Tarapacá recogió la experiencia internacional para afianzar su tránsito hacia la economía circular
Con un resonante éxito culminó el seminario internacional “Transformación digital para las ciudades circulares Iquique 2021”, en el que participaron destacados expositores mundiales que contaron, cada uno desde su perspectiva, cómo es posible avanzar a este nuevo modelo de desarrollo. Andree Henríquez, director de investigación e innovación del Centro de Innovación y Economía Circular (CIEC), organizador del evento, reconoció la necesidad de “construir una visión y un relato común” en la transición a la economía circular tanto a nivel regional como a nivel global.
Entre el miércoles y el viernes de la semana pasada se desarrolló en formato virtual el seminario internacional “Transformación digital para las ciudades circulares Iquique 2021”, organizado por el Centro de Innovación y Economía Circular (CIEC), a través de un programa de Corfo, con apoyo del Gobierno Regional de Tarapacá y el Consejo Regional de esa misma zona norte del país.
Con invitados nacionales e internacionales de gran renombre, tanto a nivel académico como estatal y privado, el encuentro culminó con gran éxito en términos de audiencia y también respecto de los temas tratados, lo cual permitió conocer buenas prácticas de aplicación de la economía circular dentro de las ciudades. Según las cifras manejadas por la organización, 1.300 personas de todo el planeta se pudieron conectar durante las tres jornadas que duró el seminario.
“Es un balance muy positivo. Las presentaciones fueron de altísima calidad, hubo 24 expositores de Chile, Perú, Finlandia, Italia, y nutre una conversación necesaria sobre cómo transitar hacia ciudades circulares a través de la transformación digital e impulsar este modelo de desarrollo en nuestros países. Los testimonios han sido enriquecedores. Pudimos conocer a personas de distintas formaciones, tanto del gobierno como de la empresa y la academia respecto de la necesidad de articular a los actores”, dice el director de investigación e innovación del CIEC, Andree Henríquez, para quien el seminario demostró la “importancia de construir una visión y un relato común” en torno a la economía circular.
A través de un esquema de charlas y mesas redondas, el conversatorio logró confirmar “el potencial de las regiones”, complementa Henríquez. “Tarapacá ha demostrado con su trabajo que puede transitar hacia la circularidad. Fue importante lo que dijo el intendente (Miguel Ángel) Quezada cuando nos convocó a todos los actores a crear una alianza por la circularidad de Tarapacá. Nos vamos a poner a disposición de las autoridades actuales y también de las futuras para conformar una mesa. Están pasando muchas cosas en la región. Sabemos que solo desde esa visión común, se puede construir un futuro sostenible”, dice el representante del CIEC.
“Es importante entender que el proceso de transición hacia la economía circular hay que verlo en un contexto amplio. La transformación de la industria 4.0 puede potenciar lo que estamos haciendo, y visualizarlo en el contexto latinoamericano y del Caribe requiere reconocer los elementos que nos distinguen. Hay que saber que tenemos problemas de debilidad institucional, tensiones, crisis social, que las tenemos que poner en la mesa y trabajar con esa realidad para impulsar la circularidad”, añade Henríquez, quien destaca el aporte a la “reactivación económica” que puede suponer el seminario, además de incluir lengua de señas en cada una de las presentaciones.
Henríquez destaca el aporte de cada una de las instituciones que participó del evento en distintas funciones, además del CIEC: la Asociación de Industriales de Iquique, la Universidad Arturo Prat, la Universidad Santo Tomás (a través de su proyecto Muyuri de Economía Circular para Tarapacá), Enel Chile, el Centro Latinoamericano para las Relaciones con Europa (CELARE), la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile (FEN), el Business Finland y, nuevamente, el Gobierno Regional y el Consejo Regional de Tarapacá y Corfo Tarapacá.
“Finlandia necesitaba una postura nacional al respecto e invitamos a participar a los gobiernos, a la industria, a los municipios. No es la única manera de avanzar; es importante que los negocios transformen esto en una realidad”.
