El pasado 31 de julio, la Asociación de Alimentos y Bebidas de Chile (AB) Chile lanzó oficialmente el primer Sistema de Gestión (SIG) de residuos para el reciclaje del país, en el marco de las obligaciones impuestas por la Ley REP. Y aunque fue su presentación formal, hoy este sistema se encuentra aún en proceso de conformación legal con apoyo del Centro de Libre Competencia de la UC -con las primeras reuniones con la FNE, el TDLC y la ceración de sus estatutos-, con el objetivo de estar constituido legalmente en agosto de 2020 como fecha ideal.
Mientras, ya está empezando a delinear sus equipos y, principalmente, llevando el sistema a la calle para empezar a poner a prueba tanto el trabajo de los gestores de residuos como la participación de la ciudadanía. Para ello realizaron las primeras licitaciones para la recolección domiciliaria de residuos reciclables en Providencia, Quilicura y Colina, donde el proceso -en materia de convocatoria de empresas- no fue tan exitoso como pensaban.
Esto, sumado a las dificultades de infraestructura en al resto de la cadena de valor del reciclaje, llevaron a AB Chile a solicitar que, al menos los primeros cinco años, las metas sean más bajas a las estipuladas en el anteproyecto del decreto de metas de recolección y valorización fijadas por el Ministerio del Medio Ambiente.
“Necesitamos cinco años para que la gente sepa que estamos reciclando, para que aparezcan más valorizadores, más clasificadores, y cuando tengas todo eso funcionando es mucho más fácil tener un crecimiento exponencial. Recolectar en las casas es bastante simple, pero distinto es que te pasen el material. Poner un camión no es tan difícil, es costoso, pero es distinto que ese camión se llene. Lo que queremos es que esto sea factible de realizar”, dice Isidro Pereda, gerente general del SIG de AB Chile, al momento de abordar en esta entrevista el avance del sistema.
Hoy está conformando su equipo de trabajo, donde el SIG operará igual que cualquier empresa. Tendrá un área legal preocupada de los contratos, áreas comerciales para el control de operaciones y para el vínculo con las empresas reguladas, y otra encargada de la venta de los residuos reciclables. Y áreas sistémicas, para el cuidado de los datos y para el reporte al Ministerio del Medio Ambiente tiene que ser súper robusto. Un organigrama que debiera estar completamente definido en 2021.
“En esta etapa de setup, tengo ya dos personas que me están ayudando: Melisa Gómez en operaciones, que está a cargo de todo el pilotaje de Providencia y lo que vamos a hacer en Quilicura y Colina. Ella está viendo todo el relacionamiento con los gestores y con el municipio, ahí actuamos como intermediario entre lo que los gestores hacen y nuestra relación con el municipio. Y en septiembre ingresa Natalia Silva, que se va a hacer cargo de la gerencia técnica, que tiene que ver con el tema de ecotarifario, que es un tema relevante para nosotros el siguiente año, y todo el tema también de ecodiseño.
¿Cuál es el principal rol de esta gerencia?
Nosotros queremos que esta gerencia técnica nos traiga lo mejor que se está haciendo afuera en términos de ecodiseño y tarifario, y este vínculo técnico lo estamos pensando en que sea el vínculo con los otros sistemas de gestión. Nosotros tenemos que aprender mucho de otros sistemas de gestión, que llevan 20 años en esto, y este vínculo técnico nos va a ayudar en que este sistema sea más eficiente.