Las primeras imágenes tras la declaratoria de la pandemia por Covid-19 alrededor de todo el mundo daban cuenta de un fenómeno común: supermercados y almacenes prácticamente desabastecidos frente a la necesidad de los ciudadanos de acaparar la mayor cantidad de alimentos posible frente a un escenario incierto, tanto en el tiempo como en la profundidad de la crisis. A ello le siguieron pronto las ollas comunes en Chile y las cocinas populares en Tailandia para ayudar a los miles de desempleados del turismo, o las banderas rojas colgadas en las ventanas de Colombia que pedían ayuda porque no había alimentos en casa, o las ong’s repartiendo alimentos a miles de personas en Nigeria, África. En julio de 2020, un informe de la ONU advirtió que a raíz de la pandemia podrían aumentar en 130 millones el número de personas afectadas por el hambre crónica en todo el mundo.
Como no ocurría hace décadas, de la mano del temor por el contagio y el quiebre en las cadenas globales de abastecimiento, la seguridad alimentaria se transformó en la principal preocupación de millones de personas en todo el globo. Y eso se reflejó rápidamente en el consumo. Así lo demuestra el Índice Tetra Pak 2020, recientemente lanzado por la multinacional sueca, publicación que desde hace 13 años da cuenta de las tendencias, preferencias y conductas de los consumidores en todo el globo. Si hasta 2019 la principal preocupación de las personas era el medio ambiente (63%), en 2020 el Covid-19 es el problema más urgente (64%) y el 68% de los consumidores están de acuerdo en que la seguridad alimentaria es una preocupación importante para la sociedad.
El medio ambiente, como principal preocupación, cayó al segundo lugar con un 49%, mientras que la preocupación por los problemas económicos se instala en tercer lugar, pasando de un 40% en 2019 a un 47% en 2020, lo que refleja una preocupación generalizada por el impacto de la pandemia en la economía, en particular en el empleo. El Covid-19, señala la publicación, ha transformado el panorama del consumidor.
Para Adolfo Orive, presidente y director ejecutivo de Tetra Pak, la pandemia ha transformado el status quo en todo el mundo, “ha acelerado las tendencias y ha creado un nuevo panorama de preocupaciones y necesidades de los consumidores, redefiniendo las reglas básicas para la industria y creando nuevos paradigmas”, afirma en la presentación del estudio.
Esto se refleja en que la seguridad alimentaria, dice, ascendió rápidamente en la lista de prioridades de los consumidores, para quienes además no se trata solo de una responsabilidad de los fabricantes, sino que debe transformarse en su prioridad. Pero, al mismo tiempo, agrega, la preocupación por el medio ambiente sigue siendo sorprendentemente poderosa. “Es cierto que ha sido relegado al segundo lugar de las preocupaciones de los consumidores globales por el Covid-19, pero todavía está sustancialmente por delante de todo los demás, con más de dos tercios de consumidores que creen que debemos cambiar nuestros hábitos rápidamente para mitigar un mayor impacto ambiental”, señala.
El Covid-19, señala el estudio, ha influido claramente en el comportamiento de las personas. La conciencia del virus generó una mayor demanda de productos de salud preventiva (el 45% de los consumidores europeos agregó más nutrientes a su dieta, y el 29% se interesó en alimentos que ayuden a su sistema inmunológico); la incertidumbre sobre el futuro llevó al almacenamiento y a un mayor sentido de resposabilidad por la seguridad alimentaria; y existe un fuerte enfoque en la higiene, que lleva a la preferencia por productos envasados, entre otros.