Si bien en Chile no existe un catastro oficial de recicladores de base, se estima que cerca de 60 mil personas se dedican a esta actividad en el país. En su mayoría de trata de trabajadores informales, sin mayor vinculación con el Estado, sindicatos u otras organizaciones formales, que operan de forma aislada y sin una territorialidad claramente definida. Es decir, son difíciles de ubicar. De ahí la principal dificultad de realizar un catastro nacional que los identifique y caracterice. Sin embargo, un reciente estudio realizado para el Ministerio del Medio Ambiente por Cempre Chile y Fundación El Árbol entrega una primera radiografía actualizada de su situación socioeconomica y detalles cómo están realizando su actividad en las ciudades.
Con el título “Registro de Recicladores de Base a Nivel Nacional”, y realizado bajo las restricciones de desplazamiento y cuarentenas impuestas a raíz del Covid-19, el trabajo se centró en las bases de datos e información disponible en el Minsiterio del Medio Ambiente (MMA) y sus secretarías regionales, en los municipios y en el Movimiento Nacional de Recicladores de Base. A ello se sumó un formulario de inscripciones disponible en el portal web del MMA, y nuevos contactos recibidos a partir del trabajo de campo. Con ello se llegó a una lista de 3.173 recicladores entre Arica y Magallanes (64% de ellos hombres, y un tercio del total perteneciente a la Región Metropolitana), de los cuales 1.284 fueron encuestados para el informe.
Y aunque el resultado puede tener algún sesgo, pues se trata principalmente de personas integrantes de alguna organización o que se han vinculado previamente con el Estado -lo que no permitiría inferir los resultados al total de los recicladores del país, sí entrega información valiosa para implementar acciones que brinden apoyo a su trabajo.
“Este informe es la primera radiografía en profundidad que se hace sobre los recicladores de base, y que nos entrega información clave para mejorar las políticas públicas enfocadas en la inclusión y profesionalización de este importante eslabón de la economía circular en el país”, afirma el ministro (s) del Medio Ambiente, Javier Naranjo.
Entonces, ¿cuál es el perfil del reciclador de base en Chile? En primer lugar, en su mayoría son hombres (60%), y solo en dos regiones del país, Biobío y La Araucanía, las mujeres son una mayoría (67% y 54%, respectivamente). Un resultado que aparece como contraintuitivo, señala el informe, considerando los estudios que señalan que las mujeres suelen tener mayor presencia que los hombres en el sector informal de la economía. Además, más de la mitad de ellos se concentra en las regiones Metropolitana (28%), Valparaíso (20%) y Biobío (8%).
El 80% de los hombres y el 73% de las mujeres recolectoras de base son jefes y jefas de hogar, lo que evidencia una predominancia de familias que deben su sustento al reciclaje, y un 34% de ellos alcanzó la educación básica, el 44% educación media, un 8% la técnica y un 12% tiene estudios superiores.
Este último dato dice relación con los nuevos recicladores que están entrando en el oficio. De los encuestados, el 32% lleva cuatro años o menos trabajando en esta actividad, y de ellos el 7,8% tiene educación superior y el 4,9% educación técnica. Una cifra que contrasta con quienes llevan entre 5 y 14 años como recicladores de base, donde solo el 3,3 tiene estudios superiores, y el 1,1% que alcanzó este nivel educacional entre quienes llevan más de 15 años de oficio.
Según el análisis del informe, los resultados dan a entender que el hecho de que los recicladores con educación técnica o superior se concentren en el grupo con menos años en el oficio “ingresan al rubro debido a las malas condiciones que tiene el actual mercado laboral formal y abandonan con mayor frecuencia el oficio. Este dato refleja también el creciente interés por las actividades del reciclaje desde una perspectiva ambiental y comercial”.
“Además -agrega el estudio-, si se analiza el nivel de escolaridad alcanzado por las personas encuestadas, en relación al promedio de ingresos, se constata que a nivel mayor de escolaridad se percibe un promedio de ingreso mensual mayor. Mientras quienes han cursado educación superior tienen un ingreso promedio de $375 mil al mes, quienes no poseen estudios perciben solo $195.833 mensuales en promedio”.