A partir del Diplomado Internacional en Economía Circular está surgiendo una comunidad de emprendedores y de profesionales en torno a ese modelo de desarrollo
Alumnos y profesores que acaban de terminar la primera versión de este programa de estudios valoran el intercambio de experiencias y el enfoque práctico con énfasis en la implementación del modelo. “El diplomado te lleva de la mano para que puedas diseñar tu anteproyecto bajo el esquema de economía circular”, comenta la panameña Tatiana Quesada, gerente de la empresa Quality Products Inc S.A. A fines de marzo se iniciará la segunda versión del curso, organizado por el Centro de Innovación y Emprendimiento Kowork Chile y XAcademi, y que cuenta con el patrocinio de Araucanía Circular 2025 y Fundación Avina.
“La economía circular se trata de ver cómo planteamos el diseño de nuestros productos y servicios para realizar la mejor gestión de stock de nuestros recursos y la regeneración de la Tierra. Si no lo hacemos por nosotros, es muy simple, o nos van a cuestionar los nuevos consumidores o nos van a cuestionar nuestros hijos”. Así explica la diseñadora de negocios de economía circular, Giselle Della Mea, por qué es necesario que los empresarios y emprendedores aprendan sobre este modelo de negocios que se contrapone al modelo lineal que consiste en extraer, producir y desperdiciar.
“El mundo requiere que gestionemos mejor nuestros recursos –agrega la experta-, estamos en un mundo finito y es inviable seguir operando en este tipo de paradigma con una vieja economía, donde no se tenga en cuenta las externalidades sociales y ambientales en el corazón del modelo de negocios”.
Della Mea, fundadora de la empresa de diseño circular y sustentable 3vectores de Uruguay, es parte del equipo docente del Diplomado Internacional en Economía Circular (DIEC), que a fines de marzo dará inicio a su segunda versión. Ella está a cargo de los últimos módulos, donde los alumnos aprenden estrategias de implementación circular de un prototipo de proceso circular y luego conocen la implementación circular en la práctica.
Ese enfoque práctico es uno de los elementos diferenciadores del DIEC. Según explica la profesora desde Uruguay, “este diplomado tiene su carga de teoría, pero se destaca por su practicidad, donde los alumnos terminan aplicando la metodología Circular Design Thinking, que creamos en 3vectores (…) Esa parte práctica es el gran diferencial que, yo al menos, no he encontrado en otros cursos de universidades ni academias”.
Otros elementos que destacan de esta especialización, dice Della Mea, es que no solo participan profesores chilenos, sino también de otros países de Latinoamérica; además, está abierto a alumnos de todo el continente y “está muy orientado a la creación de una comunidad de emprendedores y de profesionales en torno a la economía circular”.
Parte de esa comunidad es Tatiana Quesada, una de los 49 alumnos que cursaron la primera versión del Diplomado Internacional en Economía Circular, que culminó en febrero pasado.
Quesada es de Panamá, donde se desempeña como gerente de operaciones de la empresa familiar experta en fumigación Quality Products Inc S.A., y señala que algo que le encantó del DIEC fue “la posibilidad de trabajar con profesores y compañeros de diferentes países, compartiendo todos sus conocimientos y experiencias según sus áreas de trabajo”.
“Por el lado de proyectos, me gustó la oportunidad de conocer casos de éxito en otros países, donde uno de los factores decisivos fue expandir el análisis de los actores, no solo tomando en cuenta la parte del core business y sus clientes, sino desde proveedores y empresas que pudieran aprovechar las salidas de producción y así generar un proyecto bajo un esquema de economía circular. Bajo esta perspectiva, es imprescindible aplicar la metodología de Design Thinking y me gustaron mucho las herramientas que nos enseñaron en este diplomado”, relata Quesada, ingeniera en Biotecnología y magister en Ingeniería Ambiental
Bajo el punto de vista didáctico, dice la panameña, “me pareció excelente que la metodología de evaluación sea prácticamente llevar a cabo tu proyecto, por lo que te brinda la oportunidad de llevarlo a cabo (…) El DIEC te lleva de la mano para que puedas diseñar tu anteproyecto bajo el esquema de economía circular y luego solo te falta aplicar la fase financiera para validar la viabilidad de tu proyecto”.
