Moda sostenible: Rapa Nui consolida exitoso programa de reciclaje y reutilización de textiles
Surgió como parte del programa Pro Empleo de la municipalidad de Rapa Nui durante el encierro de la pandemia, pero tuvo tan buenos resultados que la comunidad pidió que continuara. Así, el Taller de Reutilización Textil ya ha evitado que miles de kilos de ropa lleguen al vertedero. Según explica la encargada del programa, la diseñadora de vestuario Priscila Cruz, reciben toda la ropa y luego la clasifican: si está en buen estado, pasa a una tienda para su reutilización como ropa; si está en mal estado, se usa para confección de otros elementos, y también como relleno; y una fracción se utiliza en talleres creativos. La iniciativa incluye clases de educación ambiental para todos los miembros de la comunidad.


En el marco de su esfuerzo por conservar su privilegiado ecosistema, los habitantes de Rapa Nui están desarrollando diversas iniciativas destinadas a mejorar la gestión de sus residuos, incluidos los residuos de la industria textil y de la moda, que se ha convertido en uno de los grandes desafíos para el país y el mundo.
Según datos entregados en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) la industria textil y de la moda está posicionada como la segunda más contaminante del mundo. Dicha área productiva utiliza unos 93.000 millones de metros cúbicos de agua cada año, suficientes para abastecer las necesidades de consumo de cinco millones de personas, y libera en los océanos una cantidad de microfibra equivalente a tres millones de barriles de petróleo. También es responsable de más emisiones de carbono que todos los vuelos internacionales y el transporte marítimo combinados.
De acuerdo con el Ministerio del Medio Ambiente (MMA), Chile se ha convertido en el mercado de mayor consumo de ropa en Latinoamérica y en los últimos 20 años la compra de vestuario ha aumentado en un 233%; sólo el 2020 se generaron 570 mil toneladas de residuos generados por el desecho de prendas y textiles. A lo largo del país han surgido múltiples iniciativas para hacer frente a este problema y el MMA comenzó a elaborar una Estrategia Nacional de Economía Circular para Textiles, para abordarlo de una forma integral.
Entre las iniciativas que apuntan a tener una moda más sostenible, destaca lo que están haciendo en Rapa Nui, donde el problema se vio con mayor claridad durante el cierre de la isla por la pandemia de Covid 19. “La contaminación textil era un tema que se venía acrecentando notablemente en el centro de revalorización de residuos Orito, pues todo llegaba al vertedero. Nosotros como Rapa Nui tenemos una cultura del textil, de reutilizar. Por ejemplo, mi mamá me hacía la ropa y mi papá le intercambiaba a los turistas moais por ropa para vestirnos”, recuerda Vairoa Icka, directora de Medio Ambiente de la municipalidad de Rapa Nui.
Con el cierre de fronteras que la isla realizó durante la pandemia, se dio la oportunidad y necesidad de crear iniciativas en la gestión de residuos y de integrar a las más de 800 personas que antes del Covid 19 se desempeñaban en turismo y que requerían una nueva fuente de trabajo.
Así, durante 2021, dentro de los programas de Pro Empleo se creó el Taller de Reutilización Textil que, además de evitar que la ropa usada sea desechada y se convierta en basura, imparte clases de educación ambiental para todos los miembros de la comunidad e impulsa la economía circular a través de su tienda de ropa y artículos para mobiliario.
La ruta de la reutilización es la siguiente: donación, se recibe todo tipo de ropa y la que está en buenas condiciones pasa a la tienda ubicada en el mismo recinto. Ahí se exhibe la ropa que está en primera y en segunda categoría para que las personas que visitan el centro puedan llevársela para usarla. La tienda está categorizada en secciones de prendas de bebé, niños, jóvenes y adultos, en todas las tallas.
Priscila Cruz, diseñadora de vestuario y encargada del programa municipal, explica que la tienda es visitada cada día por aproximadamente 40 personas, que pueden llevar ropa totalmente gratuita. “La idea fue favorecer a la economía circular de la isla en tiempos de pandemia y se mantuvo después de esta. Quienes visitan la tienda gratuita pueden llevar las prendas que necesiten sin ningún valor. Solo con el compromiso de que si no lo va a ocupar, lo traiga de vuelta para que otra persona lo ocupe. Las prendas pueden soportar muchísimas posturas. Esto depende solo del cuidado que le dé la gente a su ropa. Hemos visto regresar una prenda más de 3 veces y en buenas condiciones”.

“Quienes visitan la tienda gratuita pueden llevar las prendas que necesiten sin ningún valor. Solo con el compromiso de que si no lo va a ocupar, lo traiga de vuelta para que otra persona lo ocupe”.
Creatividad y educación
Según el registro del programa municipal, de enero a agosto de este año recibieron 8.911 kilos de ropa, de los cuales 4.611 han sido ocupados en la tienda, 1.777 fueron utilizados en los talleres creativos, y 2.435 kilos han sido transformados en productos para la comunidad. “Cuando terminó el Pro Empleo, muchos programas se disolvieron, pero en este caso fue la misma comunidad la que pidió siguiera. Además hemos capacitado a más de 600 niños con sesiones donde les enseñamos a hacer manualidades y cuidado del medio ambiente”, explicó Cruz.
El vestuario que está más dañado se ocupa para relleno de muebles, donde los poufs y cojines son los más populares. “La ropa que no es enviada a la tienda se queda en producción y es utilizada en los talleres creativos, donde asisten muchas personas a hacer manualidades, y también es utilizada como relleno de diferentes productos. Por ahora los cojines también son gratuitos ya que se hacen colaborativamente, nosotras lo cosemos y el futuro dueño lo rellena”.
Silvana Jaramillo, encargada de los talleres de manualidades, cuenta que se realizan sesiones 2 veces a la semana, y allí se enseña a desarmar prendas y crear otras. “Por ejemplo, un jeans puede servir para hacer un bolso y un porta botella o un delantal”.
Las jornadas son abiertas para toda la comunidad y aparte de los trabajos en artesanía también se educa sobre el reciclaje y responsabilidad ambiental. “Actualmente estoy enseñando sobre el manejo de los residuos y lo contaminante que es la industria de la ropa a nivel mundial”, explicó Jaramillo.