Recicla Más : Francia apuesta por la aplicación de reciclaje de una emprendedora chilena
La gente quiere reciclar y no lo hace. ¿Qué es lo que está pasando que no podemos dar vuelta el círculo ? Esta fue la pregunta que se planteó Coté Castañeda y que la inspiró para crear la plataforma colaborativa Recicla Más, que busca poner en contacto a los ciudadanos y recolectores a través de Internet. Coté ganó un concurso para capacitarse en Francia y logró mejores herramientas para la implementación de su emprendimiento, que espera salir al mercado chileno durante este año. “Si me preparo para el mercado maduro como el europeo, mi producto puede satisfacer todas las etapas de la economía del reciclaje”, dice ella.
Francia, la tierra de la baguette y del croissant, de la Torre Eiffel y de los perfumes, es también el espacio para desarrollar múltiples startups. Precisamente en París, la emprendedora chilena Coté Castañeda perfeccionó su innovación, tras ganar un concurso internacional de la agencia de desarrollo económico y de innovación Paris&Co.
El proyecto de Castañeda consiste en una aplicación de reciclaje llamada Recicla Más (http://reciclamas.org). Es una plataforma digital y colaborativa que pone en contacto a las empresas y personas naturales que desean reciclar con otras compañías que desarrollan el tema. «El modelo que nosotros hemos creado está pensado para que sea de fácil uso, muy amigable para el usuario y que tiene detrás de sí, un modelo masivo, esto está pensado para masificarse», dice Coté.
Esta idea sedujo a Paris&Co, cuyo equipo la seleccionó para su programa Paris Landing Pack Explore, que entrega acompañamiento durante cuatro semanas en la capital francesa, permite testear la innovación en el mercado de ese país y ofrece talleres con expertos para asegurar una buena implementación del producto. “Actualmente estamos en la etapa de testeo de la herramienta, ya casi terminando en julio, y hacia agosto o septiembre estaríamos abriéndola primero al mercado chileno, luego latinoamericano y en tercer lugar a la Unión Europea”, agrega la emprendedora chilena.
Fue un testeo que comenzó a hacer en algunos sectores de Chile como la cuenca del lago Llanquihue, San Pedro de Atacama y el barrio Lastarria, pero que necesitaba confrontarse a otras realidades. “Vine a Francia, a París específicamente, a constatar si mi modelo aplicaba a este mercado ya que si era así, me parecía que debíamos terminar el diseño de la aplicación pensando en un mercado maduro como el europeo, de manera que nuestro escalamiento sea de la manera más rápida posible. En el fondo, si me preparo para el mercado maduro, entonces mi producto puede satisfacer todas las etapas de la economía del reciclaje”.
Por un lado, la idea de esta aplicación nace de la constatación de los bajos niveles de reciclaje a nivel global. “Las tasas de reciclaje en el mundo son bastante bajas, son del orden del 9%, en Chile estamos a 14,3%. Uno cree que la Unión Europea ya hizo la pega, pero cuando uno hace un zoom se da cuenta que hay países como Francia, Italia y otros que todavía no alcanzan niveles óptimos de reciclaje y que todavía hay un camino por recorrer”.
Pero, por otro lado, Recicla Más es el resultado de una experiencia que Coté Castañeda vivió en carne propia, y que la llevó a buscar una solución frente a lo que estaba viendo: “La verdad es que esto es algo personal en primera instancia. La primera vez que yo me encontré con esta emoción fue cuando visité por primera vez Isla de Pascua y que trabajaba en el Ministerio del Medio Ambiente. Entonces lo primero que visité no fue Anakena sino el vertedero. Recuerdo estar de pie frente al vertedero -que ni siquiera da para vertedero, es como un basural porque no tiene condiciones de relleno sanitario- y pensar cómo el ombligo del mundo, un lugar tan maravilloso, estaba cubierto de basura. Rapa Nui es la comuna que más recicla en Chile, un 30%, que es un logro para el caso chileno y aun así para donde yo miraba estaba lleno de basura”.
