Potes de yogur podrán reciclarse para fabricar nuevos envases de alimentos gracias a innovador proyecto colaborativo
Ampliamente utilizado para la fabricación de recipientes para bebidas lácteas, el Poliestireno de Alto Impacto (PAI), una vez reciclado, no se puede usar para fabricar contenedores de alimentos. Eso es hasta ahora, pues gracias a una investigación impulsada por la Asociación Gremial de Industriales del Plástico (ASIPLA), en conjunto con el Centro de Innovación de Envases y Embalajes (Laben Chile) de la Usach, así como empresas de reciclaje y compañías de productos lácteos, los envases de yogur reciclados podrán ser usados como materia prima secundaria para el mismo uso. Luego de cuatro años de trabajo, donde se han realizado multiplicidad de pruebas -en Chile y España-, se ha comprobado la inocuidad y rendimiento mecánico de los nuevos envases, para pasar ahora a la etapa escalamiento del proyecto.
El año pasado en Chile se usaron 1.356 toneladas de plástico, de las cuales el 48% estuvo destinado a la fabricación de envases. Esta cifra, entregada por la Asociación Gremial de Industriales del Plástico (ASIPLA) en su Informe Estadístico de la Industria del Plástico 2022, da cuenta de la relevancia del sector envases en el uso de este material. Considerando los cuestionamientos al uso del plástico por la contaminación que ha provocado el mal manejo de sus residuos, y en el marco del reciente inicio de la implementación de la Ley REP para envases y embalajes (que incluye papeles y cartones, vidrios, plásticos, metales y cartones para líquidos), la industria avanza cada vez más hacia nuevas alternativas para una utilización más sustentable de este versátil material.
En esta tarea, la innovación y la colaboración son fundamentales. Es así como una investigación que se ha realizado durante cuatro años está dando frutos que significarán una considerable reducción de incorporación de materia prima virgen, gracias al reciclaje de los potes de yogur para ser usados en nuevos potes con la misma finalidad. Se trata de un trabajo conjunto de la industria del plástico, la academia y empresas del sector privado, en la búsqueda de lograr la mayor circularidad en el uso de este material.
Hasta ahora, la materia prima secundaria obtenida de este tipo de plástico (PAI) no podía ser usada para volver a tener contacto con alimentos. De hecho, el único plástico que permitía incorporar materia prima reciclada en envases en contacto con alimentos era el PET (Tereftalato de polietileno), usado principalmente para la fabricación de botellas de bebidas, jugo, agua y otros líquidos, y que una vez reciclado (rPET), se usa para elaborar otro tipo de envases, como bandejas y clamshells (cajas tipo ostra) para fruta fresca; además, se puede usar para hacer nuevas botella, mediante la tecnología “Bottle to Bottle”.
Gracias a la mencionada investigación, al PET ahora se sumará el Poliestireno de Alto Impacto (PAI), ampliamente utilizado para fabricar envases de yogur. Así, en la fabricación de estos envases se podrá incorporar un porcentaje de material reciclado postindustrial en láminas de estructura A-B-A, donde A corresponde a resina virgen y B a resina reciclada.
El trabajo fue liderado por ASIPLA junto a las principales empresas lácteas del país (Soprole, Watt’s, Nestlé y Colun); la empresa transformadora de envases plásticos Coexpan; la empresa de reciclaje REPS (ex Cono Sur); y el Centro de Innovación de Envases y Embalajes, Laben Chile, de la Universidad de Santiago de Chile (Usach).
Luego de realizar pruebas técnicas en Chile y España, en las que se expuso el material a distintos contaminantes químicos, llegaron a resultados que cumplen con los requerimientos de inocuidad y rendimiento mecánico para estos envases en contacto con alimento, en línea con las exigencias de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Lo anterior, además, fue corroborado por un reciente paper técnico del instituto Fraunhofer (Alemania), que avala el modelo de barrera funcional A-B-A con material reciclado.