Asimismo, la empresaria reflexiona: “La economía circular conlleva un cambio en los conocimientos anteriores sobre economía y requieres abrir tu mente a nuevas oportunidades. Existen mejores maneras de hacer las cosas. Es decir, tu proyecto puede ser económica y financieramente viable, pero también puede tener un desarrollo social y ambiental adecuado y que a la vez genera réditos”.
“Estamos en un mundo finito y es inviable seguir operando en este tipo de paradigma con una vieja economía, donde no se tenga en cuenta las externalidades sociales y ambientales en el corazón del modelo de negocios”.
“Se puede aplicar”
Juan Pablo Valenzuela, cofundador de la empresa Capi Foods, que fabrica cereales a base de legumbres, es otro de los alumnos de la primera versión del diplomado.
“Lo que más me gustó fue poder generar posibles cambios en mi propia empresa, revisar cada detalle del ciclo productivo y ver cómo con pequeños cambios puedo generar un impacto en el medioambiente, comunidad local y consumidores finales”, relata este ingeniero civil chileno cuyo emprendimiento comenzó como un proyecto universitario en 2017 e inició las ventas en 2019, teniendo presencia actualmente en 60 tiendas del país y algunos supermercados regionales.
En relación a las oportunidades que detectó para su negocio, Valenzuela explica que hay cosas muy simples, como saber de dónde provienen sus materias primas y si tienen alguna certificación, por ejemplo, los cartones de las cajas de sus cereales. “Por otro lado –cuenta-, en la planta de producción descubrimos una oportunidad que tiene que ver con la merma, que es entre 5 y 7%. Estuvimos viendo oportunidades de circularidad en relación a esa merma, que podría ser hacer un producto nuevo, volver a meter esa merma en el ciclo productivo a través de un secado y un molido, o hacer algún tipo de materiales con esa merma”.
El empresario subraya que su empresa busca un comercio justo y todas las legumbres que utilizan provienen de la agricultura familiar campesina chilena, lo que también otorga una oportunidad, al “saber de dónde viene cada insumo, para poder preferir lugares más cercanos y ojalá siempre preferir local”.
Otra de las alumnas de la primera versión del diplomado es Fernanda Rojas Barrios, ingeniera comercial de la Universidad de Chile, quien destaca el aprendizaje adquirido en los dos últimos módulos, donde debió realizar un trabajo práctico en grupo. “Consistía en llevar un emprendimiento actual lineal a un modelo circular, y siento que lo que más aprendí de ese trabajo fue que al final la economía circular se puede aplicar, se puede implementar en proyectos y emprendimientos pequeños teniendo las herramientas correctas”.
Por otra parte, Rojas destaca la diversidad de los estudiantes. “Éramos personas de distintas edades y diferentes áreas del conocimiento, gente de otros países y de distintas regiones del país, del sur y del norte; yo soy de Santiago y valoro mucho esa diversidad. Pero a la vez, todos teníamos intereses muy parecidos, con mucha conciencia ambiental y ganas de hacer cosas que ojalá generen cambios importantes a nivel ambiental y social”.
Asimismo, para la ingeniera fue inspirador escuchar a los docentes. “Había profesores de distintos países de América Latina y el hecho de que compartieran su experiencia fue súper importante; saber que hay gente que está haciendo cambios tan relevantes y que llevan tanto tiempo haciéndolo fue una fuente de motivación”.
En este sentido, la alumna comenta que eligió este diplomado precisamente por esa mirada latinoamericana que, cuenta, no había encontrado durante su aprendizaje previo sobre economía circular. “Los ejemplos e iniciativas que yo veía o que estudiaba de contextos europeos son muy distintas o pueden parecer muy lejanas; a veces ni siquiera tan atingentes o tan necesarias. Entonces, siento que para mí era muy importante aprender del contexto latinoamericano, saber que tenemos condiciones distintas como región -condiciones políticas, económicas y sociales- que hacen un entorno particular en el que tenemos que aprender a desarrollar modelos de negocios circulares que den solución a nuestro contexto”.
Estar en la vanguardia
Para la segunda versión del DIEC se han sumado nuevos profesores, entre ellos Karymy Negrete, especialista en economía circular, profesional de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) con amplia experiencia en el sector público asociado a la innovación.
