El desarrollo de una micropartícula que logra neutralizar cerca del 90% de metales pesados presentes en el ambiente como el arsénico, mercurio, plomo y cadmio y que ya fue patentada y certificada en Chile y Estados Unidos. Ese es el principal sello de Freemet, empresa que se dedica a la elaboración de productos de limpieza ecológicos, biodegradables e hipoalergénicos de uso diario, principalmente de aseo personal y cuidado del hogar, y que cuenta con este elemento como parte de su preparación.
La kinesióloga y MBA Andrea Moraga y la científica y bióloga marina Carolina Urrutia venían de mundos distintos, pero cuando se conocieron coincidieron en que ambas, desde sus disciplinas, habían puesto en práctica sus conocimientos en temas relacionados con la piel. En ese momento, Carolina estaba trabajando su tesis sobre metales pesados y su relación con el cuerpo humano y entre ambas surgió la inquietud de que la investigación diera un paso más allá.
Con apoyo de una línea de financiamiento de Corfo para transferencia tecnológica implementaron un laboratorio para profundizar la investigación y lograron dar con una micropartícula, bautizada como Freemet, que se pudiera adherir a todo tipo de productos de uso cotidiano, con el fin de dar protección a las personas contra los metales pesados que se encuentran en la tierra, en el aire y el agua.
“Se neutraliza cerca de un 90% de los metales pesados de acuerdo a las investigaciones, estudios, certificaciones y validaciones que hicimos, pero quisimos dar un paso más y hacer una línea de productos que tenga esta tecnología. Y cuando empezamos a hacer los productos, definimos que queríamos hacerlo de uso cotidiano”, explica Moraga.
Pero también decidieron que, si iban a incursionar en este tema, tenía que ser de manera integral. Dado que la búsqueda de este elemento tenía como objetivo la protección de las personas, optaron por dar una característica específica a su nueva línea de negocio.
“Dijimos ‘si estamos atacando un tema de contaminación, que daña a las personas o el medioambiente, obviamente que nuestros productos tienen que ser lo más amigables posible’. Así, nuestro principal foco fue hacer productos ecológicos, biodegradables e hipoalergénicos, utilizar las materias primas más naturales dentro de lo que permite la fabricación más masiva y no tan artesanal, y eliminar todos los químicos cuestionados, como el parabeno”, explica.
“Además -agrega-, nuestros productos no tienen cloro ni otros insumos que se utilizan en detergentes para lograr una mayor limpieza pero que contaminan. Entonces empezamos a eliminar todos esos productos que no son inocuos y que dañan el medioambiente”, cuenta Moraga respecto a cómo se fueron involucrando en la manufactura de productos comprometidos con el medioambiente.