Magdalena Balcells, gerenta general de ASIPLA, explica que “tenemos que recordar que al ser Chile un país en desarrollo, no un país desarrollado, no existen dentro de las industrias, por sí solas, todos los recursos, tanto financieros y humanos, para lograr estos avances. Tampoco existe el conocimiento suficiente para poder avanzar en estas líneas de innovación; e incluso en los países desarrollados es muy raro ver este tipo de avances”.
“Al ser Chile un país en desarrollo, no un país desarrollado, no existen dentro de las industrias, por sí solas, todos los recursos, tanto financieros y humanos, para lograr estos avances”.
Inocuidad del envase
La gerenta general de ASIPLA agrega que es importante buscar innovación en el manejo de estos recipientes porque, a pesar de ser un material de uso masivo, no se ha visto como un material valioso que puede ser reincorporado en la cadena productiva. Además, destaca que gracias a los avances tecnológicos es posible testear con seguridad la inocuidad del envase.
María José Galotto, investigadora del Centro de Innovación de Envases y Embalajes, Laben Chile, de la USACH, explica que “el PAI es un material utilizado para la elaboración de potes de yogur y se ha demostrado que el uso de poliestireno reciclado con barrera funcional cumple las exigencias de inocuidad alimentaria que se requiere para su uso en contacto directo con alimentos”.
“Este proyecto aborda uno de los aspectos más importantes que tiene que trabajar la industria, que dice relación con la necesidad de fomentar el uso de material plástico reciclado, y de este modo, garantizar la incorporación del nuevo modelo de desarrollo económico basado en la economía circular al área de envases. Esto permitirá disminuir la generación de residuos y la valorización de los mismos, acorde con la Ley REP (Ley 20.920, que “Establece marco para la gestión de residuos, la responsabilidad extendida del productor y fomento al reciclaje”)”, agrega la Dra. Galotto, académica del Departamento de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la Facultad Tecnológica de la Usach.
Respecto a la participación de las empresas de lácteos, han estado haciendo pruebas para evaluar la vida útil de los nuevos envases, lo que ha permitido tomar muestras para asegurar la calidad del producto, una vez realizados los ensayos de inocuidad alimentaria.
“Este proyecto aborda uno de los aspectos más importantes que tiene que trabajar la industria, que dice relación con la necesidad de fomentar el uso de material plástico reciclado, y de este modo, garantizar la incorporación del nuevo modelo de desarrollo económico basado en la economía circular al área de envases”.
El proceso de reciclaje
Cristián Miquel de Castro, R&D Global PMO de Coexpan, detalla el proceso para llevar a cabo la reincorporación de los envases. Es así como destaca que lo principal es contar justamente con la materia prima, que en esta primera etapa proviene de la industria láctea con los descartes del proceso de termoformado de los envases de yogur FFS (Form, Fill & Seal), tiras, estrellas y envases vacíos libres de contenido orgánico.
“Luego, contar con una empresa que pueda realizar el proceso de reciclaje de poliestireno donde se efectúe la secuencia de lavado y separación de los envases de las etiquetas y tapas. Y por último, el proceso de conversión y transformación nuevamente en lámina plana. En Coexpan contamos con tecnología de coextrusión multicapas, donde posicionamos el material reciclado en una proporción de la capa media para obtener la seguridad alimentaria y cumplimiento de normativas vigentes”, indica.
Las siguientes etapas del proyecto consideran escalar el reciclaje incluyendo a comunidades y velando por la circularidad del proceso en sus diferentes ámbitos. El representante de Coexpan destaca que, además, se debe diseñar el proceso de reciclaje con lavado renovable para que el agua “sucia” con yogur pueda ser tratada y recirculada.
“En Coexpan contamos con tecnología de coextrusión multicapas, donde posicionamos el material reciclado en una proporción de la capa media para obtener la seguridad alimentaria y cumplimiento de normativas vigentes”.