Ley REP: Medio Ambiente pone fin a proceso para elaborar decreto de pilas y opta por regulación conjunta con los aparatos eléctricos y electrónicos
Entre las consideraciones que se tomaron en cuenta para la decisión está el hecho de que ambos productos están estrechamente vinculados y se gestionan de manera similar, por lo que unificarlos permitiría mejoras en la logística inversa para la recolección de los residuos de dichos productos, mayor eficiencia en los sistemas de gestión y una participación ciudadana más eficaz, entre otros. Ahora se constituirá una nuevo comité operativo ampliado para ambos productos, y el anteproyecto debiera estar listo en cinco meses según la resolución del Ministerio del Medio Ambiente que da inicio al nuevo proceso. Entre otras materias, se discutirá la incorporación del sistema de depósito y reembolso para aparatos eléctricos y electrónicos con residuos más complejos de manejar.
Periodista
A través de una resolución publicada el pasado 28 de mayo en el Diario Oficial, el Ministerio del Medio Ambiente anunció el fin del proceso de elaboración del decreto que establece las metas de recolección y valorización de las pilas, uno de los seis productos prioritarios regulados por la Ley REP, a cinco meses de haberse iniciado el trabajo en esta materia. Y junto con ello, la misma resolución establece el inicio del proceso para elaborar un decreto que regulará el reciclaje de pilas y de aparatos eléctricos y electrónicos, es decir, para la creación de una regulación unificada para ambos productos prioritarios.
La decisión de iniciar un proceso único para ambos estaría determinada por varios factores. Entre ellos, la información que ha ido surgiendo en torno al comité operativo ampliado -que reúne a representantes del Estado, de la industria, municipios, academia y organizaciones civiles, entre otros- que sesionó entre el 11 de marzo y el 21 de abril de este año para la elaboración del decreto de pilas.
Desde el comienzo de ese proceso, señala la resolución, el Ministerio del Medio Ambiente “ha tomado conocimiento de nueva información, sostenido reuniones con diversos actores -dentro de los cuales se encuentran miembros clave de la industria de las pilas, académicos, organismos del Estado y expertos internacionales-, y analizando antecedentes y estudios adicionales, a partir de lo que se concluye que un procedimiento y regulación que contemple de manera conjunta los productos prioritarios pilas y aparatos eléctricos y electrónicos permitirá regular de manera más eficiente productos prioritarios que se encuentran estrechamente relacionados”.
De hecho, esta posibilidad había sido planteada desde un principio por el Ministerio del Medio Ambiente, y se puso sobre la mesa para la discusión ya en la primera sesión del comité operativo ampliado de pilas del 11 de marzo pasado. En esa oportunidad, el jefe de la Oficina de Economía Circular del ministerio, Guillermo González, señaló a los miembros del comité que la alternativa de unir bajo un mismo decreto ambos productos prioritarios estaba “en etapa de exploración”, pero que una decisión de ese tipo requería escuchar primero las opiniones del comité y de los afectados por las futuras regulaciones.
Para dicho análisis, el ministerio presentó a los asistentes las ventajas y desventajas de un decreto conjunto para pilas y artículos eléctricos y electrónicos. Entre las primeras, se señaló que un esquema REP solo para pilas podría ser sobredimensionado; que se trata de dos productos que tienen relación estrecha en cuanto a sus productores, generadores y gestores; que se contaría con mejor información en la importación de artículos eléctricos y electrónicos con pilas; y que hay residuos de estos últimos que probablemente también requerirían disposiciones especiales como las pilas; por ejemplo, las ampolletas.
Respecto de las desventajas de unir ambos decretos, se señaló el hecho de tener que reorganizar el comité operativo ampliado que ya había sido conformado; un período de desarrollo de la normativa que podría ser más largo, dado que su alcance es más amplio; y que a nivel internacional se trata de algo nuevo en términos de regulación, no así respecto de la operación de los sistemas de gestión.
Actualmente se generan 3 mil toneladas de pilas fuera de uso cada año en el país, y 170 mil toneladas anuales de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos.
Parte de estos argumentos se recogen en la resolución del ministerio que termina finalmente reuniendo ambos decretos en uno. Entre ellos -señala, hay estudios y nuevos análisis realizados que dan cuenta de información que debe ser considerada para una regulación más completa y eficiente, y que se relaciona con la estrecha vinculación entre ambos productos, mejoras en la logística inversa para la recolección de los residuos de dichos productos, mayor eficiencia en los sistemas de gestión y una participación ciudadana más eficaz.
“Los residuos de ambos productos prioritarios se gestionan de manera similar. Dado lo anterior, expertos internacionales han propuesto que tanto los aparatos eléctricos y electrónicos como las pilas se recolecten mediante el uso de puntos de entrega. Además, ambos productos prioritarios son valorizados de forma similar, principalmente mediante el reciclaje de los metales contenidos en éstos. Finalmente, cabe mencionar que, en el proceso de pretratamiento de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, una de las tareas consiste en separar las pilas contenidas en ellos, y manejarlas de manera adecuada para posteriormente entregárselas a valorizadores de pilas”, señala la resolución.
