Luciana Pellegrino, de la World Packaging Organisation: “Nuevas tecnologías como el ‘internet de los envases’ permiten una mayor sostenibilidad”
La Organización Mundial del Embalaje (WPO) reúne a diversas entidades de más de 60 países y su presidenta, la brasileña Luciana Pellegrino, está en Chile participando en la feria CIRCLEPACK 2024: “Nueva mirada del packaging”, organizada por el Centro de Envases y Embalajes de Chile (CENEM). En entrevista con País Circular, Pellegrino habló de los desafíos e innovaciones de la industria en materia de diseño y materialidades, con énfasis en la eficiencia en el uso de los recursos. Entre las novedades, habló del IoP (internet of packaging), técnica que permite al envase “comunicarse” con el consumidor para entregar información, por ejemplo, sobre su trazabilidad, indicaciones de reciclaje, cuidados, entre otros.
En el comercio los envases y embalajes cumplen una función primordial, pues permiten conservar, proteger, almacenar, y transportar los productos, entre muchas otras funciones. Así, a medida que aumenta la población, y crece el consumo, se requieren también más envoltorios. Con un crecimiento a tasas sobre el 4% anual, el packaging es una industria que consume grandes cantidades de recursos y de energía, al tiempo que es fuente de investigación y desarrollo permanente. En medio de la crisis climática, este rubro se reinventa, innovando y buscando tecnologías que le permitan transitar a la sostenibilidad.
Una entidad que ha impulsado esta evolución es la World Packaging Organisation (WPO, Organización Mundial del Embalaje), federación no gubernamental y sin fines de lucro fundada en 1968, que actualmente reúne a asociaciones gremiales, organizaciones profesionales, y otros actores del mundo del embalaje, de más de 60 países.
La presidenta de la WPO y también directora ejecutiva de la Asociación Brasileña de Embalaje (ABRE), Luciana Pellegrino, se encuentra por estos días en Santiago, para participar de la feria CIRCLEPACK 2024: “Nueva mirada del packaging”, donde se han dado cita cerca de 200 expositores de más de 20 países, representando en total a más de 300 marcas. Esta feria, organizada por el Centro de Envases y Embalajes de Chile (CENEM), estará abierta al público hasta hoy, 18 de abril, en Espacio Riesco.
Para conocer sobre las tendencias y los desafíos de la industria de packaging a nivel mundial, País Circular conversó con Pellegrino, quien es licenciada en Administración de Empresas y posee una especialización en Ciencias Ambientales.
-¿Qué destacaría de la feria la CIRCLEPACK 2024?
Bueno, esta es la tercera edición de la feria y me parece que está muy interesante, ha crecido mucho, con bastante participación efectiva de empresas tanto de Chile como de otros países, como Perú, Italia, Brasil.
Es posible observar que el mercado de Chile es bastante dinámico, hay muchas visitas en la feria, personas, empresas, instituciones que buscan innovaciones, tecnologías, novedades en materia de packaging.
Estuve en Chile hace unos años, en un evento más pequeño, así que me impresionó ahora esta feria tan grande. Creo que el Centro de Envases y Embalajes de Chile (CENEM) ha desarrollado un gran trabajo para organizar este feria que reúne la industria con la posibilidad de traer equipos, equipamientos, con la posibilidad de exponer envases distintos, de distintos materiales, con distintas tecnologías. CENEM ha trabajado muy bien para dar más importancia a este evento y marcar un momento importante para la industria del packaging y, obviamente, para las industrias que usan packaging.
-¿Por qué es importante que haya expositores de otros países, y que la feria sea un espacio colaboración en la industria?
Esto es fundamental, porque se necesita de muchas tecnologías y un solo país no tiene toda la tecnología, entonces vemos empresas de otros países, que traen otras soluciones, que no están disponibles en Chile y eso va a añadir valor para la industria de packaging acá.
Al mismo tiempo, esta colaboración permite buscar juntos otros caminos para avanzar en los desafíos comunes. Por ejemplo, en relación a la circularidad en el packaging, algunos expositores traen experiencias sobre cómo se ha desarrollado y avanzado en sus regiones, en su país, como por ejemplo en Brasil o Italia. Vienen también inspirar y promover que la industria de Chile desarrolle nuevas soluciones de envases más sostenibles.
