Con campaña educativa a nivel nacional y pilotos de recolección en cuatro comunas buscan impulsar reciclaje de artículos eléctricos y electrónicos
La Cámara de Comercio de Santiago lanzó ayer la iniciativa TRAEE, que busca generar una cultura de reciclaje en torno a los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos de cara a las próximas metas de recolección y valorización que la Ley REP fijará para este sector. Esta incluye la realización de campañas en colegios de todos el país, y la realización de campañas de recolección en puntos limpios y domicilios de Vitacura, Renca, Peñalolén y Puente Alto. Entre otros objetivos, se busca obtener información que ayude a definir dichas metas con datos más precisos y ajustados a la realidad local.
Aunque el trabajo para elaborar el decreto que fijará las tasas de recolección y reciclaje de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (AEE) y pilas se inició recién hace poco más de un mes, la industria trabaja aceleradamente en generar la información que ayude a fijar esas metas y al mismo tiempo empezar a configurar la creación de un sistema de gestión que se haga cargo del cumplimiento de dichas obligaciones, enmarcadas en la Ley REP. Y el último avance en esta materia fue anunciado ayer por la Cámara de Comercio de Santiago, con el lanzamiento de una campaña masiva de información y educación bajo la marca TRAEE, que surge del acrónimo de Transformación de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos.
El nombre de la iniciativa busca llamar la atención, pero también está determinada por la economía del comportamiento. Usando un juego de palabras entre los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (denominados RAEE) y un llamado a la acción a los ciudadanos, busca que los consumidores hagan entrega de los residuos de este tipo de artículos para su posterior reciclaje y valorización.
La estrategia forma parte del trabajo iniciado hace dos años por el sector con la firma de un APL en el que participan actualmente 19 empresas importadoras y comercializadoras de aparatos eléctricos y electrónicos, que representan a cerca del 40% del sector. Entre las cinco metas propuestas en este acuerdo figuran mejorar la información respecto de los AEE; recopilar datos de campañas de recolección y valorización previas, y realizar otras adicionales; definir un modelo de inclusión para recicladores de base; desarrollar acciones de comunicación y sensibilización respecto del reciclaje y valorización de estos residuos; y diseñar un plan de gestión colectivo para los RAEE, que es el mecanismo bajo el cual en el futuro las empresas deberán cumplir las metas y obligaciones que impone la Ley REP.
Y es desde este trabajo, y la información recopilada, desde donde surge la iniciativa TRAEE, que busca impulsar una mayor conciencia en la ciudadanía para incorporarse a las cadenas de reciclaje, entendiendo que su rol será clave para poder cumplir las metas sobre productos de consumo masivo como los AEE y los envases y embalajes.
Actualmente en Chile se ponen en el mercado cerca de 372 mil toneladas de artículos eléctricos y electrónicos cada año, y 168 mil toneladas anuales se convierten en residuos o RAEE. Esto implica una tasa de 9,9 kilos por habitante cada año, la más alta de Latinoamérica y por sobre los 7,3 kilos por persona de promedio global. Sin embargo, solo se recolectan 5,677 toneladas para su valorización, apenas el 3,4%. Muy lejos del 42,5% de reciclaje de Europa.
Por ello resulta clave el papel de los consumidores en el reciclaje de los RAEE. “Creemos que, de cara a la ciudadanía, es muy importante el tema de la educación. Muchos de los sistemas colectivos de gestión fuera de Chile invierten gran parte de sus esfuerzos en poder generar un cambio cultural y mayor educación” en esta materia, dijo Verónica Torres, gerente sustentabilidad Cámara de Comercio de Santiago, en el seminario de lanzamiento de la iniciativa TRAEE.
Trabajo en colegios y puntos limpios
Por ello, TRAEE se enfocará en dos grandes acciones educativas en este ámbito. El primero de ellos se enfoca en la educación en los colegios, para lo que está trabajando con el Ministerio de Educación para la entrega de material en todo el país. Este fue preparado por la empresa Kyklos como un manual y un programa educativo en un lenguaje cercano y amigable para los niños. Este programa debiera estar desplegado en los próximos meses.
