Equidad digital de género con sentido de urgencia
“Tanto la conectividad, como las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) son herramientas habilitadoras de derechos humanos y de desarrollo sostenible en los países. La tecnología mejora la calidad de vida de las personas al facilitar y democratizar el acceso a los servicios digitales”.
Estamos inmersos en la denominada era digital, que demanda conocimientos y habilidades que nos permitan desenvolvernos en ella. El uso de internet y de las soluciones tecnológicas, son cada vez más necesarios para satisfacer nuestras necesidades. Si bien, aún existen brechas de acceso y uso, las personas y las organizaciones, conviven y avanzan rápidamente en su adopción, lo que ha impactado en la forma en la que hoy nos relacionamos, educamos, trabajamos y producimos bienes y servicios.
El desarrollo de los países, sin duda, está condicionado por la capacidad que estos tengan de adaptarse a los cambios y desde hace ya bastantes años la participación laboral femenina ha ido creciendo y se ha posicionado cada vez más cerca a la de los hombres.
No obstante, siguen existiendo desafíos, pues por mucho tiempo estuvo instalada la creencia de que había trabajos que sólo eran ejecutables por un género en particular lo que se ha ido desmitificando y comprobando que, al contrario, los empleos responden a competencias laborales, dadas -en parte- por los conocimientos, las habilidades blandas y la experiencia que pueda ofrecer una persona a una organización.
La brecha digital de género es una realidad reconocida por organismos como la ONU y también la Cepal. Según datos de la ONU “En 2050, el 75% de los puestos de trabajo estarán relacionados con carreras vinculadas a la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (CTIM). Sin embargo, en la actualidad, sólo el 57% de las mujeres utiliza internet” En tanto, la Cepal señala que la proporción de mujeres graduadas de carreras CTIM no supera el 40%.
De esta forma, la hoja de ruta para la colaboración digital que ha fijado las Naciones Unidas deja en claro que hay en la región brechas significativas también en las oportunidades para acceder a preparación de habilidades necesarias para enfrentar el mundo del trabajo.
Tanto la conectividad, como las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) son herramientas habilitadoras de derechos humanos y de desarrollo sostenible en los países. La tecnología mejora la calidad de vida de las personas al facilitar y democratizar el acceso a los servicios digitales.
Entonces, tenemos un gran desafío que involucra a todos los sectores, necesitamos generar mayor equidad a la hora de hablar de acceso al mundo digital, y así proveer a las mujeres de las herramientas necesarias que permitan disminuir esta brecha, desde la escolaridad hasta la inserción al mundo laboral.
Si hacemos esto las tecnologías digitales harán también lo suyo, generando un crecimiento más inclusivo, un círculo virtuoso que debemos impulsar para que las mujeres puedan aprovechar las ventajas de la digitalización. La formación digital nos debe comprometer a todos y todas, gobiernos y organizaciones de la sociedad civil y es por eso que, como Cámara Chilena de Infraestructura Digital, buscamos que nuestro directorio tenga liderazgos femeninos y estos se posicionen en la agenda de la industria como una voz influyente que abra espacios a más mujeres en el sector.
Los liderazgos femeninos aportan a las organizaciones diversidad y espacios más colaborativos generando con ello mayor cohesión en los grupos de trabajo y también una mejor capacidad de adaptación y flexibilidad ante los cambios, un aporte significativo a la hora de potenciar el crecimiento de las empresas.