-CIRCLEPACK 2024 ha puesto mucho énfasis en la circularidad de los envases y embalajes, en el sentido de no verlos como basura luego de un primer uso, sino como materia prima para nuevos productos, ¿cuánto se ha avanzado en ese sentido y cuáles son los principales desafíos?
Trayendo un poco de contexto sobre este tema, hay que recordar que hace solo 74 años, en 1950, la población mundial era de 2.500 millones de personas. En el año 2000 alcanzamos la marca de 6.000 millones de personas, hoy en día somos 8.000 millones, y en 20 o 30 años vamos a ser 10.000 millones de personas en el planeta. Entonces, claramente la demanda por productos ha crecido de manera exponencial en solo siete décadas, ha crecido de manera exponencial en relación a lo que era hace más de 200 años, cuando a partir de la Revolución Industrial comenzó el método de producción que llamamos economía lineal, donde se extrae un material, se manufactura un producto que es vendido y consumido, y que entonces era simplemente desechado, es decir, ya no lo necesito más.
Pero como sociedad tenemos la conciencia de que tenemos que cambiar este modelo a lo que llamamos economía circular. Esto significa que ese envase, que permitió llevar un producto a un consumidor para su bienestar, para lo que fue concebido, ese envase tiene un valor muy grande como un recurso, porque es una materia prima y, en general, es una materia prima de gran calidad, porque los envases requieren materia prima de buena calidad para tener seguridad en la protección de los productos. Es con eso con lo que trabajamos hoy para traer esta circularidad a la sociedad y así seguir con disponibilidad de recursos naturales por más tiempo para atender la sociedad en el futuro.
Hay muchos retos en este sentido. El primero de ellos -que en Chile es importante destacar que ya está bien adelantado- es tener una reglamentación clara, y acá en Chile tenemos la Ley REP, que trae muy claramente una dirección, unos lineamientos, no solamente para la industria, sino para toda la sociedad pero a la sociedad, para las alcaldías, por ejemplo, el gobierno, cuál es el rol de cada uno para contribuir a esta agenda.
Entonces, el primer paso tener una reglamentación, que trae una visión común. Ahí tenemos, por ejemplo, a los municipios trabajando en programas de recolección selectiva de los envases, porque ellos sí alcanzan a toda la sociedad, a todo su territorio. Por parte tenemos a la industria trabajando en tecnologías de envases, para que sean diseñados para el reciclaje, que tengan sus componentes de manera que sean compatibles con las tecnologías de reciclaje; y también la Industria alimentaria, de bebidas, trabajando con socios estratégicos para recolectar los envases y reciclarlos. Y un último punto, que es muy importante, que son las personas, los consumidores, cómo involucrar a los consumidores para que cuando consumen un producto desechen el envase de la forma adecuada para ese programa de reciclaje. Este es un paso que tenemos que dar y es un tema que escuché acá en CIRCLEPACK, que es cómo las marcas pueden traer un mensaje más claro, por ejemplo, en el panel frontal de los envases, para hablar sobre este tema con los consumidores, decirle cuánta materia reciclada lleva, cómo se hace para reciclarlo.
El punto es que tenemos que trabajar al mismo tiempo, de manera sistémica, en pro de este objetivo común.
-¿Dirías que ese es un nuevo desafío, tener un etiquetado más claro?
No diría que sea un desafío a partir de ahora, sino que se debe profundizar. Hay que decir que en Chile la industria ha sido muy adelantada en el tema del etiquetado; en materia alimenticia fue la primera industria en la región de Latinoamérica en traer toda la información nutricional en la etiqueta, y ahora con la Ley REP se van incluyendo más datos o información acerca de cómo desechar un envase para el reciclaje.
Más que un reto es un plan que se ha desarrollado. Las marcas que ponen su producto en el mercado siguen trayendo información más clara al consumidor, para que podamos educarlo, hablarlo de manera más objetiva en este momento de consumo.
“Como sociedad tenemos la conciencia de que tenemos que cambiar este modelo (de economía lineal) a lo que llamamos economía circular. Esto significa que ese envase, que permitió llevar un producto a un consumidor para su bienestar, para lo que fue concebido, ese envase tiene un valor muy grande como un recurso, porque es una materia prima”.
