The Ropantic Show: diseño de eventos para hacer circular la ropa y renovar el closet de forma sustentable
La chilena María José Gómez fundó en 2011 su emprendimiento en Barcelona. Comenzó implementando campañas de prevención de residuos textiles y hoy, ya de vuelta en nuestro país, conformó una productora de eventos cero basura que promueve el intercambio de ropa que la gente tiene en desuso en su propio armario. Con ello, logra estimular el consumo textil inteligente: se renueva el closet de una forma más económica y se le da una mano a un planeta agobiado por una infinidad de desechos textiles que van a parar a los vertederos.
En su estadía de 12 años por Barcelona, la chilena María José Gómez asimiló todas esas buenas prácticas de gestión de residuos textiles que no existen en nuestro país. En la capital de Cataluña, de hecho, existen plantas de reciclaje textil que contribuyen a alargar la vida útil de las prendas. Ella, en tanto diseñadora y artista textil, empezó a participar en talleres de reciclaje de ropa, motivo por el cual fue convocada por el gobierno catalán para implementar y diseñar en Barcelona la campaña de prevención de residuos que se realiza durante dos semanas en toda Europa. Así nació la campaña “Renova la teva roba” (“Renueva tu ropa”, en español).
Ese acontecimiento, ocurrido en 2011, fue el punto de partida de The Ropantic Show, un proyecto que hoy está instalado en Chile, y que consiste en una productora de eventos sustentables que promueve el consumo responsable e inteligente de la ropa, a través del intercambio de prendas, con el objetivo de desincentivar la moda actual del fast fashion, mediante el cual se produce una cantidad estratosférica de ropa, a bajos precios y con un alto impacto medioambiental.
“The Ropantic nació como la primera campaña de prevención de residuos textiles. Funciona hasta el día de hoy. Este año será el noveno ciclo. Dejé implementado en Barcelona un sistema de autogestión. En 2011 levantamos 26 puntos de intercambio de ropa, más talleres y charlas, en plena crisis económica por el tema de los ‘indignados’. Hoy tienen una cantidad mucho más grande”, cuenta Gómez, oriunda de Concepción, sobre el legado que dejó en la ciudad de la Sagrada Familia.
Esa experiencia en medio de la convulsión social que atravesaba España fue un caldo de cultivo para la organización barrial de las personas. “Había mucho trabajo colaborativo”, recuerda María José, “las tiendas de un punto prestaban los colgadores y los percheros, eso allá en Europa es fantástico, cómo tienen de incorporado el concepto del bien común”.
Tras la exitosa incursión en territorio catalán, Gómez fue llamada por la marca de detergente Ariel para emprender similar evento en el Museo ABC de Madrid, donde recién pensó en planificar en un modelo de negocios. “Ahí empecé a pensar que esto podría ser un proyecto independiente, de autogestión, yo dejé un manual de uso, capacité a cada uno de los grupos que participó ahí, por eso lo hacen allá todos los años”, dice la directora del proyecto.
“Hay encuestas que dicen que si hay ropa que no has utilizado durante un año, no te la vas a poner más. La ropa pasiva del closet es nuestra moneda de cambio”.
El regreso a Chile
María José retornó a Chile en 2013. En 2015 quiso relanzar el proyecto, pero chocó con un sinfín de puertas. Tras la adjudicación de un CORFO, sin embargo, The Ropantic Show nació como una productora de eventos sustentables en 2017.“Lo que hacemos nosotros es diseñar experiencias creativas para hacer circular la ropa”, explica la fundadora de The Ropantic Show.
La diseñadora parte de la premisa de que la ropa genera un impacto ambiental y social real. Que hay una sobreproducción de prendas y, para colmo de males, en Chile no existen plantas de reciclaje textil. Lo que queda, por lo tanto, es reducir la compra o bien reutilizar o intercambiar las prendas.
