Un solo ejemplo basta para demostrar la necesidad de aunar el deporte con la sustentabilidad: el desastre en materia de residuos que queda en los estadios después de cada partido de fútbol nacional. Lo mismo ocurre con los grandes volúmenes de agua potable que se gastan en regar las canchas para la práctica deportiva.

Hasta hace poco, la industria del deporte era indiferente a estos temas. Sin embargo, distintas entidades han tomado cartas en el asunto y han empezado a potenciar líneas de acción que buscan incidir en materia de sustentabilidad en la práctica deportiva. País Circular destacó a tres de ellas en esta nota: Bettersport, R-ACCIONA y Siker, las cuales, desde diferentes orientaciones y vertientes, intentan propiciar un cambio de paradigmas para hacer un deporte más sostenible.

R-ACCIONA: capaz de unir en sostenibilidad a Wanderers y Everton

Santiago Wanderers de Valparaíso y Everton de Viña del Mar representan una de las rivalidades más encarnizadas del fútbol chileno. Sin embargo, la empresa R-ACCIONA logró unir a los dos clubes al  menos en materia de sostenibilidad. Ambas instituciones, a través de distintas acciones, son clientes de R-ACCIONA y están comprometidas en avanzar hacia una mejora de sus estándares ambientales.

“Buscamos vincular el deporte con el cuidado del medio ambiente, a través de la formación integral de los niños que practican deporte, no solo en materia ambiental, sino en intentar que sean buenos ciudadanos, y cultiven los valores deportivos como el respeto, el trabajo en equipo. A su vez, los motivamos a conocer los residuos, en cuáles se pueden recuperar para convertirlos en nueva materia prima”, dice Cristopher Villarroel, gerente general de R-ACCIONA, empresa que dentro de su amplia gama de acciones de gestión ambiental en la Región de Valparaíso, cuentan con una línea ligada a la sostenibilidad deportiva.

El trabajo citado en el párrafo anterior está más consolidado en Everton. En el complejo deportivo de Reñaca Alto, donde entrenan tanto el plantel de honor como las divisiones inferiores, el personal de R-ACCIONA ha emprendido distintas acciones como campañas de puntos verdes con madera reciclada, talleres con los niños y apoderados y acopio de cartón, vidrio, latas y botellas plásticas. “A veces incluso intervenimos los entrenamientos para mostrarles este servicio”, cuenta Villarroel. A este servicio pueden acceder tanto los jugadores del primer equipo como quienes hacen sus primeras armas en el fútbol.

En tanto, en el archirrival porteño, Santiago Wanderers, las activaciones han sido más puntuales, aunque -dice Villarroel- el compromiso de la dirigencia del club de Valparaíso apunta hacia acciones de largo plazo. Por ejemplo, el 13 de febrero pasado, en el partido de Wanderers contra Deportes Santa Cruz, válido por la primera fecha del torneo de Primera B, R-ACCIONA instaló ocho puntos de acopio de botellas plásticas para los hinchas locales y visitantes en el Estadio Elías Figueroa, en el marco de una campaña titulada “Estadio Huella Verde”. Con un público aproximado de 6.500 personas, R-ACCIONA logró recuperar más de 50 kilos de plástico y 20 kilos de cartón.

“Obviamente tuvimos reacciones buenas y malas, porque era raro para los hinchas que se pudiera reciclar dentro de un estadio. Pero en general la gente entendió que podía aportar al medio ambiente con un gesto simple de depositar las botellas en un contenedor”, recuerda Cristopher Villarroel, para quien es importante que esta campaña se extienda a todos los partidos en que Wanderers haga de local.

Pero, mirando con más profundidad el tema, el objetivo de R-ACCIONA es implementar campañas y talleres de sensibilización ambiental en las categorías inferiores en el campo deportivo de Mantagua, donde entrena Santiago Wanderers, y tener posibilidad también de capacitar al personal administrativo, los jugadores del primer equipo y a los entrenadores.

Del mismo modo, Villarroel asume que en materia de residuos que se generan en los estadios de Chile, hay mucho por hacer: “Hay que cambiar la manera en cómo funcionan los kioskos de los estadios, que usan mucho material desechable; los papeles que llevan los hinchas. Hay que intentar recuperar lo máximo posible que se genera en un estadio”.

Hay un tercer equipo con el que trabaja R-ACCIONA: Concón National, un equipo de esa ciudad que milita en Tercera División A, y que tiene 109 años de historia. Por ahora, R-ACCIONA es uno de los auspiciadores de la camiseta oficial de este club, que sueña con ascender al fútbol profesional (Segunda División). “Aún no hemos podido hacer campañas educativas, pero la idea es montar talleres, colocar puntos verdes y hacer a los integrantes del club partícipes de las actividades, hacerlo más íntegro”, cierra Villarroel.

