Enel desarrolla variadas estrategias para promover las ciudades circulares en América Latina y el Caribe
La compañía es uno de los promotores de la Declaración de Ciudades Circulares de América Latina y el Caribe, que apunta hacia la transformación de las ciudades desde un modelo lineal a uno circular, que cubra todas las áreas de desarrollo urbano, aportando desde la movilidad sostenible hasta la eficiencia energética en las viviendas. En ese contexto, inspirado en lo que ha sido la experiencia circular de ciudades europeas, Enel está desarrollando el estudio Ciudades Circulares para Chile con foco en tres centros urbanos del país, Santiago, Antofagasta y Concepción, evaluando el potencial de circularización de los sectores energía, alimentos y construcción con el objetivo de contribuir a acelerar la gestación de un ecosistema circular en los territorios.
Si bien representan apenas el 3 por ciento de la superficie terrestre, las ciudades concentran más de la mitad de la población del planeta y producen alrededor del 80 por ciento del PIB global. Todas las proyecciones, incluidas las de la ONU, indican que un 70 por ciento de la población mundial vivirá en ciudades para el año 2050, lo que augura un escenario difícil de sobrellevar, sin contar los efectos inesperados que ha producido la pandemia del COVID. Estos factores conllevan el desafío de repensar su modo de desarrollo, asegurando el bienestar social y la calidad de vida, y dando importancia a la resiliencia ante los impactos provocados por la crisis climática.
Frente a esa realidad surge el concepto de “ciudades circulares” que buscan sustituir el eje de economía lineal que ha sustentado el desarrollo de ellas por otro que promueva la circularidad en todos los procesos. El objetivo de las ciudades circulares no es otro que combinar el desarrollo económico, sostenibilidad ambiental e inclusión social para contrarrestar el cambio climático y fomentar la transición justa y equidad.
En ese contexto, el 25 de octubre de 2021 fue presentada la Declaración de Ciudades Circulares de América Latina y el Caribe, un documento que pretende ser un punto de referencia para transitar hacia ciudades sostenibles y circulares.
La declaración fue lanzada en el marco de la X Conferencia Italia-América Latina y Caribe, y fue impulsada por el ministerio de Asuntos Exteriores de la República de Italia, con el apoyo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), de la Organizzazione Internazionale Italo-Latino Americana (IILA) y de Enel. El objetivo era invitar a los representantes de las ciudades de la región a firmar un compromiso conjunto para promover y acelerar la transición de las ciudades hacia la circularidad.
La Declaración hoy cuenta con nueve ciudades signatarias de la región y durante el presente 2022 se inaugurará una mesa de trabajo transversal para definir las líneas de acción en la cual participarán las áreas principales de las administraciones de las municipalidades y gobiernos regionales. Se iniciará con estudio diagnóstico sobre el avance en ámbitos claves para la economía circular de las ciudades, tales como, potenciales sectores productivos, planes de desarrollo, regulación, métricas, modelos comerciales, entre otros. Cada ciudad signataria podrá convocar a todos los sectores para avanzar mancomunadamente, identificando sinergias que permitan acelerar la transición.
El papel crucial de Enel
A través de todas sus filiales a nivel latinoamericano, la empresa Enel ratificó su compromiso con los principios de la Declaración de Ciudades Circulares. La firma ya ha dado pasos importantes en contribuir al proceso de descarbonización de la matriz energética y la electrificación de los consumos energéticos en sustitución de los combustibles fósiles más contaminantes.
“Las ciudades son lugares en que las contradicciones que caracterizan a nuestra sociedad se hacen más evidentes. América Latina, en particular, está jugando un rol determinante a nivel global, sobre todo ante los eventos bélicos que se están desarrollando en Europa. Esta transición hacia las ciudades circulares ya no es un desafío tecnológico, sino de la gobernanza. La transición hacia la circularidad va a pedir un fuerte papel de una gobernanza abierta, no podemos actuar solos. La colaboración intersectorial es fundamental para que el proceso tenga éxito”, dijo el Head of Latin America Region de Enel, Maurizio Bezzeccheri, en el primer encuentro que reunió a los signatarios de la Declaración titulado “Hacia las ciudades circulares de América Latina y el Caribe: el desafío de la descarbonización y electrificación”, celebrado el pasado 5 de mayo en formato híbrido en la sede de la CEPAL.
En su propósito de contribuir en esta hoja de ruta hacia las ciudades circulares, Enel ha desarrollado una estrategia que descansa en cinco pilares: insumos circulares, plataformas de uso compartido, producto como servicio, extensión de la vida útil y nuevos ciclos de vida, estos son cinco modelos de negocio que buscan circularizar la cadena de valor desde el diseño. Combinadas, todas aportan tanto al resideño de los procesos industriales de la compañía como al desarrollo de productos y servicios para clientes que desean dar saltos sustantivos en lo que respecta a circularidad y sostenibilidad.
Pero, además, la compañía viene desarrollando en concepto desde 2018, con la publicación de cuatro papers dirigidos hacia los tomadores de decisiones en la transición de las ciudades hacia la economía circular. “Este trabajo presenta una visión transformadora del desarrollo de las ciudades en el ámbito de la innovación, tecnología, digitalización y descarbonización, que cuestiona el modelo de producción y consumo lineal actual, dado los efectos negativos que tiene sobre el medioambiente y la sociedad a nivel de emisiones y residuos, calidad de vida y disponibilidad de recursos para las próximas generaciones”, dice Natalia Correa, Head of Circular Economy de Enel Chile.
