Ondas Expansivas REP
“Siempre he sostenido que la riqueza y desarrollo de una nación está íntimamente ligada al desarrollo de su capacidad industrial y la pandemia nos esta demostrando lo relevante que es tener una capacidad local de respuesta rapida. 30 años de globalizacion nos hicieron creer que siempre ibamos a poder contar con bienes y productos extranjeros de forma oportuna y económica. Hasta el día que no fue así”.
Desde que se empezó a hablar de la Responsabilidad Extendida del Productor, REP, a mediados del año 2012, varios actores identificaron que la REP podía ser un paso en la dirección correcta y que, si se implementaba bien, podía encausar una infinidad de iniciativas sociales y medioambientales descoordinadas dentro de un solo marco. De igual manera estos actores vieron con bastante claridad que el desafío era de tal magnitud que la única forma de abordarlo sería mediante la colaboración de todos los involucrados. Conozco muy pocos ejemplos de grupos tan heterogéneos reunidos para trabajar durante tantos años en pos de un objetivo común. Fui testigo como organizaciones y personas que se veían mutuamente como antagonistas pudieron reconocer en los otros objetivos comunes, respetarse e incorporar distintos puntos de vista. El primero de estos grupos fue el CPRE o Comité Pro-Reciclado del Empresariado conformado por empresas, gremios, expertos, economistas, ONG´s y académicos para estudiar y proponer un esquema REP adecuado para Chile.
Hoy a cuatro años de la promulgación de la REP, sus ondas expansivas han generado un positivo remezón en los cimientos de muchas organizaciones tanto civiles, como privadas y públicas. De esta forma se han formado nuevos grupos e instancias como El Pacto Chileno de los Plásticos, Chile Sin Basura, el Comité Estratégico para la Hoja de Ruta de Economía Circular para Chile, entre otros, quienes están trabajando silenciosamente para incorporar mejores practicas, levantar información, estudiar y entender nuestra realidad y crear impactos reales en como generamos, gestionamos y disponemos adecuadamente de nuestros residuos. Aun nos queda mucho por hacer, pero ya hay una inercia que esta empezando a dar frutos.
La contingencia de la crisis sanitaria por la que atravesamos nos fuerza a vivir el presente y se hace mas difícil que nunca mirar hacia el futuro. Sin embargo, el recientemente publicado D.S. que establece Metas de Envases y Embalajes (EyE) –a mi juicio el corazón de la REP y su mayor desafío- nos invitan a levantar la vista y mirar al menos 12 años hacia el futuro. Esto debiese desafiarnos y ayudarnos a volver a mirar hacia adelante y no quedarnos solo en este presente ingrato.
Desde el punto de vista económico, la ley REP ha generado un nuevo impulso en términos de oportunidades e innovación, creando áreas de negocios y a la vez formalizando y dignificando otros como la fundamental actividad de los Recicladores de Base. Incluso la REP ha logrado incorporar un nuevo término que hace muy pocos años nadie conocía: La Economía Circular. Siempre he sostenido que la riqueza y desarrollo de una nación está íntimamente ligada al desarrollo de su capacidad industrial y la pandemia nos esta demostrando lo relevante que es tener una capacidad local de respuesta rapida. 30 años de globalizacion nos hicieron creer que siempre ibamos a poder contar con bienes y productos extranjeros de forma oportuna y económica. Hasta el dia que no fue asi. La Economía Circular debiese no solo ser un cambio de paradigmas culturales sino una verdadera política industrial que cree nuevas capacidades y conocimientos locales para el largo plazo.
Por último, quiero hacer un reconocimiento las cuatro administraciones del Ministerio de Medio Ambiente y sus equipos que hicieron esto posible. Es justo reconocer cuando nuestras autoridades hacen bien su trabajo y esta política publica, aun con los grandes desafíos que tiene por delante, ha sido un ejemplo que, colaborando entre todos, se pueden hacer bien las cosas para construir un mejor país.