Bettersport y el deporte: desde el rugby hasta el paddle

Lo primero que dice Sebastián Pacheco, gerente general de Bettersport, es que su empresa entiende la sostenibilidad en su más amplio concepto. Vale decir, explica el fundador de la marca, “nuestro objetivo es impactar en materia de sostenibilidad a todo el ecosistema deportivo. No solo el partido de fútbol o vóleibol, sino en cómo se produce la ropa deportiva, en el ahorro energético, en cuál es el impacto en la comunidad, y por qué no hablar de inclusión, equidad y pobreza”.

Dicho de otro modo, Bettersport busca trabajar en línea con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de Naciones Unidas enfocados en la actividad deportiva. En ese sentido, realizan diferentes acciones para cumplir sus propósitos: gestión sustentable en eventos deportivos, gestión de huella de carbono deportiva, consultorías en sostenibilidad, capacitaciones y programas para distintas comunidades, entre otras.

“No solo buscamos que las instituciones deportivas participan, sino también que otras marcas no necesariamente deportivas generen ese rol transformador para el cuidado del planeta”, comenta Sebastián Pacheco. De hecho, Bettersport trabaja de la mano con empresas no vinculadas al deporte como Colbún para impulsar la sostenibilidad en el deporte.

El foco de las iniciativas de Bettersport están centradas en rugby, hockey césped, paddle y fútbol, aunque ya han tenido conversaciones con la federación de triatlón, y también han trabajado con la federación de tenis, a través de distintas experiencias.

Con Colbún, por ejemplo, la empresa estuvo midiendo los gases de efecto invernadero generados por la Federación de Rugby camino al Mundial. En enero pasado, por ejemplo, hicieron tres activaciones para la Copa Verano de fútbol en Coquimbo, en la que participó el club Rosario Central de Argentina: se aplicó una tecnología suiza que logró reducir un 30 por ciento el gasto de agua, una campaña de estadio limpio y una limpieza de playa junto a los jugadores.

“Lo importante es que estas acciones no queden en algo puntual, sino que sean una estrategia de sostenibilidad a largo plazo”, relata Pacheco.

Volviendo al rugby, Bettersport tiene una alianza con el Cox Rugby Club, campeón de Chile, para intentar convertirlo en el primer club sostenible de Chile: “Estamos potenciando temas de ahorros de agua, de ayuda a la comunidad, pero la idea es que estas políticas perduren en el tiempo”, agrega Sebastián Pacheco.

Otra de las acciones tiene que ver con la gestión de los residuos dentro de los recintos deportivos. Por ejemplo, en el partido de rugby entre Chile y Estados Unidos, disputado en el Estadio Santa Laura, y que significó la clasificación de los Cóndores a su primer Mundial de la historia, Bettersport entregó bolsas ecológicas a los asistentes para que allí depositaran los residuos.

“Es impresionante la cantidad de residuos que se botan en los estadios y nos alegró mucho ver que los niños estaban muy entusiastas con las bolsas que les pasamos, y se lo transmitían a sus papás. Al final todo tiene que ver con la educación”, complementa el gerente general de Bettersport.

Hay varias otras ideas con respecto a la basura que se genera en cada espectáculo deportivo. Bettersport ya tienen conversaciones con otra federación para, por ejemplo, fabricar un lienzo a partir de las camisetas del color del equipo favorito de la gente, y mostrarlo colectivamente en el estadio. Otra idea es hacer un juego de sensibilización ambiental, en el que los arcos estén rellenos de basura y haya un espacio donde los chicos y chicas puedan insertar una pelota.

“Estamos convencidos de que el deporte puede ser una herramienta transformadora en materia de sostenibilidad. Lo hemos visto en Europa y Estados Unidos. Aspiramos a que más marcas se puedan sumar y ojalá también integrar al Ministerio del Medio Ambiente y al Ministerio del Deporte en esta tarea. También a los municipios. Necesitamos que todos los actores, públicos y privados, se sumen a la causa”, cierra Sebastián Pacheco.

Siker: camisetas de tela reciclada para Magallanes, Coquimbo y La Calera

Jorge Tapia, dueño y fundador de la empresa Siker, viaja dos o tres veces a China por razones de trabajo. En una de esas visitas, el año 2018, vio a un expositor chino que le cambió la manera de percibir las cosas en materia de indumentaria deportiva. “A las grandes marcas no les interesa este tema, porque la tela reciclada es entre un 23 y un 25 por ciento más cara. A ellas solo les interesa ganar más plata, ya que sus productos se venden solos”, comenta Tapia.