“Es fundamental la educación para generar un cambio cultural, por lo que TRAEE considera, además, una arista educacional que incluye un trabajo con niños, niñas y jóvenes a través de un manual y un programa educativo, junto con campañas dirigidas a la ciudadanía para conocer más de la reutilización de los RAEE, así como las posibilidades de reciclarlos”, explicó Verónica Torres.
En Chile ingresan al mercado 372 mil toneladas de artículos eléctricos y electrónicos cada año, y 168 mil toneladas anuales se convierten en residuos o RAEE. Solo se recolectan 5,677 toneladas para su valorización, apenas el 3,4%.
La segunda acción se enmarca en campañas educacionales ciudadanas para dar a conocer qué son los RAEE, qué se puede hacer con ellos, las potencialidades del uso, reuso y reparación, y las posibilidades de reciclaje de este tipo de aparatos hacia toda la comunidad. Todo esto articulado desde la página web de TRAEE y sus redes sociales.
A esto se sumará el despliegue en el terreno del trabajo de aprendizaje y recolección de información realizado en el marco del APL. Para ello, entre agosto y noviembre de este año se realizará un programa piloto con 16 campañas de recolección -cuatro en cada comuna- en Vitacura, Peñalolén, Puente Alto y Renca. Esto se hará con un mix de puntos limpios y puntos verdes para la entrega de artículos eléctricos y electrónicos, y el retiro domiciliario de artefactos eléctricos y electrónicos de mayor volumen.
“Debiéramos estar partiendo en agosto con Vitacura, Peñalolén y Puente Alto, para luego continuar con Renca. También en algunos municipios, como Peñalolén, vamos a tener un estrecho trabajo con los recicladores de base. En el caso de Vitacura vamos a trabajar también con algunos colegios. La idea de estos pilotos es que podamos hacer una trazabilidad, poder comparar y entender también cómo es el comportamiento de los ciudadanos con respecto a este tipo de residuos”, dijo la gerenta de sustentabilidad de la Cámara de Comercio de Santiago.
Si bien a nivel global existen fórmulas para determinar la vida útil de un residuo y el comportamiento de los consumidores, esto también está determinado por factores socio- económicos y culturales que hacen necesario que cada país vaya construyendo en su propia serie de datos. Y esto es parte de lo que se busca con estos proyectos piloto, para contar con mejor información de cara a las metas que se deberán establecer en el decreto actualmente en elaboración.
Según planteó Víctor Vial, gerente legal y de asuntos públicos de Samsung Chile, dicho trabajo no terminará con el establecimiento de las metas, ya que ellas por si sola no asegurarán el éxito del futuro sistema de gestión encargado de cumplirlas. “Esto depende precisamente de que el decreto de metas refleje y recoja la realidad del país, la cultura de los chilenos y de cómo se enfrentan a un producto eléctrico y electrónico”, afirmó.
“Hay mucha realidad en esto que tenemos que pilotar -agregó-, y probablemente en los pasos siguientes es hacerlo y seguir haciéndolo para poder levantar una realidad. Y esa realidad es la que va a permitir destinar los recursos donde tienen que destinarse, comunicar e informar, educar, generar que efectivamente los actores que tienen mayor incidencia puedan realmente involucrarse. Los cambios culturales sin duda no se logran de un día para otro, y sensibilizar de acuerdo a las realidades, sobre todo territoriales, va a ser muy importante”.
Para la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, quien abrió el seminario de lanzamiento del TRAEE, esto implica un enorme reto poder avanzar hacia la economía circular en este sector. “Para el comercio implica replantearse desde el tipo de productos que se venden, los que deberán ser más durables y contar con posibilidad de reparación, hasta rediseñar sus sistemas de operación estableciendo una logística inversa para recuperar desde la ciudadanía los aparatos eléctricos y electrónicos que demos de baja”, afirmó.