Insamar: el “camino verde” de la empresa con más de medio siglo de historia en recauchaje de neumáticos
La empresa de larga tradición familiar es un actor preponderante en la industria de recauchaje de neumáticos, al punto de demostrar que un neumático recauchado requiere un 50% menos de la energía necesaria para la fabricación de uno nuevo, por lo que logra reducir emisiones de gases de efecto invernadero. Hoy participa directamente de la discusión de la Ley REP y su gerente general Darío Andreani se adjudicó un prestigioso premio internacional. Sin embargo, empresas anexas agrupadas bajo el paraguas de Andreani Logística trabajan otras líneas de negocios como la reutilización de su residuo en polvo para baterías de electromovilidad.
Cuando Insamar vio la luz en 1957 bajo el nombre de Recauchaje en Frío Andreani nada se hablaba de huella de carbono o de emisiones de gases de efecto invernadero. Esos conceptos, que con el caleidoscopio actual parecen de perogrullo, no estaban en la mesa de esta empresa pionera en recauchaje de neumáticos. Lo suyo era intentar reinsertar en el mercado los neumáticos ya que los nuevos que llegaban importados tenían un valor inalcanzable.
Hoy, en cambio, el enfoque medioambiental cruza todas las líneas de trabajo de Insamar, compañía que adoptó ese nombre desde 1969. Su gerente general y heredero de este negocio de tradición familiar, Darío Andreani, ingresó en 2008 a la empresa y comenzó de inmediato a introducir estrategias de cuidado al entorno, con especial énfasis en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Se calcula que unas 140 mil toneladas de residuos de neumáticos se generan cada año en Chile, de las cuales solo un 17% se gestiona racionalmente.
“Cuando Insamar partió no se pensaba en las emisiones. Se hacía porque no había neumáticos en Chile, eran caros. Insamar fue la primera planta de reciclaje en Chile y recauchábamos 15 mil neumáticos mensuales, a veces con tres turnos. Por supuesto con una tecnología inferior a la que tenemos hoy. Sin embargo, es difícil calcular si ahora recauchamos más o menos, porque antes no había medición. Antes reciclábamos neumáticos de auto, pero ahora son baratos, por lo que lo que más recauchamos con los de camión. Siendo así, quizás hoy recauchamos menos neumáticos, pero la cantidad de caucho recuperada es mucho más alto”, explica Darío Andreani.
Apenas ingresó a la empresa, Darío -ingeniero civil y comercial de formación- logró investigar cuán grande es el impacto que genera la industria del neumático en Chile. Y el dato fue muy macizo y concluyente: la fabricación de un caucho reciclado demanda la mitad de la energía que demandaría la fabricación de uno nuevo. Con esa constatación, partió al Ministerio del Medio Ambiente en el año 2012, y desde ese encuentro Insamar se convirtió en un actor clave en la discusión de la Ley REP, centrado en el reglamento del producto prioritario neumáticos.
“Ellos quizás no sabían muy bien cómo reducir emisiones en el ítem neumático y se interesaron en nuestra propuesta. Participamos en un Acuerdo de Producción Limpia (APL) y luego formamos una asociación gremial que se llama Asociación de Recauchadores y Renovadores de Neumáticos (ARNEC). De esa manera nos invitaron a colaborar en el desarrollo de la ley”, agrega Andreani, cuya planta se encuentra en el sector de Curauma, en la comuna de Valparaíso, y logra recauchar neumáticos desde el aro 17 al 24.
No había otra empresa con más experiencia que ellos en el rubro. De ahí en más se convirtieron en un referente en la industria y un acompañamiento clave para otras empresas que querían seguir el mismo camino trazado. “Insamar fue el laboratorio donde descubrimos la importancia de la cuantificación del impacto del recauchaje, fue un trampolín para colaborar en la ley. Este ‘camino verde’ nace en Insamar, a través de un laboratorio de investigación que armamos, que nos permitió medir y acercarnos al Ministerio del Medio Ambiente”, complementa su gerente general.
“Insamar fue el laboratorio donde descubrimos la importancia de la cuantificación del impacto del recauchaje, fue un trampolín para colaborar en la ley REP”.
El mismo Andreani reconoce que en estos 13 años bajo su administración se esmeró en “modernizar la empresa” y “hacer una transformación tecnológica”, en términos coloquiales, “del ábaco al siglo XXI”. El hecho de contar con trazabilidad, dice él, le permitió “tener a mano información para tomar mejores decisiones, de que no solo implica ahorro económico usar neumáticos recauchados, sino que redunda en una reducción sustancial de emisiones y eso tiene un impacto”. Del mismo modo, añade, “pensar en el tema del medioambiente requiere una inversión mayor, pero al final todo se recompensa a mediano y largo plazo”.
Este nivel de innovación y, por qué no, de trayectoria le hizo acreedor de un prestigioso premio de la industria a Andreani. A mediados de marzo, el socio de Insamar recibió una distinción como “mejor director de compañía” en los Recircle Awards, una suerte de “Oscar de la industria del recauchaje de neumáticos”, organizado por dos medios especialistas ingleses -Retreading Business y Tyre and Rubber Recycling- y patrocinado por Autopromotec.
“Cuando comencé mi carrera en la industria en 2008, jamás imaginé que podría llegar a ser merecedor de este reconocimiento”, señaló Andreani en su cuenta personal de Instagram, al conocer la obtención del premio.
Esta distinción, sin duda, los posiciona aun más como referentes en la materia en Chile. Por lo mismo, y ante la reciente aprobación de las metas de recolección para neumáticos dentro de la Ley REP, Andreani valora que el criterio impuesto haya sido la recolección diferenciada por regiones.
Insamar: solo una parte del conjunto
Insamar, aclara Andreani, solo se ocupa del recauchaje de los neumáticos, pero a través de Andreani Logística, el empresario gestiona toda la cadena de valor del neumático. “Nosotrros controlamos, importamos, distribuimos, recolectamos, reciclamos y recauchamos”, especifica. Y las soluciones, en ese contexto, no solo pasan por el recauchaje, sino también con el reciclaje y revalorización de los residuos del neumático.
“A través del laboratorio hicimos otro tipo de investigación que nos permitió convertir el polvo inerte del residuo del neumático en grafito y luego en grafeno que se puede usar en ánodos para baterías de electromovilidad. Entonces es interesante ocupar para baterías los residuos de neumáticos”, dice Andreani, cuyo otro proyecto en desarrollo es lograr fabricar casas a partir de estos residuos, mezclados con otros ingredientes y, desde luego, con hormigón. “Hemos visto que la combinación da una serie de características para hacer murallas con aislación térmica y acústica”, acota él.
Del mismo modo, se han especializado en el desarrollo de softwares de control de gestión del proceso productivo del neumático desde que entra hasta que sale. “Eso nos ha permitido controlar el desgaste de la flota, ahorros en emisiones, reducciones”, puntualiza.