Finlandia: la primera hoja de ruta en economía circular del planeta
Entre los expositores internacionales más relevantes que estuvieron en la cita figuran el finlandés Kari Herlevi, director de proyectos de economía circular de Sitra, una fundación que opera bajo la supervisión del Parlamento finlandés; el italiano Luca Meini, head of circular economy de Enel Holding; y el catalán Jordi Oliver, director ejecutivo del estudio en eco-innovación estratégica en sostenibilidad Inèdit y doctor en ciencias ambientales.
En su alocución titulada “Finlandia: desde la hoja de ruta hacia la implementación, ¿cómo lograrlo?”, Herlevi dio a conocer su trabajo en Sitra, donde ingresó a trabajar entre 2014 y 2015. Destacó el aporte de Sitra como “casa del futuro” de Finlandia, en tanto opera como un “think tank” de economía circular que cuenta con el financiamiento del Parlamento de Finlandia en torno a los 900 millones de euros.
Herlevi destacó que Sitra lideró el proceso de crear una hoja de ruta en economía circular para Finlandia, que se convirtió en la primera a nivel global. “Finlandia necesitaba una postura nacional al respecto e invitamos a participar a los gobiernos, a la industria, a los municipios. No es la única manera de avanzar; es importante que los negocios transformen esto en una realidad. Somos un país pequeño y debemos interactuar con otros. Estamos en una comunidad global que se llama Foro por la Economía Circular, que ha sido muy exitoso con eventos muy buenos, aun en tiempos de covid”, resalta el experto de Sitra.
El director de proyectos de economía circular de Sitra recordó que el país nórdico no tenía una visión en economía circular antes de 2016, por lo que “tuvimos que hacerla de manera muy rápido, porque tenía que representar a todo el país”. A través de una unidad de megatendencias, dice Herlevi, advirtieron que la “reconstrucción ecológica era una urgencia” y destacaron la relevancia de conectar las hojas de ruta nacionales con una visión regional. “Son preguntas importantes”, sostuvo en el seminario.
Por otra parte, prosiguió Herlevi, la búsqueda de un cambio en este modelo de desarrollo, desde uno lineal a uno regenerativo, “no solo puede mitigar la crisis climática, sino también la pérdida de biodiversidad. Remarcó que no todo se trata sobre el medioambiente, sino “con una transición justa y equitativa, y cómo nos aseguramos de que las regiones prosperen”. Herlevi recordó que él mismo con Sitra asesoró la hoja de ruta en economía circular que diseñó Chile, y se mostró muy emocionado por ese suceso.
Para Herlevi, comenzar a elaborar una estrategia en economía circular exigió ya “tener instaladas cosas en el país”. Así, lograron cristalizar una guía para crear una hoja de ruta basada en la propia experiencia finlandesa, y lograron compartirla a nivel internacional. “Ha sido muy popular y otros países se han interesado”, dice el experto, quien clama por que Chile también pueda sacar partido de esa guía para su propia hoja de ruta.
Otro punto emblemático para Herlevi dentro del proceso es contar con un “jugador neutral” que no tenga intereses involucrados en la economía. Este personaje dentro del cuadro “debe tener la capacidad de reunir al resto de los actores clave para crear una colaboración real”, aconseja Herlevi, quien dice que la propuesta en Finlandia es muy ambiciosa, ya que cuenta con una “cantidad razonable de euros” para potenciar el sector forestal, transporte y educación -por citar solo algunos ejemplos- para avanzar en sus planes.
Buena porción del éxito de Finlandia en economía circular radica en “reunir a todas las partes interesadas”. Herlevi habló sobre la gran transformación digital que se realizan en las municipalidades. “Las ciudades son una especie de laboratorio de prueba donde las industrias están actuando en conjunto”, aseguró en la jornada.
En el plano educativo, informó Herlevi, hay un gran desarrollo de la economía circular como parte fundamental del programa de contenidos a nivel de escuela básica, secundaria y superior. “Creamos un modelo para integrar la economía circular a los estudios existentes en la educación. Los niños y niñas aprenden desde una edad temprana. Eso es importante, no es de manera rápida el cambio”, opinó Herlevi.