Respecto a su clase, comenta que abordará con los alumnos “las estrategias de circularidad que pueden aplicar a una propuesta de valor para que después, junto a Giselle Della Mea, diseñen esa propuesta de valor. Por ejemplo, vamos a ver servitización, remanufactura, reparar, reusar, etc.; a través ejemplos vamos a ver cómo se pueden desarrollar esas estrategias”.
A juicio de Negrete, saber de economía circular es una necesidad para los empresarios, los emprendedores y los innovadores. “O te subes, o te pierdes la oportunidad de estar a la vanguardia”, resume la experta.
Aclara que “la economía circular en los últimos años se ha tomado el ecosistema de triple impacto en Chile, donde ha habido un enorme crecimiento en torno a este modelo que, poco a poco, se está extendiendo por América Latina. Es decir, cualquier emprendedor o innovador tarde o temprano se va a encontrar con este concepto”. Por una parte, dice, hay una interpelación a la forma como se han hecho las cosas hasta ahora, con un modelo que no es sostenible ambiental ni socialmente, pero por otro lado se debe seguir haciendo negocios, por lo que la economía circular viene a dar la respuesta, permitiendo a las empresas ganar en competitividad, hacer sus procesos más eficientes, reducir los costos, generar nuevos ingresos, etc. “Solíamos decir que la economía circular es producir más con menos y mejor”, comenta.
Desde su experiencia, Negrete comenta que “lo más importante es salir del mundo de las ideas y empezar a trabajar para ver cómo hacemos esto en la práctica, y ese es el foco de este diplomado”.
Algo imprescindible
Coincide con ella la directora del diplomado, Linnet Solway, encargada de Transferencia Tecnológica y Economía Circular en Fundación Empresarial Eurochile: “Hoy en día la economía circular ya no es solamente algo que sería bueno incorporar dentro del negocio, dentro de procesos y modelos de negocios, sino que se está volviendo algo imprescindible para cualquier negocio, empresa o emprendimiento que quiera ser exitoso y perdurar en el tiempo, que quiera ser realmente sostenible”.
“Si bien la economía circular en sus principios es bastante simple de entender, su aplicación e implementación no es tan simple, y por eso es tan importante aprender de otros que ya están trabajando en ella, además de compartir ideas, colaborar con otras personas de la misma industria o de otros sectores para ir buscando las soluciones e ir aprendiendo las metodologías para llegar a las soluciones necesarias. Esto es lo que entrega este diplomado”, señala Solway.
La directora del programa cuenta que la primera versión despertó gran interés y una convocatoria muy alta. Comenta que “las clases sincrónicas fueron muy interactivas y participativas, con mucho intercambio de ideas entre los alumnos y profesores, tanto por el chat como de viva voz, tanto en plenario como en grupos más pequeños donde se realizan las actividades”.
Asimismo, destaca la calidad de los docentes y la diversidad de sectores de los cuales provienen: “En el equipo tenemos personas que trabajan en sector público, otras en grandes empresas, otros del lado del emprendimiento y también de la sociedad civil, entonces se cruzan muchas visiones muy interesantes”.
Finalmente, subraya el carácter “más empresarial” del diplomado, más aplicado y menos académico, con el objetivo de que al finalizar el programa los alumnos puedan implementar la economía circular en sus empresas. “Queremos entregar herramientas y estrategias que les permitan avanzar en esta transición a procesos, o modelos de negocios, o estrategias más circulares en sus actividades”.
El Diplomado Internacional en Economía Circular tiene una duración de 120 horas (cuatro meses), en formato 100% online, con un modelo de enseñanza “presencial virtual” en horario vespertino.
El programa, que cuenta con el patrocinio de Araucanía Circular 2025 y Fundación Avina, es organizado por el Centro de Innovación y Emprendimiento Kowork Chile y XAcademi, el área de Formación Continua y Capacitación del CFT Teodoro Wickel, de la Universidad de la Frontera (UFRO). Las inscripciones estarán abiertas hasta el viernes 19 de marzo y el inicio de clases está programado para el martes 30.
El precio del programa de estudios completo es de USD 690 ($500.000). Las inscripciones y consulta de descuentos se pueden realizar en la página web https://diplomadocircular.cl
“Lo más importante es salir del mundo de las ideas y empezar a trabajar para ver cómo hacemos esto en la práctica, y ese es el foco de este diplomado”.