Aceros AZA consolida campaña de recolección de chatarra en zonas aisladas como Punta Arenas y Rapa Nui
La empresa Aceros AZA, en alianza con municipios y organizaciones, lidera este proyecto de recuperación de residuos ferrosos de los vehículos en desuso para luego transformarlos en acero sostenible que se incorporará como materia prima en obras de diferentes industrias. Mientras en la capital de Magallanes se reclutaron 1.000 toneladas de carrocerías de autos, lo que ayuda a reducir el impacto ambiental ante el aumento del parque automotriz, en territorio insular se recuperaron 16 toneladas de chatarra, lo cual contribuye a preservar su frágil ecosistema.
Quienes hayan visitado alguna vez Punta Arenas habrán podido constatar la descomunal cantidad de automóviles que circulan por sus arterias principales. En efecto, según datos de la Dirección del Tránsito Municipal, cerca de 70 mil vehículos recorren la comuna en 2022, y la cifra sube 6 mil autos por cada año. Mientras tanto, en otra tierra remota, Rapa Nui, el exceso de chatarra puede afectar el delicado ecosistema de la isla.
Ante la magnitud del problema, la empresa Aceros AZA ha tomado cartas en el asunto desde hace años, haciéndose cargo de reducir la cantidad de residuos ferrosos abandonados en ambas localidades extremas, a través del reciclaje. En el caso de la capital de la Región de Magallanes, la compañía y un grupo de recolectores de chatarra locales han conseguido en el transcurso de tres años recuperar 1000 toneladas de chatarra de los automóviles que quedan botados en la vía pública o en corredores municipales.
La solución planteada por Aceros AZA ayuda a resolver un drama para dueños de automóviles, transeúntes y autoridades que sufren con el tema de los vehículos abandonados. A eso se suma que quien se deshace de un vehículo recibe apenas una falta menos grave, que contempla una multa que oscila entre las 0,5 a 1 UTM, sin contar que ellos mismos deben considerar el costo del corral municipal, cuyo precio se cobra diariamente, lo cual eleva el presupuesto personal.
Esas 1.000 toneladas de carrocerías recuperadas serán transformadas por AZA en nueva materia prima de acero sostenible que será incorporada en obras de construcción, minería o de la industria metalmecánica. “Es un trabajo colaborativo de años en conjunto con los proveedores locales, quienes han realizado una tremenda labor al recolectar vehículos en desuso que son un gran problema visual, social y medioambiental para todos quienes tienen que convivir con ellos”, dice al respecto Juan Carlos Rubilar, comprador de Aceros AZA para la zona sur y ejecutor de este proyecto.
El material será procesado en una de las plantas productivas de Aceros AZA, donde se someterá a reciclaje, fundición y elaboración de 850 toneladas de acero verde destinadas a otros usos. La diferencia con la producción de acero convencional es considerable: se consiguen ahorrar 3.831 MWh/h de energía, 1.456 m3 de agua y 1.241 toneladas de CO2eq.
“Para el entorno es súper importante. De una u otra manera estos desechos llegan a la basura y los estamos transformando en material para crear nuevos cimientos. Hemos estado trabajando en los sectores de Manuel Aguilar, Martínez Aldunate y Natales. Las personas se pueden acercar a estos lugares y ayudar a disminuir la contaminación de la ciudad”, comenta José Trujillo, proveedor local de chatarra, quien se entusiasma ante la posibilidad de reducir la contaminación por chatarra de Punta Arenas a través de alianzas estratégicas.
La tarea en Rapa Nui
Si bien en Rapa Nui la cantidad de automóviles que circula es mucho menor, también se genera chatarra, proveniente de esos y otros múltiples objetos, lo que se convierte en un serio problema ambiental para un ecosistema tan frágil como el de la isla, por lo que las faenas que emprende Aceros AZA para recuperar esos desechos cobran mucha relevancia.
Uno de los grandes contratiempos para abordar este problema es la carencia de centros de procesamiento de chatarra, lo que impide que pueda ser reciclada a nivel local. Con 163 kilómetros cuadrados de superficie, y una población que alcanza las siete mil personas, Rapa Nui ha recibido durante más de 10 años el apoyo de Aceros AZA, autoridades y empresas locales y continentales para recolectar el material ferroso de distintos orígenes, que será convertido en nueva materia prima.
Gracias al convenio firmado por la Municipalidad de Rapa Nui y Aceros AZA, y el apoyo de la empresa SASIPA (filial de CORFO) y de compañías navieras que trasladan el material desde territorio insultar hasta el puerto de Valparaíso, la última recolección constó de un cargamento de 16 toneladas de residuos ferrosos que son recibidas por Aceros AZA en Chile continental. “Agradecemos a todos porque este es un trabajo de colaboración con la comunidad y externos”, indica la jefa de Planta de Reciclaje de Orito, Alexandra Tuki.
Dicho cargamento cuenta con 45 pallets con briquetas de hierro y acero, monto que se añade a esta campaña permanente que existe desde 2009, y que ha recogido más de 200 toneladas de chatarra, posteriormente transformadas en acero verde. Al igual que en el caso de Punta Arenas, esta materia prima secundaria se incorpora a la fabricación de nuevas obras en la industria metalmecánica, construcción y minería.
“Esta iniciativa se enmarca en un programa de apoyo territorial que tiene como objetivo ayudar a las comunidades alejadas y al medioambiente a través del retiro de chatarra, alcanzando también otras localidades, como la Antártica, Isla Juan Fernández, Cochamó y recientemente, Punta Arenas”, señala la gerenta de sostenibilidad de Aceros AZA, Paola Grandela.
Las 16 toneladas de chatarra recolectadas en la isla servirán para fabricar 14 toneladas de acero verde. En contraste con la producción de acero convencional, generado a partir del mineral de hierro, esta cantidad de acero reciclado permite ahorrar 61 MWh de energía, 23 m3 de agua y 20 toneladas de CO2eq. El trabajo en conjunto, precisamente, logra darle un respiro a una isla que tiene poca capacidad para procesar sus residuos en general, y que tiene serios problemas con la basura generada