La otra función importante que cumple Sitra es financiar las habilidades para la vida laboral, junto con limitar la utilización de los recursos para los objetivos de carbono neutralidad al 2035.
“Hay una barrera al cambio que son los condicionantes de entorno, y que rodean a las barreras internas en las propias organizaciones. Hay obstáculos al cambio; muchas empresas piensan que si lo han hecho así y funciona, ¿por qué cambiar? Hay culturas empresariales muy conservadoras y otras más innovadoras”.
El ejemplo de asociación circular en Barcelona: Circular Ambit B30
Otro prominente invitado fue el catalán Jordi Oliver, director ejecutivo de Inèdit, quien dictó la charla “Catalunya Circular, ¿cómo articular los actores territoriales desde una mirada sistémica?”. Oliver partió contando que el equipo de consultoría de Inèdit está compuesto por unas 20 personas, que trabajan con más de 500 clientes y que hace 12 años acompañan a las empresas a su proceso de transición hacia la economía circular. “Tenemos 80 proyectos al año sobre la temática, ya contamos con un bagaje”, apuntó el doctor en ciencias ambientales.
Oliver destacó que en esta época “vemos normales cosas que no han sido normales”, como que “tenemos un consumismo desbocado, acostumbrados a usar y botar, y a utilizar energía abundante y barata”. Sin embargo, este cambio de era, dice él, implica “volver a una normalidad histórica y cerrar un paréntesis entre 50 y 60 años. Debemos volver a utilizar fuentes de energías renovables”.
En ese camino hacia la economía regenerativa de las empresas, muchas veces se ven, en cuanto a su capacidad de innovar, condicionadas por el entorno, tanto de proveedores, legislativo, el ecosistema que rodea a la compañía, recursos humanos. En otras palabras, pueden ser “aceleradoras o limitantes” a la acción individual.
“Hay una barrera al cambio que son los condicionantes de entorno, y que rodean a las barreras internas en las propias organizaciones. Hay obstáculos al cambio; muchas empresas piensan que si lo han hecho así y funciona, ¿por qué cambiar? Hay culturas empresariales muy conservadoras y otras más innovadoras. Necesitamos nuevas métricas y traccionar las cadenas de valor”, explicó Jordi Oliver.
Del mismo modo, para Oliver es importante contar con infraestructura para comenzar a mover el engranaje de la economía circular. “Por ejemplo una infraestructura de recarga para usar los autos eléctricos”, dice, y también las compras públicas deben abrirse para dar cobijo a iniciativas innovadoras que abracen la economía circular.
Oliver no pierde la perspectiva de que este cambio sistémico “debe involucrar a todos los agentes” y que “la economía circular es una oportunidad de actuar de paraguas para la planificación estratégica de un territorio”. Así, citó un ejemplo de un proyecto que se lanzó hace apenas unas semanas: Circular Ambit B40, un territorio ubicado en la región metropolitana de Barcelona con diferentes actores que participan de una asociación con visión circular de la economía.
“Hay 23 municipios articulados en esta asociación, tiene 500 kilómetros cuadrados, 195 polígonos industriales de actividad económica, 30 mil empresas, 10 parques tecnológicos 15 centros universitarios. Están todos los agentes del territorio y tienen que participar desde el principio. Que no vean que es una cosa impuesta, que participen en la co-creación”, apunta Oliver.
Entre los aprendizajes rescatados de esta experiencia, Oliver insistió en la necesidad de una visión compartida para alcanzar esta incidencia sistémica, y considerar más a los municipios, que si bien son “los más olvidados”, aportan la capilaridad en el proceso. Recordó también que, aunque parezca de perogrullo, son personas las que construyen los cambios. Por otra parte, relevó la figura del facilitador que identifica claves y articulan la cooperación entre las partes interesadas. Por último, dijo que es clave contar con datos (consumo de agua, energía, residuos) para poder articular los esfuerzos del ecosistema.
