Andrew Morlet, líder mundial de la economía circular: “Vemos en Chile a emprendedores que están mirando nuevas formas de innovar”
Andrew Morlet, director ejecutivo de la Fundación Ellen MacArthur desde 2014, pasa gran parte de su tiempo recorriendo el mundo para promover el cambio hacia la economía circular e impulsar la Nueva Economía de los Plásticos, con el objetivo de promover su reutilización y reciclaje para evitar que terminen en el medio ambiente. Esta semana estuvo en Chile, para participar de un encuentro de economía circular en la Fundación Chile y para impulsar un pacto por el plástico en nuestro país, el segundo a nivel global.
Optimista, así se marcha Andrew Morlet, director CEO & Trustees de la Fundación Ellen Macarthur tras visitar Chile, donde participó de una serie de actividades orientadas a profundizar nuevos modelos de desarrollo sostenible y movilizar a empresas, entre ellas un encuentro de economía circular en la Fundación Chile, donde se firmó un acuerdo con el Ministerio del Medio Ambiente para impulsar en nuestro país el segundo Pacto del Plástico a nivel global. Este ya se firmó en Reino Unido en abril, donde más de 40 compañías se comprometieron, entre otras cosas, a que para el 2025 el 100 % de los envases estén preparados para ser reciclados.
Desde la fundación que lidera, Morlet se ha enfocado en acelerar la transición a un modelo que permita desarrollar comportamientos sustentables y preocupados del medio ambiente y el uso responsable de los recursos, e impulsar la denominada Nueva Economía de los Plásticos.
En esta entrevista, comenta los efectos que ha tenido el uso inconsciente del plástico y la relevancia de que un mayor número de empresas se sumen a un compromiso por reducir exponencialmente el uso de estos materiales, y preferir materiales reutilizables o reciclables.
¿Cuál es la situación global del uso de plástico hoy en día?
El total de plástico producido anualmente en el mercado es de más de 400 millones de toneladas; los envases plásticos, de ese total, están entre los 75 millones y 80 millones. Hemos estado mirando muy de cerca el uso de plásticos para envases, y el análisis que realizamos para el reporte de la Nueva Economía de los Plásticos que salió en 2016 nos mostró que, de estas 75 millones toneladas, solamente el 14% es recogido para reciclaje; y de ese 14%, el 8% es reutilizado en un uso adicional. Solo un 2% va de vuelta a la cadena de valor, y un 4% es perdido porque se mezcla con restos de comida u otros procesos. Pero aún peor, el 32% del volumen total del plástico usado en envoltorios y otro tipo de envases termina en el océano.
¿Cuánto se ha avanzado en un uso más responsable del plástico?
Cuando liberamos el reporte sobre la nueva economía del plástico tuvo una enorme atención. Lo liberamos en el World Economic Forum, y recibió una gran cobertura por parte de los medios en comparación a cualquier otro reportaje liberado, y como resultado de eso, pudimos reunir fondos y afianzar lazos con empresas comprometidas para seguir trabajando con nosotros. Luego publicamos un seguimiento al primer informe, y también logramos que varias empresas empezaran a adquirir compromisos para aumentar la capacidad de reciclaje de sus productos. Unilever llegó a nosotros en 2017 con el primer compromiso de productos reciclables o reutilizables en un 100% para el 2050. Ocho meses después de ese anuncio, otras seis compañías firmaron ese mismo compromiso, y como resultado de eso formamos el New Plastics Economy Global Commitment que anunciamos hace unas semanas. Hay más de 250 compañías y organizaciones en esto, a lo que también varios gobiernos adhirieron a esta visión hacia el año 2050.
“Necesitamos a los gobiernos sacando regulaciones y políticas que incentiven la innovación (…) pero las empresas que colocan este tipo de productos en el mercado también tienen una importante responsabilidad para innovar de forma consistente y entregar soluciones más extremas durante los próximos años”.
¿Qué otros compromiso se adquirieron?
También participaron muchas ong’s y otras organizaciones internacionales, a la vez que muchas gobiernos a nivel de ciudad. El primer compromiso fue que se estableció una visión común para el futuro sistema de los plásticos, la visión dice esencialmente que estas compañías están comprometidas a una visión donde los plásticos son diseñados para permanecer en la economía y en los usos productivos, y no se le permita ser liberados en el medio ambiente. Esperamos que más empresas puedan sumarse durante los próximos años.
¿Existe un límite respecto hasta dónde podemos reducir la cantidad de plástico que se utiliza día a día?
Al menos el 30% del plástico que producimos debe ser fundamentalmente rediseñado, y necesitamos eliminar muchos de los plásticos innecesarios, plásticos que son usados para empaques innecesarios. Pero también hay una gran oportunidad para innovar y reusar los plásticos, como por ejemplo: productos de limpieza o detergentes. Tienes una botella y recibes concentrados que depositas en la misma botella y le añades agua, así puedes evitar comprar otra botella y tirar la otra. Creemos que el 20% del total del empaque podría ser rediseñado por modelos reutilizables.