“En este contexto -agrega-, una regulación conjunta permitirá identificar oportunidades de mejora en la logística inversa, tanto para el traslado de los residuos desde los puntos de recolección y envío a lugares de almacenamiento y/o clasificación, como para el transporte -que muchas veces implica recorrer grandes distancias considerando la geografía de nuestro país- hacia los distintos puntos de pretratamiento o valorización de los residuos de estos productos prioritarios”.
Se analizará opción de depósito y reembolso
En concreto, el proceso para la creación del nuevo decreto que regulará el reciclaje y valorización de pilas y artículos eléctricos y electrónicos se iniciará esta semana con la convocatoria para conformar un nuevo comité operativo ampliado compuesto por 20 integrantes, y se fijó un plazo de cinco meses para la dictación del correspondiente anteproyecto de decreto supremo para fijar las metas de reciclaje, valorización y otras obigaciones asociadas para los productores de ambos productos prioritarios.
Al respecto, el jefe de la Oficina de Economía Circular del Ministerio del Medio Ambiente, Guillermo González, descartó de plano que en la determinación haya pesado un interés por acelerar la elaboración del decreto de artículos eléctricos y electrónicos (AEE).
“La decisión de juntarlas tiene que ver exclusivamente con el mérito técnico -afirmó-, aquí no hay una estrategia contingente, de que teníamos que apurar los tiempos. No, nos convencimos de todo lo que aparece en la resolución, que nos llevó a decir que estos dos productos debiéramos trabajarlos en conjunto, y en ningún caso tiene que ver con un tema de planificación o plazos. No tiene ningún sentido, estamos hablando de regulaciones que van a perdurar por muchos años, y que por lo tanto lo que hay son razones de fondo para tomar esta decisión. De hecho, si no hubiésemos trabajado ambos procesos en conjunto, igualmente íbamos a iniciar el proceso separado para AEE en esta fecha”.
Preliminarmente, se establecieron seis categorías de aparatos eléctricos y electrónicos a regular: aparatos de intercambio de temperatura; monitores, pantallas y aparatos con pantallas mayores a 100 cm2; lámparas; paneles fotovoltaicos mayores a 50 cm; grandes aparatos mayores a 50 cm no incluidos en las categorías anteriores; y aparatos pequeños no incluidos en las categorías anteriores.
Entre los temas que no están señalados en la resolución está el hecho de si la unificación de ambos decretos implica también que ocurra lo mismo con los sistemas de gestión encargados de la recolección, transporte y valorización de estos residuos, los que deberán ser financiados por los productores. Al respecto, González aclara que ello será parte de la discusión que se inicia a partir de ahora, con el nuevo comité operativo ampliado que se debe conformar.
“En términos operativos, lo importante aquí es que el hecho de trabajar en conjunto con productos que están relacionados permite dar flexibilidad justamente para que esas posibilidades -de que haya un solo sistema de gestión, o múltiples sistemas de gestión distribuidos por tipos de aparatos eléctricos y electrónicos y/o pilas- se puedan definir de acuerdo a lo que sea mejor y más eficiente. Esto no significa que necesariamente va a haber un único sistema de gestión. De hecho, no podríamos exigirlo, sino más bien lo que permite es que se puedan trabajar en conjunto estos distintos productos”, explicó.
“Si las metas serán diferenciadas -agregó González- o si será una meta común, justamente eso es lo que se va a discutir durante las reuniones de comité operativo ampliado. Hoy tenemos la flexibilidad de juntarlos, pero también vamos a poder mantenerlos separados si nos convencemos de que hay razones de peso para hacerlo. Dentro de los artículos eléctricos y electrónicos, por ejemplo, por sus características de peligrosidad en el caso de las ampolletas de tubo fluorescente, o los refrigeradores por sus sustancias agotadoras de la capa de ozono, también vamos a ver si es deseable o no tener metas separadas. Eso es lo que vamos a discutir en el proceso que vamos a iniciar en las próximas semanas”.
Uno de los aspectos que llamó la atención en la resolución es que el proceso de elaboración del decreto de metas incluirá también el inicio de un proceso para regular un sistema de depósito y reembolso para ambos productos prioritarios, lo que no fue considerado para los decretos previos ya publicados de neumáticos, y envases y embalajes.
Al respecto, Gonzalez explicó que el que se haya incorporado esta alternativa no implica necesariamente que se vaya a hacer uso de este instrumento, sino que obedece a que explicitar su análisis en la resolución permite incorporarlo a la normativa si se considera necesario. De no haber hecho lo primero, quedarían inhabilitados para lo segundo
“Nos parece que es algo que debiéramos considerar -afirmó-, aunque no está definido si lo vamos a utilizar. El tema es que en el mundo de los artículos eléctricos y electrónicos hay algunos que son de particular relevancia en cuanto a su peligrosidad, como por ejemplo las ampolletas con contenido de mercurio, y por lo tanto queremos explorar la posibilidad de hacer uso de este instrumento para ver si en estos casos es necesario y deseable contar con una logística separada, específica, para asegurar que ese tipo de residuos efectivamente lleguen a buen destino. Esa es la razón”.