Chiloé Mar y Tierra: cochayuyo para el mundo obtenido de forma sostenible
Marjorie Ojeda, emprendedora chilota, creó hace cinco años una empresa para extender el consumo del cochayuyo y dar a conocer los múltiples beneficios de esta alga parda. Partió vendiendo en tiendas locales pero al poco tiempo se internacionalizó y hoy uno de sus principales clientes es el mercado asiático. Uno de los sellos de este emprendimiento es que la recolección y el procesamiento se realizan de manera sustentable, con el objetivo de asegurar el recurso en el futuro.
Marjorie Ojeda es una chilota que desde niña vio cómo el cochayuyo formaba parte de su alimentación. Sin embargo, se dio cuenta que su experiencia con el alga era algo propio de la isla, ya que sus propiedades nutricionales eran poco conocidas por la población en general. Por ende, su consumo era muy bajo fuera de Chiloé.
Ingeniera acuícola de profesión, Marjorie se propuso consolidar el cochayuyo como un alimento más masivo y, a la vez, generar empleo en Ancud y en la cercana comunidad de recolectores de Caleta Chaumán, que fueron capacitados en manejo sustentable de algas pardas. “Acá no hay muchas oportunidades, sobre todo para la gente de mar, y yo quiero hacer algo por la tierra en la que vivo”, cuenta Marjorie, que creó la empresa Chiloé Mar y Tierra en 2017.
Esta alga (Durvillaea antárctica) es habitualmente recomendada por médicos para personas con problemas a la tiroides, pero el cochayuyo está lejos de limitarse a mejorar la función de esta glándula. Es más, el cochayuyo es considerado un súper alimento, ya que genera beneficios para el sistema cardiovascular y mejora la apariencia de pelo, piel y uñas.
Internacionalización del cochayuyo
“Empezamos a muy pequeña escala vendiendo a negocios locales, y ya el 2018 comenzamos con clientes internacionales. De las personas que trabajan conmigo algunos son familiares y otros son lugareños de la zona. Principalmente nuestro equipo de trabajo es con la gente de mar”, explica Marjorie.
De hecho, el mercado asiático es una de las zonas donde más se consume este producto, por lo que es uno de los clientes más importantes para Chiloé Mar y Tierra.
“Estamos enviando producto final, deshidratado, en cuatro variedades según el corte. Es algo significativo para nosotros, porque es nuestro trabajo, terminado y listo para consumo en otros lugares. Nuestros clientes nos exigen que se utilice la planta completa, porque a ellos no les gusta que haya desechos, y así la trozamos por parte y según lo que quieran ellos nosotros les damos ese producto, pero también ellos nos piden lo que sobra, entonces nosotros no generamos desechos”, detalla la emprendedora.
“(Al mercado asiático) Estamos enviando producto final, deshidratado, en cuatro variedades según el corte. Es algo significativo para nosotros, porque es nuestro trabajo, terminado y listo para consumo en otros lugares”.
Sostenibilidad
Nancy Barahona, investigadora del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), explica que a diferencia de lo que ocurre en el norte de Chile, en el sur “no hay planes de manejo de algas ni cuotas de captura”. Por este motivo, la obtención sostenible de cochayuyo resulta fundamental y un valor agregado que justamente posee Chiloé Mar y Tierra.
En las costas chilenas existe la habitual práctica del “barreteo”, en que se extrae la raíz completa de la planta, poniendo en riesgo la sostenibilidad del recurso. Marjorie detalla que “a los recolectores se les ha enseñado a cortar bien las plantas para que el próximo año tengamos la misma cantidad y eso nos permita asegurar el recurso en el futuro. Ellos tienen que entregarnos un certificado de origen de las algas. Esto significa que estamos con trazabilidad de Sernapesca, tanto del recolector de orilla como del productor”.
“A los recolectores se les ha enseñado a cortar bien las plantas para que el próximo año tengamos la misma cantidad y eso nos permita asegurar el recurso en el futuro”.
Iniciativa Caletas Sustentables
La líder de Chiloé Mar y Tierra fue una de las beneficiadas del Programa Caletas Sustentables de Fundación Chile, que desde el 2019 ha apoyado 12 iniciativas a lo largo del país, beneficiando a más de 4 mil personas de forma directa e indirecta.
Marjorie Ojeda recibió un aporte consistente en carros con bandejas para horno deshidratador de cochayuyo, lo que le permitió duplicar la producción anual, pasando de 100 a 200 toneladas de algas secas. Además, aumentaron sus ingresos y redujo los costos energéticos.
“La obtención de los carros para nosotros ha sido muy gratificante, nos ha ayudado montones en lo que es la producción, ya que contábamos con bandejas y carros que no estaban en buen estado y muy artesanales. Estos carros nos permiten tener un producto más inocuo”, detalla.
Claudia Razeto, directora del Programa de Caletas Sustentables, agrega que “el enfoque es aportar a la sostenibilidad de los recursos marinos y las comunidades que viven de ellos, en un escenario en que la sobre extracción y el cambio climático amenazan la supervivencia de la actividad pesquera”.