¿Cuáles son las consecuencias del uso que le damos hoy al plástico?
Ahora sabemos que el volúmen de plásticos en el medio ambiente es extremadamente alto. Por ejemplo, aquellos plásticos que terminan en el mar se disuelven en partículas más pequeñas y pueden permanecer por cientos de años, y se seguirán acumulando, lo que produce un constante daño a la industria pesquera, ya que estos animales están ingiriendo esas pequeñas partículas. Sabemos que estos volúmenes son masivos y que esto persistirá por muchos años.
¿Cuál es el rol que cumplen los gobiernos y las empresas en esta materia?
Esto va a necesitar a ambas partes. Necesitamos a los gobiernos sacando regulaciones y políticas que incentiven la innovación de la que hemos hablado, y muchas administraciones están trabajando en pos de la innovación en infraestructura, como nuevos materiales de construcción y nuevos acercamientos para la entrega de productos, por lo que los gobiernos juegan un rol muy importante. Pero las empresas que colocan este tipo de productos en el mercado también tienen una importante responsabilidad para innovar de forma consistente, y entregar soluciones más extremas durante los próximos años.
“Como todos los nuevos modelos de negocios, toma tiempo para encontrar nuevas soluciones para adaptarse a las necesidades de los consumidores (…) Hay muchas innovaciones que se pueden aplicar y que pueden traer beneficios cercanos al branding, ya que este tipo de estrategia suelen producir más lealtad a una marca”.
Chile está trabajando para crear un segundo Pacto por el Plástico, ¿cómo está ayudando la Fundación Ellen MacCarthur en este proceso?
El primero pacto fue realizado en el Reino Unido, y lo que hicimos ahí es ayudarlos a que las organizaciones lleven este compromiso a un contexto local. El rol que hemos tomado es aconsejar a las organizaciones para que armen el mejor y más consistente modelo, por lo que estamos replicando esta dinámica en otros países.
¿Qué oportunidades trae la Nueva Economía de los Plásticos, especialmente a países como el nuestro?
Hay bastantes, claramente, pues esta es una iniciativa global y muchos países están atentos a cómo mejorar los procesos de reciclaje y reducir el uso de plásticos. Chile se beneficiará aprendiendo de otros mercados, de las experiencias de compañías multinacionales, y todos se están moviendo en esta dirección. Chile podría aprender nuevos modelos de negocios, y vemos a emprendedores que están mirando nuevas formas de innovar y entregar productos. Hay una verdadera oportunidad de crear mercados secundarios para plásticos en Chile.
Durante su visita se reunió con la ministra Schmidt, ¿cómo ve los avances en esta materia?
Sí, hay un compromiso muy fuerte de explorar qué están haciendo otros países y cómo esos aprendizajes se pueden aplicar en Chile, y creo que hay mucho potencial. La ministra ha mostrado mucho interés en lo que está pasando, y está enfocada en llevar este tipo de innovaciones al mercado chileno, que apuntan en beneficiar a todos los ciudadanos de este país.
¿Cree que las políticas que se han implementado en Chile van en una buena dirección?
No soy un experto en las políticas que se han implementado en Chile, solamente puedo comentar respecto a las conversaciones que mantuve con la ministra, y puedo decir que hay un interés real en encontrar soluciones y orientar estas.
Hoy Chile está impulsando una norma que prohíbe el uso de bolsas plásticas, ¿cuál debería ser el siguiente paso?
Creo que los chilenos tienen una oportunidad de buscar aquellos plásticos que son problemáticos. El área que es realmente interesante es mirar la forma en cómo el gobierno puede estimular desafíos en innovación para desarrollar nuevos productos.
¿Y qué desafíos presentan estos nuevos modelos de negocios?
Como todos los nuevos modelos de negocios, toma tiempo para encontrar nuevas soluciones para adaptarse a las necesidades de los consumidores y estas innovaciones son algo que debe ser trabajado, es un área que los diseñadores de este tipo de estrategia no han trabajado en los últimos años. Hemos tenido una cultura de lo desechable por muchos años y no le tomamos el peso, y hay muchas innovaciones que se pueden aplicar y que pueden traer beneficios cercanos al branding, ya que este tipo de estrategia suelen producir más lealtad a una marca.
¿Qué opinión le deja su visita a Chile?
Pasé pocos días aquí, pero con las personas con las que pude conversar me han dejado una impresión bastante alentadora, y creo que hay una apertura a explorar maneras en que Chile puede encontrar mejores soluciones a este tema, veo un apetito por hacerse cargo de este tema. Ha sido muy alentador estar aquí, y esperamos seguir trabajando con Chile y otros países latinoamericanos para empezar a cambiar la trayectoria de este tema hacia un mejor panorama.