“Como empresa hemos desarrollado soluciones específicas implementadas a nivel mundial, como el impulso a la electromovilidad en el transporte público, metodologías para medir potencial de circularidad de las ciudades, integración desde el diseño de tecnología fotovoltaica en edificaciones, entre otros, donde la colaboración público-privada, las tecnologías de vanguardia y los nuevos modelos de negocio mejoran la contribución que hemos logrado hacer a la economía circular de las ciudades y por tanto a la calidad de vida de las personas”, agrega Correa.
El estudio referido -cuya pretensión es, entre otras, aterrizar el concepto de ciudades circulares en Chile tomando como base de análisis los flujos de materiales, energía y emisiones de Santiago, Antofagasta y Concepción propondrá distintas oportunidades de circularización para los sectores energía, construcción y alimentos dentro del perímetro de la ciudad. Este documento sigue el trabajo del Grupo que en 2021 publicó un estudio junto con ARUP en el marco de la COP26 donde expone el potencial de descarbonización de diversas medidas de economía circular para las ciudades de Bogotá, Génova, Glasgow y Milán como guía para avanzar hacia la sostenibilidad a los tomadores de decisión.
“En América se demuestra que las ciudades pueden rediseñarse, reinventarse a sí mismas. Hoy si recorres la ruta panamericana desde la Patagonia hasta Estados Unidos pueden hacerlo con un auto eléctrico, porque colocamos en todos los países estaciones de recarga eléctrica”,
“Cada ciudad es única, y el impacto de cada intervención depende del contexto específico de la ciudad. El análisis del estudio Ciudades Circulares sugiere la posible escala de la reducción de emisiones de GEI que podría lograrse al 2030 con la adopción de medidas ambiciosas y realistas en los sectores movilidad, entorno construido y sistemas de energía sostenibles”, explica Natalia Correa.
Entre las medidas recomendadas para contribuir a la integralidad del concepto dentro de las ciudades, destacan mejorar el aprovechamiento de las edificaciones existentes con el objetivo de evitar construir edificios nuevos, cambiar a materiales renovables y/o reciclado y de bajos niveles de carbono en su cadena de valor, aumentar la eficiencia de los materiales y utilizar tecnologías de mayor eficiencia energética. En cuanto a la movilidad urbana, se resalta la electrificación del transporte, el diseño circular de los vehículos, el uso compartido de los mismos. Glasgow y Milan, ciudades que acogieron la sede de alguna COP, tienen agendas ambiciosas de economía circular, mientras que Génova reordenó la ciudad para incluir principios de economía circular. En Sudamérica, en tanto, Bogotá es pionera en la incorporación de la economía circular a nivel integral.
¿Qué pasa en Chile?
ENEL se encuentra hoy elaborando el documento “Ciudades Circulares para Chile”, que cuenta con el patrocinio del Ministerio de Medio Ambiente, donde se eligió a las referidas ciudades chilenas para llevar el modelo por la consideración del Censo 2017, en que se determinó que Santiago, Antofagasta y Concepción son de los centros urbanos más poblados a nivel nacional, al tiempo que albergan la mayor concentración de actividad económica y generación de PIB.
Según cuenta Natalia Correa, Enel se encuentra en “plena fase de elaboración de propuestas de circularidad para las ciudades y sectores escogidos”, las que serán entregadas a las autoridades, comunidades y público en general a través de un próximo estudio a ser publicado. Este informe que se viene realizando desde octubre 2021 ha contado con la colaboración de diversos actores nacionales, entre ellos los gobiernos regionales de las ciudades de estudio, el Ministerio de Energía, el Centro de Innovación de la UC Davis en Chile y Fundación Sembra.
“Como resultado final esperamos contar con un documento de posicionamiento que en primer lugar reconozca el potencial que tiene la economía circular para abordar la descarbonización de las ciudades e impulsar el desarrollo sostenible, y plantear medidas concretas de circularidad para sectores estratégicos en el habitar de los ciudadanos. Esperamos que se transforme por un lado en una potente herramienta para los tomadores de decisión, que fomente una gobernanza abierta y participativa, e impulse la innovación y la colaboración público-privada en el desarrollo de ciudades más circulares”, revela Correa, quien espera extender el modelo hacia otras ciudades de Chile.
En el seminario “Hacia las ciudades circulares de América Latina y el Caribe: el desafío de la descarbonización y electrificación”, en tanto, el Head of Latin America Region de Enel, Maurizio Bezzeccheri, citó algunos casos de éxito en Chile y el continente. “En América se demuestra que las ciudades pueden rediseñarse, reinventarse a sí mismas. Hoy si recorres la ruta panamericana desde la Patagonia hasta Estados Unidos pueden hacerlo con un auto eléctrico, porque colocamos en todos los países estaciones de recarga eléctrica”, recordó.
En Chile, además, sostuvo que 2000 mil buses eléctricos circularán por Santiago a fines de este año 2022. En su intervención, Bezzeccheri remarcó la importancia de tener métricas: “Es relevante porque todo lo que no se puede medir, es complicado poder mejorarlo y analizar sus debilidades. Este es uno de los enfoques más importantes, se trate de una empresa, ciudad o país: tener objetivos claros y medir los progresos. Eso es clave para una estrategia de transición de las ciudades a la economía circular, y en eso queremos tener, como hasta ahora, un papel relevante”.