado es a la acción concreta y para ello invitaremos a todos los alcaldes de las islas del Pacífico”, señaló.
Todo el mundo diga “AMOR”
Por otra parte, la Municipalidad de Isla de Pascua cuenta con un plan de trabajo a 20 años que tiene como objetivo educar una generación de ciudadanos conscientes de su entorno, capaces de ser sustentables, mejorando de manera continua, encontrando oportunidades en las adversidades y guiados por el respeto a su cultura.
Esta iniciativa se ha denominado Plan AMOR, que representa la solución macro a todos los desafíos y problemáticas que presenta la sociedad actual, entre ellas la crisis climática.
“Antes de la pandemia habíamos hecho un gran cabildo que reunió a más de mil personas de la comunidad, donde se decidió que la sustentabilidad era clave en la misión que tenemos como Rapa Nui”, explicó el alcalde Edmunds a País Circular. “Que una isla tenga esta visión de mundo es muy vanguardista”, enfatizó.
Así comenzó a plantearse este plan cuyo eje es la auto sustentabilidad y contiene 29 objetivos.
El acróstico de AMOR significa trabajar día a día por el desarrollo Autosustentable de la comunidad, articulando proyectos basados en Mejoras continuas e innovación al servicio de los ciudadanos, para encontrar Oportunidades de desarrollo integral. Esto se complementa con la Optimización de recursos con eficiencia, solidaridad, transparencia y con un personal comprometido e identificado con su institución, con su Isla y, por sobre todo, con el Respeto por el ecosistema natural desde la ética y la integridad, para llevar a Rapa Nui a un futuro de total integración de desarrollo económico y equidad social en pro de la cultura viva y de la preservación de su patrimonio ancestral.