En diciembre pasado, el Ministerio del Medio Ambiente lanzó oficialmente el trabajo para desarrollar en el corto plazo una hoja de ruta para la economía circular, con el objetivo de definir los lineamientos y acciones concretas que aceleren el tránsito del país hacia nueva forma de consumo y producción.
Para ello, se comenzaron a preparar una serie de estudios y análisis que permitieran establecer cual es el estado de avance de la economía circular en Chile. El primero de ellos fue la elaboración de un mapa de actores de la economía circular, el que identificó a un total de 282 actores clave en esta materia en el país, así como las principales brechas, oportunidades y amenazas existentes.
Esta semana, se inició una segunda etapa de este proceso con el objetivo de realizar un diagnóstico del estado actual de la economía circular, que servirá como base para la elaboración de la hoja de ruta y que se complementará con el trabajo ya realizado en el mapa de actores.
Financiado por el Centro y Red de Tecnología del Clima (CTCN), el brazo operativo del mecanismo tecnológico de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, este diagnóstico se realizará conjuntamente en Chile, Brasil, México y Uruguay, y será ejecutado por un consorcio que conforman la consultora española Factor CO2 -especializada en cambio climático- y la Fundación para el Desarrollo Sostenible de las Américas (ASDF).
Esto incluirá levantar iniciativas en regiones y mapear a los actores en las regiones, un aspecto de gran relevancia para un país tan extenso y diverso geográficamente como Chile, donde cerrar ciclos a nivel local es muy importante. Por ello la idea es que el diseño de una hoja de ruta considere también aspectos como el transporte, la construcción de infraestructura vial y la incorporación de programas estratégicos. A esto se suma la incorporación de la perspectiva de género en el estudio y el enfoque regional donde se tiene planificado realizar una serie de talleres en distintas macrozonas del país.
Kevin de Cuba, director de ASDF y fundador de la Plataforma de Economía Circular de las Américas, estuvo esta semana en Santiago para realizar el lanzamiento de este proceso, en conjunto con la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático y el Ministerio del Medio Ambiente, y explicar los alcances y principales focos que tendrá este trabajo.
“El estudio estará enfocado en asistir a cuatro países de la región para hacer el diagnóstico, el análisis inicial, las condiciones preparatorias para arrancar con definiciones de las hojas de ruta nacionales hacia la economía circular, y también para poder organizarse y comunicar los resultados de avances a través de los diferentes compromisos internacionales, como el Acuerdo de París o la Agenda 2030”, explica Kevin de Cuba.
¿Se va a trabajar con un metodología tipo para ser replicada en todos los países?
Hay una metodología macro, llamémosle un punto de salida. Esta semana en Santiago hemos tenido reuniones para presentar esa metodología y abrir las oportunidades para los actores y las contrapartes principales, para que ellos nos den una retroalimentación oficial y acoplar o modificar esa metodología a las condiciones particulares del país, y a las prioridades que existen.
¿Cómo se va a desarrollar este trabajo?
Este proceso incluye identificar actores clave a nivel país, y buscar la manera de facilitar procesos lo más inclusivos posibles,y obtener una representación adecuada de los diferentes sectores de la sociedad. No solo estamos hablando de representantes del sector público o privado, también hablamos de la sociedad civil y de los distintos sectores de la economía. Además, hacer un diagnóstico FODA sobre la instalación de la economía circular en el país, y en base a esos dos componentes entregar al gobierno los resultados de todo este proceso, para que desde ahí que puedan avanzar en diseñar y formular la hoja de ruta, que es una ambición de largo plazo para alinear todos los esfuerzos hacia el mismo fin.