“La economía circular se trata de ver cómo planteamos el diseño de nuestros productos y servicios para realizar la mejor gestión de stock de nuestros recursos y la regeneración de la Tierra. Si no lo hacemos por nosotros, es muy simple, o nos van a cuestionar los nuevos consumidores o nos van a cuestionar nuestros hijos”. Así explica la diseñadora de negocios de economía circular, Giselle Della Mea, por qué es necesario que los empresarios y emprendedores aprendan sobre este modelo de negocios que se contrapone al modelo lineal que consiste en extraer, producir y desperdiciar.
“El mundo requiere que gestionemos mejor nuestros recursos –agrega la experta-, estamos en un mundo finito y es inviable seguir operando en este tipo de paradigma con una vieja economía, donde no se tenga en cuenta las externalidades sociales y ambientales en el corazón del modelo de negocios”.
Della Mea, fundadora de la empresa de diseño circular y sustentable 3vectores de Uruguay, es parte del equipo docente del Diplomado Internacional en Economía Circular (DIEC), que a fines de marzo dará inicio a su segunda versión. Ella está a cargo de los últimos módulos, donde los alumnos aprenden estrategias de implementación circular de un prototipo de proceso circular y luego conocen la implementación circular en la práctica.
Ese enfoque práctico es uno de los elementos diferenciadores del DIEC. Según explica la profesora desde Uruguay, “este diplomado tiene su carga de teoría, pero se destaca por su practicidad, donde los alumnos terminan aplicando la metodología Circular Design Thinking, que creamos en 3vectores (…) Esa parte práctica es el gran diferencial que, yo al menos, no he encontrado en otros cursos de universidades ni academias”.
Otros elementos que destacan de esta especialización, dice Della Mea, es que no solo participan profesores chilenos, sino también de otros países de Latinoamérica; además, está abierto a alumnos de todo el continente y “está muy orientado a la creación de una comunidad de emprendedores y de profesionales en torno a la economía circular”.
Parte de esa comunidad es Tatiana Quesada, una de los 49 alumnos que cursaron la primera versión del Diplomado Internacional en Economía Circular, que culminó en febrero pasado.
Quesada es de Panamá, donde se desempeña como gerente de operaciones de la empresa familiar experta en fumigación Quality Products Inc S.A., y señala que algo que le encantó del DIEC fue “la posibilidad de trabajar con profesores y compañeros de diferentes países, compartiendo todos sus conocimientos y experiencias según sus áreas de trabajo”.
“Por el lado de proyectos, me gustó la oportunidad de conocer casos de éxito en otros países, donde uno de los factores decisivos fue expandir el análisis de los actores, no solo tomando en cuenta la parte del core business y sus clientes, sino desde proveedores y empresas que pudieran aprovechar las salidas de producción y así generar un proyecto bajo un esquema de economía circular. Bajo esta perspectiva, es imprescindible aplicar la metodología de Design Thinking y me gustaron mucho las herramientas que nos enseñaron en este diplomado”, relata Quesada, ingeniera en Biotecnología y magister en Ingeniería Ambiental
Bajo el punto de vista didáctico, dice la panameña, “me pareció excelente que la metodología de evaluación sea prácticamente llevar a cabo tu proyecto, por lo que te brinda la oportunidad de llevarlo a cabo (…) El DIEC te lleva de la mano para que puedas diseñar tu anteproyecto bajo el esquema de economía circular y luego solo te falta aplicar la fase financiera para validar la viabilidad de tu proyecto”.
Asimismo, la empresaria reflexiona: “La economía circular conlleva un cambio en los conocimientos anteriores sobre economía y requieres abrir tu mente a nuevas oportunidades. Existen mejores maneras de hacer las cosas. Es decir, tu proyecto puede ser económica y financieramente viable, pero también puede tener un desarrollo social y ambiental adecuado y que a la vez genera réditos”.