En su periplo por el gigante asiático, Tapia pudo atestiguar el trabajo que se realiza en China para recuperar material de las islas de plástico que lamentablemente ocupan una superficie importante del mar en aquella zona. Esta tela reciclada, hecha a partir de botellas plásticas PET, es la que importa Tapia para fabricar camisetas deportivas en su empresa Siker, ubicada en la puerta norte de Chile: Arica.

Actualmente Siker viste, con esta indumentaria deportiva a base de tela reciclada, a los clubes Magallanes, Coquimbo Unido y Unión La Calera, de la primera división del fútbol chileno. Sin embargo, tienen un sinfín de pedidos y clientes en las ligas amateur de fútbol desde Arica a Punta Arenas. De los tres clientes de clubes profesionales, consigna Tapia, Magallanes y Coquimbo Unido son los más entusiastas y comparten en sus redes lo que implica contar con camisetas recicladas en el plantel, además de otras acciones ambientalistas.

“Yo mismo me considero ambientalista, tengo plantas recuperadoras de agua en mi casa, áreas comunes con paneles solares. Adquirí en 2019 una planta recicladora de ropa en desuso”, complementa Jorge Tapia, quien revela un proyecto que verá la luz a partir de octubre y se concretará a fin de año: Siker recuperará la indumentaria deportiva que usó Magallanes en los últimos dos años -camisetas, shorts, medias y otras- para hacer pluma sintética que se usará como relleno en las parkas que ocupará el equipo.

“La idea es que ocupen las prendas lo máximo que puedan. Ellos siguen usando la ropa que les entregamos hace tres años. El primer equipo luego se la pasa al fútbol joven. Lo que pasa es que esto es posible porque el dueño de Magallanes -el empresario Cristián Ogalde- está en la misma dirección nuestra”, complementa el fundador de Siker.

Tapia destaca, del mismo modo, el compromiso ambiental permanente de Magallanes. Hasta hoy, por ejemplo, por cada gol que convierte el club “carabelero” se planta un árbol. La misma tónica se repite en Coquimbo Unido, club que cada vez ha ido adquirido más hábitos en materia de sustentabilidad.

Además, cuenta Tapia, las camisetas de Magallanes  incorporaron tecnología antibacteriana que desarrolla la empresa COPPTECH, y eso, según él, contribuye al cuidado del medio ambiente: “Al ser antibacteriano, antihongos, antiácaros, se eliminan los malos olores y se promueve el uso por más tiempo. Se ahorran muchos litros de agua potable, hay ahorro de detergente, de energía, por todos lados es positivo”. De hecho, Magallanes jugó sus partidos de Copa Libertadores con esa camiseta reciclada y antibacteriana, y también lo hará ahora en su debut en Copa Sudamericana. Esta tecnología también la está incorporando Coquimbo y La Calera.

“Tengo muchos interesados de otros equipos de primera división”, asegura Jorge Tapia, para quien este tema no es muy importante en el mundo deportivo. “Yo no quiero un negocio para simplemente ganar plata: quiero hacer algo distinto. Incluso dentro del directorio de la empresa, hubo gente que se opuso a esto, porque son varios millones de pesos más”, dice Tapia, chañaralino de nacimiento y ariqueño adoptado, quien además es el dueño del grupo Gruponor, que brinda otro tipo de servicios, más vinculados a la gran minería.

En esa misma orientación, Siker tiene otros proyectos pactados con Magallanes: la próxima ciudad deportiva del “Manojito de claveles” tendrá altos estándares de sustentabilidad, con paneles solares, y la empresa de Jorge Tapia aportará con tecnología para poder recuperar el agua del regadío de las canchas. “Es impresionante la cantidad de agua que se gasta al regar. Es tanta, que a los clubes les da vergüenza admitirlo. Y lo hacen con agua potable, porque ninguno tiene agua de pozos. Con esta tecnología que traje, seremos capaces de recuperar 40 mil litros diarios de agua”, apunta.

Por si esto fuera poco, Siker también ha sido muy innovador en términos de diseño de las camisetas. Anteriormente trabajaron con el club San Marcos de Arica, con el que trabajaron en el diseño de la camiseta alternativa que evocaba la “wiphala”, la bandera representativa de los pueblos originarios, sobre todo de la filosofía andina. Del mismo modo, y aunque ya se agotó, Siker bosquejó una camiseta de recambio roja de Magallanes con los motivos de la cultura selknam. Este 2023, por último, participaron en la creación de una segunda camiseta de Coquimbo Unido, cuyo dibujo recuerda el famoso tesoro de Guayacán. “Es la que más se vende”, asegura Tapía.