“Hay encuestas que dicen que si hay ropa que no has utilizado durante un año, no te la vas a poner más”, grafica María José. The Ropantic Show propone, en ese sentido, combatir esa nociva tendencia a través del intercambio de prendas en buen estado que las personas no usan y, de esta manera, descomprimir el closet y renovarlo de una manera económica y amigable con el medioambiente. “La ropa pasiva del closet es nuestra moneda de cambio”, complementa la emprendedora.
El modelo funciona así: The Ropantic Show organiza un evento sustentable en que ofrece parte del vestuario para ser intercambiado por otros clientes que llegan a la misma instancia. Al llegar el público -máximo cinco prendas- se le asigna a cada vestimenta una ficha (plata, oro y ónix, en orden creciente), según variables: calidad, duración, tiempo de uso, etcétera. Dicho cliente puede cambiar su ficha por otra ropa que tenga la misma caracterización por solo $2.000 por prenda.
“Ese es el único valor que cobramos, por la producción del evento y todo eso. En eventos municipales, por ejemplo, no cobramos porque lo paga el municipio”, señala María José, quien aclara que lo único que no se recibe en los eventos son pantalones, porque “es la prenda que más llegaba y la que menos se iba. Lo que más se ve son vestidos, blusas, blusones, tiene que ser ropa atractiva, no tiene que ver con que sea ropa de marca, eso sí”.
“Nosotros hablamos de consumo inteligente: renovamos el closet de una forma económica y ayudando al planeta”, complementa la fundadora del proyecto. Municipios, empresas, universidades y ahora colegios conforman parte de la clientela. La mayoría de la ropa a intercambiar es de mujeres, por lo que es el público femenino el que asiste mayormente a los encuentros. Sin embargo, a fines de 2020 lanzarán eventos para ropa de hombres y mujeres.
Según las cifras de la propia página web de la empresa ropantic.com, las prendas intercambiadas suman 239.500 en 178 eventos realizados tanto en España como en Chile. La cuenta de Instagram es @ropantic_ y la de Facebook es https://www.facebook.com/ropantic/.
“Nosotros hablamos de consumo inteligente: renovamos el closet de una forma económica y ayudando al planeta”.
Eventos cero basura
La diseñadora penquista explica que todo el desarrollo de los eventos tiene un espíritu sustentable. Desde los colgadores, pasando por los percheros y hasta las pizarras -lo que Gómez denomina el “kit”- son reutilizables. De hecho, María José trajo desde Europa los colgadores de cartón que ella misma diseñó, y que aguantan un peso por sobre los cinco kilos.
“Somos un evento huella cero basura. Estamos dentro de la comunicad certificada de la Fundación Basura. Tenemos percheros que aguantan 11 kilos, y todo lo que usamos es reutilizable. No usamos impresos, solo pizarras, y la difusión es digital. El 100 por ciento de nuestro kit es reutilizable; es el mismo que usamos desde 2016”, ilustra la creadora de The Ropantic Show.
Los eventos son abiertos a todo público, previa inscripción, y la ropa a ser intercambiada debe venir en perfecto estado: lavada, sin roturas ni manchas. Las próximas fechas son en Santiago: el domingo 15 en el Hotel Renaissance de Vitacura; el sábado 28 en The Loop Kids Store de Vitacura; y el sábado 4 y domingo 5 de abril en la Gran Feria Verde en Plaza Ñuñoa.
En definitiva, concluye María José, la integralidad de la tarea que emprende su empresa viene guiada por los principios de la sostenibilidad. “La cantidad de ropa que llega a los vertederos es brutal, ya que no se descompone y tampoco la ropa está en la ley REP. En Chile no hay dónde botar la ropa, ya que es muy caro implementar una planta, y es muy barato producir ropa”, explica.
¿Cómo hacer entonces para desincentivar el apego que la gente le tiene a la ropa? “Preguntándose si necesitamos tanto para vivir”, responde ella, “esto tiene que ver con un desarrollo espiritual frente a una sociedad que vive a la norteamericana”. Por eso, dice ella, es importante hablar de un “closet sustentable”, de un “amor a la ropa”, pero que ese amor implique que sea poca, cuidarla, lavarla bien y no estimular un consumo desechable. “Ahí sí que hay una gran poesía”, cierra Gómez.