“Las ciudades son los laboratorios donde enfrentar los problemas globales. Ellas han tenido que reimaginar el futuro también a partir de la pandemia, han acelerado reflexiones que ya estaban en marcha”.
Enel: de ciudad inteligente a ciudad circular
La empresa Enel tuvo varios representantes en el seminario: Natalia Correa (Head Circular Economy Enel Chile) y Orlando Meneses (Head of Mobility Enel X) participaron en mesas redondas, mientras que Víctor Tavera (Gerente de Mercado de Chile, Enel Distribución) expuso en la charla “Descarbonización y economía circular: energía limpia para la industria nacional”.
Pero también se presentó el italiano Luca Meini, Head Circular Economy de Enel Holding. En su charla, titulada “Ciudades circulares: innovación para las ciudades del mañana”, Meini comenzó diciendo cómo Enel ha desarrollado su ruta de descarbonización, desde un 25 por ciento de reducción de emisiones en los últimos años, hasta la promesa de reducir hasta un 80% al año 2030, hasta el 2050 alcanzar la carbono neutralidad.
La presentación continuó con el enfoque de las líneas de negocios de la multinacional: proyecto de aprovisionamiento circular (medir, mejorar y co-innovar figura entre las acciones), ciclos de valor (nuevos ciclos de vida para activos y materiales, soluciones basadas en la naturaleza y diseño circular), acelerador (mejora en la circularidad del cliente a través de productos, métricas y nuevos modelos de negocio) y ciudades circulares (desarrollar y posicionar una visión para las ciudades del mañana).
“Las ciudades son los laboratorios donde enfrentar los problemas globales. Ellas han tenido que reimaginar el futuro también a partir de la pandemia, han acelerado reflexiones que ya estaban en marcha”, puntualizó Meini.
El problema es que los estudios, dijo Meini, predicen que la población mundial que vive en ciudades crecerá hasta al 66% en 2050, y que alrededor del 80% de las ciudades tienen niveles de contaminación por encima de los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sin embargo, agregó el representante de Enel Holding, el mismo concepto ciudad ha sido cuestionado producto de la pandemia, y se han añadido nuevos retos a los históricos: papel por la descarbonización, interacciones sociales, calidad de vida y resiliencia.
De manera que vale hacerse la pregunta sobre qué impacto tendrá el diseño de las llamadas “ciudades inteligentes” y la digitalización sobre la vida urbana, y cómo las ciudades también pueden ser una oportunidad en términos de salubridad y resiliencia contra shocks externos como la pandemia y la crisis climática.
Enseguida Meini destacó las iniciativas que está levantando Europa como el Plan de Acción de Economía Circular, la Circular City Declaration que agrupa a 40 ciudades y otros ejemplos de iniciativas ciudadanas. A su vez, Meini mencionó a Chile entre los países que cuentan con un enfoque estratégico sectorial y, en particular, resaltó el ejemplo de Tarapacá en tanto “creación de un distrito de tecnologías circulares”.
Meini expresó que la garantía de un futuro sostenible va mucho más allá de las “ciudades inteligentes”. Por eso él prefiere hablar de “ciudades circulares”. “La tecnología es fundamental y habilitante, pero tiene que estar inserta en un cuadro más amplio como la economía circular”. Y sobre los tipos de ciudad, hay varios factores que debiesen estar involucrados: ciudades sin emisiones directas, que enfrenten los shocks externos como los eventos climáticos extremos, que tenga un enfoque de zonificación y movilidad para crear una vida de barrio con acceso a servicios esenciales en 15 minutos y, finalmente, un resideño en el marco de economía circular con enfoque transversal de todos los sectores.
En ese sentido, finalizó Meini, “esta visión de ciudad circular debe ser holística, no puede modificarse por cada cambio de alcalde. Debe ser una política a largo plazo y esta transición debe estar orientada al impacto ocupacional”.