Bleco desarrolla hormigón sustentable a base de plumavit reciclado
Con apoyo de Corfo, esta empresa fundada por Maximiliano Rojas y Lorena Martínez en Puerto Montt desarrolla bloques de hormigón con poliestireno expandido rescatado de los residuos de la industria acuícola. A la espera de la inscripción en el Minvu para evaluar la eficiencia energética del producto, Bleco (Bloque Ecológico) busca construir viviendas en todo Chile a partir de la materia prima creada en el sur del país.
Maxiclaje nació para dar solución a la gestión de residuos en la Región de Los Lagos. En tanto capital de la industria salmonera, la empresa se esmeraba por reciclar el plástico de las boyas, el poliestileno de alta densidad, los desechos de pesqueras. Sin embargo, la Ley REP los dejó de brazos cruzados por cuanto el productor tenía que hacerse cargo de sus propios residuos y nacieron muchas otras compañías gestoras de residuos.
Pese al traspié, Maximiliano Rojas y Lorena Ramírez, de Maxiclaje, notaron que había mucho plumavit sobrante en la recolección que hacían. Ahí se convencieron de que, además de gestores, debían reciclar.
“El plumavit es el dolor de Puerto Montt, debido a la industria acuícola. Ahí empecé a investigar, ver maquinaria, pero mis limitantes siempre han sido los recursos, disponibilidad para investigación y desarrollo. Y vimos la posibilidad de hacer un hormigón liviano de posibles usos para prefabricado. Empezamos a hacer mezclas, ahí nos ayudó Sipa, con los aditivos para el hormigón. Fueron mezclas difíciles de hacer. El cemento es buen aglomerante para cualquier residuo, pero nosotros queríamos hacer un hormigón de alto estándar”, dice Max Rojas, cofundador de Bleco (Bloque Ecológico), que nació como un proyecto de Maxiclaje, y cuya cuenta de Instagram es https://www.instagram.com/blecochile/
Según se señala en la página web del emprendimiento www.bleco.cl, “nuestro foco siempre fue homologarse a productos que ya estuvieran en el mercado, como el hormigón celular, el que es liviano, muy técnico y eficiente energéticamente, pero nosotros, en vez de agregar aire por procesos químicos, agregamos poliestireno expandido (plumavit) reciclado. O sea, somos un hormigón celular, pero con una mirada sustentable”.
Con todos esos elementos, Max y Lorena postularon al Programa Regional de Apoyo al Emprendimiento (PRAE) de CORFO a fines de 2018 y se lo adjudicaron. Gracias a esos recursos, pudieron afinar sus procesos de investigación, desarrollo e ingeniería, y lograron llegar a un laboratorio de la región. En Santiago consiguieron el apoyo del laboratorio IDIEM de la Universidad de Chile.
“En Chile las normas de construcción tienen un alto estándar a nivel mundial. Porque sísmicamente nuestro país es muy eficiente. Entonces no es llegar, mover un bloque y hacer una casa. Bajo estas normas y estos ensayos, nosotros tenemos que entregarle esta información al MINVU, y decir que haremos una solución constructiva para viviendas sustentables sociales o particulares”.
“A puro ensayo y error, nos orientamos a un prefabricado para la construcción de viviendas. Muchos prefabricados necesitan resistencia material, entonces nosotros sabíamos que incorporar plumavit tiene una problemática, porque disminuía la resistencia. Entonces ahí había un desafío”, recuerda Rojas.
Este producto está diseñado, explica el emprendedor, bajo el sistema constructivo ICF, el que “aporta eficiencia energética, fuerza y reducción de ruido”, reseñan en bleco.cl. “Hemos trabajados con ingenieros en construcción, calculistas y arquitectos para este modelo. Y es importante trabajar con este sistema constructivo porque aborda la problemática de la eficiencia energética, donde se pone una barrera externa y externa, y replicamos esta idea con nuestro material”, agrega Maximiliano Rojas.
Por de pronto, Bleco ha sido validado en lo que respecta a resistencia al fuego y reducción acústica. Y está pendiente la aprobación de los ensayos realizados en cuanto a transmitancia térmica, conductividad térmica, flexión, impacto, compresión. En los próximos meses deberían estar los resultados, para recién salir al mercado.
Para Rojas, lo más importante es la inscripción en el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU), lo que les permitiría construir con sus hormigones sustentables.
“Hay normativas que cumplir. En Chile tienen un alto estándar a nivel mundial. Porque sísmicamente nuestro país es muy eficiente. Entonces no es llegar, mover un bloque y hacer una casa. Bajo estas normas y estos ensayos, nosotros tenemos que entregarle esta información al MINVU, y decir que haremos una solución constructiva para viviendas sustentables sociales o particulares”, explica Rojas. Antes de eso, Bleco prefiere no operar: “Quiero tener el check del MINVU”, agrega.
La gran prueba para la empresa será la construcción de la primera vivienda de Bleco con hormigón sustentable. Será una casa de 55 metros cuadrados, donde vivirá una familia, en el sector Jardín Austral de Puerto Montt.
“La cantidad de plumavit de la industira es gigante, son como 50 Estadios Nacionales, a los que nadie les da una solución. En Chiloé, donde hay más actividad acuícola, el problema se produce porque han cerrado varios vertederos y los gestores de residuos se hacen pocos. Queremos empezar a funcionar, pero hay muchas barreras todavía que traspasar. Tenemos que inscribirnos en el MINVU, invertir en una instalación, tener resolución sanitaria, solo tenemos el apoyo de CORFO”, indica Rojas.
La recolección del plumavit es realizada gracias al apoyo de dos empresas que coordinan la entrega del producto con distintas compañías de la industria acuícola.
La otra gran barrera que deben sobrepasar, indica el fundador de Bleco, es la confianza de la industria de la construcción. “Hay mucho ingeniero, mucho técnico, y necesitamos generar confianza en el mundo de la construcción para que cuando vean la inscripción, sepan que este producto cumple el mismo estándar que cualquier otro producto”, cierra Rojas.