-En materia de innovación, ¿cómo ves los avances en ecodiseño y en materiales no solo reciclables, sino también biodegradables?
Esto es muy interesante, porque son tecnologías que, como industria, vamos desarrollando. En el tema de diseño para el reciclado vamos a ocuparnos de componer un envase en su estructura principal -rótulo, etiquetado, tapa, etc.- que tenga una viabilidad, que sea de manera más fácil, menos costosa. Ahí hay tecnologías, por ejemplo, hoy están los llamados barnices de barrer, que permiten tener un envase con una estructura simplificada y así más fácil de ser reciclada, porque este barniz de la protección necesaria al producto para el que fue concebido. Cada producto pide a un tipo de protección, por ejemplo, para que no se descomponga, para que llegue de manera oportuna a los consumidores, de manera segura.
Por otra parte, también se está trabajando en envases que sean compostables y acá en la feria CIRCLEPACK también hay tecnologías para este tipo de materiales. En este tema, lo mismo que con los materiales reciclables, es relevante decir que para que se complete el círculo se debe seguir tanto la cadena de compostaje como la cadena de reciclaje, según sea el caso. Porque un material que sea compostable, pero no tiene un compostaje adecuado, sin acceso a oxígeno, a luz, a microorganismo, se va a descomponer y generar gas metano, gas CO2. Por ejemplo, acá en Chile, si ese material va a parar a un relleno sanitario que tiene la tecnología para recuperar ese gas, entonces okey, pero si va a parar otro un vertedero que no es tan controlado y no tiene esa tecnología, entonces genera esos gases de efecto invernadero. Entonces no solo debemos preocuparnos del material, sino que también de cómo va a ser tratado, para que tenga un impacto positivo y no un impacto negativo.
-¿Cuáles son las tendencias actuales para una mayor eficiencia y sostenibilidad de los envases y embalajes?
Existe un fuerte énfasis en el uso eficiente de los recursos naturales, donde la manufactura con material reciclado es muy relevante. Tener un diseño para el reciclaje permite que esos recursos tengan una vida más larga y, al mismo tiempo, es interesante de dónde viene esta materia prima, si es de una fuente renovable. Y para saber eso es necesaria la trazabilidad.
También hay una tendencia hacia la funcionalidad de los envases, para la inclusión, para que puedan ser manipulados por personas que tengan alguna dificultad, que efectivamente cumplan con su usabilidad.
En estos puntos juegan un rol las nuevas tecnologías. Por ejemplo el IoP (internet of packaging), el internet de los envases, que permiten la trazabilidad del packaging y del producto, garantizar que estuvo en las condiciones adecuadas en todo el proceso de distribución, por ejemplo, o saber de dónde viene. Principalmente, el internet de los empaques también puede traer la comunicación avanzada con los consumidores, con tecnologías de código QR que se posibilite de manera digital, o una realidad aumentada, o una iteración avanzada, que el empaque “se comunique” con el consumidor con su celular.
Hablamos de un empaque que traiga más servicio al consumidor, y que a la vez permita una mayor eficiencia en la cadena de suministro, en la cadena de abastecimiento. Hacer sostenibilidad con eficiencia, porque implica el uso de energía, uso del agua, datos sobre la huella de carbono en la distribución, por ejemplo. Tenemos que traer también todo ese servicio a la sociedad y, por supuesto, la experiencia de consumo, porque al final nos estamos conectando con personas; debemos ver cómo agregar valor para ese consumidor.
-¿La IoP también permite hacer educación, por ejemplo lo que mencionabas del tratamiento de los materiales, si son para reciclaje, para compostaje?
Sí, esta tecnología de internet de los empaques abre la posibilidad de que, por ejemplo, por medio de un código QR, la marca habla con su consumidor, referente a cómo es el reciclaje, si debe estar seco o no, saber si va con su etiqueta o no, o cómo saber si es un material que es compostable. Informarle que si es un material compostable no puede seguir para una cadena de reciclaje porque la contamina, porque los materiales que van a la cadena de reciclaje necesitan ser inertes y tener una durabilidad para que puedan pasar por otro proceso productivo. Entonces hay que educar a los consumidores, y toda esta digitalización abre un mundo muy grande de posibilidades de dar más datos y más información a los consumidores.