La trayectoria de Aceros AZA que lo encamina a adelantar su meta de ser carbono neutral al 2050
En el marco del lanzamiento de su Reporte de Sostenibilidad 2021, la compañía reafirmó el avance en otros hitos ambientales y compartió progresos concretos en el proceso de valorizar el 100% de sus residuos a través de EcoAZA, meta que, dicen, depende de cuán rápido se destrabe la mesa multisectorial que trabaja en posibles ajustes a la norma chilena 163.
Cuando en el año 1995 Aceros AZA planeaba la construcción de su planta de procesamiento de chatarra ferrosa en la comuna Colina, se planteó por primera vez la necesidad de transitar un camino de cuidado profundo del medio ambiente, pues de no inyectar las inversiones en mitigación, el impacto de sus operaciones sería importante.
Ese convencimiento y visión de empresa fue el motor para ir cumpliendo una serie de metas en este ámbito, que dentro de la industria siderúrgica mundial la posicionan hoy como una de las cinco firmas con menor huella de carbono: 0,43 toneladas de CO2 por tonelada de acero producida.
Este fue uno de los hitos que resaltó el gerente general, Hermann von Mühlenbrock, durante el lanzamiento del Reporte de Sostenibilidad 2021 de la compañía, documento que hace pública una serie de compromisos sociales, medioambientales y de gobernanza con metas claras de cara a las siguientes décadas, y que según el gerente “la llevarán a ser una compañía más inclusiva y aún más comprometida con el cuidado del medio ambiente”.
En la planta de Colina y frente a representantes de gremios, asociaciones, clientes, proveedores y colaboradores de Aceros AZA, así como a los miembros del directorio, encabezados por su presidente, Jorge Matetic, Von Mühlenbrock repasó con números por qué la sostenibilidad y la excelencia cruzan su historia y son la base de su estrategia, pilares que le han permitido seguir creciendo en el tiempo y terminar 2021 con resultados muy positivos.
“El promedio de emisiones de las electrosiderúrgicas es de 600 kilos de CO2 por tonelada producida y AZA tiene 200 kilos de CO2/tonelada y, por eso, no hay barra de acero más verde que la de AZA”, afirmó orgulloso. También hizo la comparación con las acereras que producen a partir de minerales, “que tienen una huella de carbono cercana a los 2.600 kilos de CO2 por tonelada producida, con un promedio 1.800 kilos/ton”.
Tras ello, Von Mühlenbrock reafirmó el cumplimiento de los desafíos de Aceros AZA en el corto y mediano plazo: “El compromiso que tomamos hace dos o tres años de reducir nuestras emisiones a la mitad para el año 2030 lo alcanzamos en 2022, con bastante antelación y estamos trabajando fuertemente para lograr nuestro compromiso del 2050 de ser carbono neutral, creemos que vamos a llegar antes, aunque nos falta aún. Prácticamente nuestro uso de la energía eléctrica es cero y en el tema de mitigar las emisiones de carbono del transporte de materiales estamos estudiando el uso de autos eléctricos. Nos sentimos tremendamente confiados en que con bastante antelación al año 2050 vamos a ser una empresa Net Zero”.
De hecho, la compañía estableció una Hoja de Ruta hacia la Carbono Neutralidad que orienta sus esfuerzos en una agenda destinada a mejorar la eficiencia energética en sus procesos, introducir la electromovilidad e incorporar energías renovables no convencionales.
Igualmente confiado se mostró el presidente del directorio de Aceros AZA, Jorge Matetic, quien en su intervención destacó el papel de la compañía en la transformación ambiental del país.
Aseguró que “desde nuestro rol tenemos que ser agentes de cambio, motor de desarrollo e impulso en nuestra economía. Es por eso que, entre otras acciones, durante 2021 reforzamos nuestro compromiso con el crecimiento, aprobando 48 proyectos de inversión por US$ 31,4 millones”.
“Durante 2021 reforzamos nuestro compromiso con el crecimiento, aprobando 48 proyectos de inversión por US$ 31,4 millones”.
Un rol en las ciudades circulares
Para la arquitecta y docente de la UDD Francisca Astaburuaga, quien expuso en el lanzamiento del Reporte de Sostenibilidad 2021 de Aceros AZA, una ciudad circular es aquella que promueve la transición de una economía lineal a una circular de forma integrada en todas sus funciones, en colaboración con los ciudadanos, las empresas y la comunidad investigadora.
Así, cuando los expertos debaten sobre cómo avanzar hacia un desarrollo más sostenible, necesariamente, este reto implica el diseño de ciudades más circulares donde industrias como las que generan materiales de construcción juegan un rol clave en fomentar la reutilización.
Según la especialista de la UDD, en las ciudades circulares como es el caso de Ámsterdam y Copenhague, están mapeadas las industrias que pueden tener sinergias entre ellas y generar simbiosis industriales, facilitando la reducción de emisiones, incluso, aquella energía incorporada en los materiales de construcción, creando de esta manera ciclos virtuosos.
“Se requieren industrias pioneras y para que esto parta, empresas como AZA pueden llevar la delantera y motivar que el resto de la cadena productiva empiece a operar con la misma lógica. AZA es una de las industrias pioneras. Cuando mezclas la reducción de basura y la reducción de emisiones de carbono tienes una industria que está siendo punta de lanza para que, primero, muchas otras se unan a estos ciclos de recuperación de material y ojalá otra empresa tome lo que AZA desecha y haga algo con eso y, segundo, se puede hacer con bajas emisiones”, aseveró.
La proyección de EcoAZA
Por otra parte, en cuanto a la elaboración de ecomateriales para la construcción, Aceros AZA avanza a paso firme hacia su meta de valorizar el 100% de los residuos para 2025 reciclando las escorias siderúrgicas.
Tomando como referente un ejemplo alemán, donde utilizaban un modelo de gestión de este tipo de desechos, la compañía adquirió en 2020 los activos de una de las plantas procesadoras de escorias que antes le prestaba el servicio, y así nació su filial EcoAZA, que genera coproductos que se convierten en insumos para la construcción, como asfalto o para mezclas con hormigón.
“Actualmente tenemos cerca de quince distintas iniciativas con universidades y empresas privadas para validar en aspectos mucho más amplios este material”, contó el gerente general de EcoAZA, Francisco Esse.