Alma del Panal: el proyecto familiar de tradición apícola que sueña con expandir el mercado de la miel
El emprendimiento chileno alojado en Buin acaba de ingresar al programa de aceleración conjunto entre NESst e IKEA Social Entrepreneurship, lo que le permitirá desarrollar mayor infraestructura y llegar a los mercados internacionales con miel, polen y propóleo de calidad. Este programa entrega apoyo financiero y acompañamiento a empresas que promueven la justicia social, cautelan la sostenibilidad ambiental y tienen perspectiva de género.
Diego Barahona alterna residencia entre Buin y la Isla Grande de Chiloé, pero cuando contesta este llamado se encuentra en la localidad metropolitana, donde Alma del Panal tiene su centro de operaciones. Diego pertenece a una familia de tradición apícola de más de medio siglo: su abuelo era apicultor nato y su padre inició un pequeño negocio en que ofrecía este servicio. Sin embargo, en 2017, Barahona decidió acelerar el trámite del desarrollo de marca de un oficio que por tantos años recibió como herencia familiar y formó la empresa Alma del Panal. Muchos de sus tíos también tenían un lazo con la apicultura.
“A fines de los años 80 teníamos un pequeño colmenar e iniciamos el trabajo de polinización. En ese tiempo había mucha demanda de abejas para polinización y se producía miel. Ahora el polen y el propóleo se suman a la cartera de productos”, indica Diego Barahona, director ejecutivo de Alma del Panal.
Barahona dice que en Alma del Panal realizan “apicultura trashumante”, pues mueven las colmenas hacia otros lugares para producir miel de floraciones de distintos árboles. Por eso han llevado las colmenas hasta el Cajón del Maipo para obtener miel de litre o de quillay, y también en Chiloé -sobre todo en verano- para efectos de obtener miel de ulmo o tepú. Precisamente Barahona fue uno de los voceros que abogaba por el cierre del vertedero Puntra El Roble, ubicado en el sector Chepu, en territorio chilote. El vertedero operaba cerca de donde Alma del Panal tenía sus colmenas.
“Nuestro objetivo es convertir a la miel en una experiencia de sabores mediante el valor agregado. Conocer que la miel de ulmo es distinta a la del quillay. Es decir, que suceda algo igual que en el vino en Chile, donde la gente conoce el cabernet sauvignon, el carmenere, el chardonnay”, agrega Barahona, para quien en Chile existe “muy poca cultura de miel, no sabemos quiénes la producen, ni cuál es su denominación de origen, ni diferenciarlas en color, textura, aroma, en la forma cómo cristaliza”.
En paralelo, Barahona periódicamente brinda asesorías y capacitaciones en instituciones como INDAP, en cooperativas y en otro tipo de organizaciones. Ha trabajado por la profesionalización de las y los apicultores, a través de temáticas como manejo de registros, sanidad apícola y otros.
Respecto de cómo el rubro se ha visto afectado en los últimos tiempos, Barahona cree que esto se debe a “la desaparición de las colmenas y el encarecimiento de los insumos y de los combustibles, debido a la apicultura de trashumancia que nosotros hacemos. Esto hace más difícil la rentabilidad del negocio. Además, hay poco recambio generacional, la familia de apicultores la ve como una actividad poco rentable, es un rubro envejecido y no se le ha metido mucha tecnología”.
“Nuestro objetivo es convertir a la miel en una experiencia de sabores mediante el valor agregado. Conocer que la miel de ulmo es distinta a la del quillay. Es decir, que suceda algo igual que en el vino en Chile, donde la gente conoce el cabernet sauvignon, el carmenere, el chardonnay”.
El ingreso al programa
En junio pasado, Alma del Panal recibió una magna noticia: se unirá al Programa de Aceleración de las entidades NESst – IKEA Social Entrepreneurship en Sudamérica. Se trata de una iniciativa global de apoyo a la economía local creado por ambas entidades, y que ha impulsado el negocio de 17 emprendimientos en Chile y Colombia desde 2020, entregando herramientas y mentorías que aportan al crecimiento de cada negocio.
En esta ocasión fueron reconocidas nueve empresas de ambos países, entre las que se cuenta Alma del Panal. El Programa de Aceleración NESst – IKEA entregará a todos los negocios distinguidos capital en forma de préstamos recuperables o financiación, junto con apoyo personalizado en diversas áreas como gobernanza, desarrollo empresarial y preparación para la inversión.
También recibirán apoyo para fortalecer sus iniciativas de diversidad, equidad de género e inclusión y sus prácticas medioambientales. A esto se suman tutorías guiadas y clases magistrales por parte de IKEA, enfocadas en innovar y ampliar la presencia en el mercado de los emprendimientos seleccionados, aumentar la eficiencia en sus operaciones, desarrollar e introducir nuevos productos y servicios, y fortalecer su cultura organizacional.
“Al conectar a los emprendedores participantes con colaboradores de IKEA para compartir sus conocimientos y experiencias, nos aseguramos de que cada empresa social reciba orientación personalizada para crecer, fomentando al mismo tiempo prácticas inclusivas y oportunidades equitativas. Esperamos encender la misma pasión por un modelo de negocio sostenible en otras empresas e industrias en toda la región”, explica Bernardita Correa, líder de Sostenibilidad de IKEA Chile, Colombia y Perú.
Según Diego Barahona, este apoyo de ambas instituciones les permitirá “proyectarnos y desarrollar nuestra infraestructura en diferentes áreas y aspirar a tener una línea de producción en el mercado europeo. Esperamos que nos permita ingresar a los mercados internacionales a pesar de nuestras dificultades. Aspiramos a tener una alternativa de mercado para los apicultores. Es un orgullo que se puedan materializar inversiones en empresas como la nuestra que tienen impacto social y ambiental. Es muy importante tener un acompañamiento. Haber ingresado al portafolio es un gran hito para nuestra empresa”.
En el mediano plazo, Alma del Panal, aparte de la miel, el polen y el propóleo, pretende fabricar cosméticos a partir de propóleo, lo que implica recurrir a una mayor tecnología. Para Barahona, es muy importante el apoyo de estas dos instituciones que eligen a emprendimientos cuya línea de trabajo procure bienestar social y ambiental, y tenga perspectiva de género entre sus principios rectores.
“En nuestro emprendimiento contamos con una fuerza laboral importante de mujeres. Sabemos que para los hombres es más fácil encontrar empleo en las zonas rurales que para las mujeres”, complementa Barahona, quien explica que todos los apicultores que buscan ampliar sus ventas al mercado extranjero están apalancados por la marca Andes Bee, de Alma de Panal. Ellos han aumentado sus ingresos entre un 35% y un 45% desde que se integraron a Andes Bee. Hacia adelante, la expectativa es apoyar a 100 familias de apicultores al 2026 y que el 70% de la fuerza trabajadora sean mujeres.