“Recuerdo estar de pie frente al vertedero de Isla de Pascua y pensar cómo el ombligo del mundo, un lugar tan maravilloso, estaba cubierto de basura. Rapa Nui es la comuna que más recicla en Chile, un 30%, que es un logro para el caso chileno y aún así para donde yo miraba estaba lleno de basura”.
Frente a ese escenario desolador, la emprendedora decidió mirar esta dificultad desde otro ángulo y no tomar el plástico no como un problema, sino como una oportunidad. “Hay un gurú indio llamado Sadhguru que dice: el plástico es el material más milagroso que haya inventado el ser humano, un material que no se degrada y que se puede usar una y otra vez, y que evita que consumamos nuestros recursos naturales, el gran problema que tenemos. Hemos transformado una solución en un problema. El problema no es del plástico, el problema es de los seres humanos y de nuestra irresponsabilidad. Si nosotros nos ponemos de acuerdo, nos organizamos, en un año limpiamos todo nuestro planeta, pero primero tenemos que dejar de botar”, asegura ella.
Una vez decidida a generar un cambio en el tratamiento de los residuos que se producen, Castañeda comenzó a sondear cuál era el aspecto principal que les impedía a las personas reciclar. “Yo además soy consultora de sustentabilidad y turismo, y me toca interactuar con muchos empresarios pyme a lo largo del país. Cada vez que voy a hacer mis consultorías y pregunto si quieren reciclar, todos dicen que sí, pero cuando les pregunto por qué no lo hacen, dicen que no saben cómo o porque no saben quién lo hace. Entonces recuerdo en ese minuto, pensar : la gente quiere reciclar, la gente ya está cambiando la tendencia y hace 5 años ha aumentado exponencialmente no solamente en Chile, sino en el mundo. Entonces, la gente quiere reciclar y no lo hace, ¿qué es lo que está pasando que no podemos dar vuelta el círculo?, ¿cuál es la paradoja?”.
“Uno cree que la Unión Europea ya hizo la pega, pero cuando uno hace un zoom se da cuenta que hay países como Francia, Italia y otros que todavía no alcanzan niveles óptimos de reciclaje y que todavía hay un camino por recorrer”.
Una plataforma digital, en ese sentido, le pareció el medio más simple para vincular a quienes desean reciclar y a quienes se encargan de ello, puesto que a través de un sitio en Internet o de la aplicación, cada persona se puede inscribir como generador de desechos o como recolector. “Yo creo que hoy estamos en un mundo digital, en un mundo globalizado, si bien hay una brecha generacional sobre los 40 años, esto funciona muy bien bajo los 40 años. Todavía hay barreras tecnológicas, pero si nos damos cuenta cada vez más, cada uno de nosotros usamos los smartphones para todo, para llegar de un lugar a otro, para comprar, para absolutamente todo. Entonces la tecnología está a favor nuestro y la idea es que justamente a través de este aparatito maravilloso, podamos democratizar el cuidado por el medioambiente”.
Según Coté Castañeda, la sociedad chilena y mundial ya comprendió la urgencia de generar un cambio en el comportamiento individual de las personas, pero -apunta- esto debe ir acompañado de una sensibilidad similar en las empresas y en las políticas públicas.
“Creo que la revolución que nos toca vivir en este minuto tiene que ver con el desarrollo consciente de nuestro ecosistema, esta revolución que uno ve en las calles, las huelgas por el cambio climático también está pasando en las empresas. Un sistema claro son los sistemas B que están hoy día en todo el mundo, en Europa fuertemente y en Chile también. Si se fijan, mi logo es de revolución, yo creo que las empresas estamos llamadas a hacer la revolución, y el sector privado, que históricamente ha denigrado el planeta, hoy tiene la obligación de ponerse al día con eso”, asegura.
“Esto fue un camino que partió desde la gente y que hoy se instala en las autoridades. Creo que el hecho de que nosotros seamos anfitriones de la COP25 es una muestra clara que a nivel político de los gobiernos, de la clase política, también está comprometida con este tema del cambio climático y con el cuidado del planeta”, cierra.