Aprender haciendo: la apuesta del programa que certifica en Economía Circular
Tras cuatro exitosas versiones, el Diplomado Internacional en Economía Circular (DIEC) comenzará un nuevo ciclo en agosto. El cuerpo académico, compuesto por un equipo multidisciplinario internacional, explica las principales ventajas de especializarse a través del plan de estudios que proponen y detallan los diferentes desafíos que, aún hoy, implica todo lo que rodea a la Economía Circular. La directora del DIEC, Linnet Solway, comenta que este modelo “no es solamente proteger el medioambiente, sino que además es un buen negocio”.


La Economía Circular (EC) es un concepto del que se habla mucho en la actualidad. Usualmente se relaciona con iniciativas implementadas por diferentes actores del sistema económico para ser más sustentables y es muy común que se le asocie solo a la reutilización o reciclaje de diferentes componentes que van quedando de los diferentes procesos productivos. Sin embargo, es un modelo de producción y consumo que va mucho más allá; por eso, para el cuerpo académico que conforma el Diplomado Internacional en Economía Circular (DIEC) uno de los desafíos es cambiar esa concepción errada de una nueva forma de gestionar los recursos.
Linnet Solway (Francia), directora del diplomado e ingeniera civil ambiental, explica que hace algunos años el término era prácticamente inexistente y no había ninguna forma de especializarse en el tema. Comenta que, si bien ahora la Economía Circular es uno de los términos en boga, aún existe la necesidad de perfeccionarse en la temática e ir estandarizando conceptos, con el fin de que su desarrollo sea efectivo.
“Cuando llegué a Chile el tema ambiental estaba muy aceptado y se sabía que las empresas tenían que transitar hacia un camino más sostenible, pero no se hablaba de Economía Circular. Fue un desafío ir a empresas, gobiernos locales y diversas instituciones con este concepto, porque se veía como algo que iba a costar mucha plata y solo para proteger el medioambiente, cuando ya sabemos, ahora, que la Economía Circular no es solamente proteger el medioambiente, sino que además es un buen negocio”, explica Solway.
La directora del diplomado se encarga de realizar los primeros módulos introductorios, junto a Pamela Ríos (Chile), gerente programática de Fundación Avina. Ella destaca que, aparte de dar un panorama general de la EC en el inicio del curso, la ventaja es que el programa presenta un fuerte componente práctico.
“La gracia de este diplomado es que te da distinciones claras por dónde ir, conceptos claves y, sobre todo, es que está muy orientado a la acción, con una visión muy concreta y práctica de cómo implementar la Economía Circular. La idea es que deje de ser banalizado el concepto y que se asocie a cualquier otra cosa, porque la Economía Circular suena bonita, como algo agradable y deseable, entonces cualquier acción podría llegar a nombrarse así sin serlo”, detalla Ríos.
Javier Obach (Chile), gerente del Programa Territorio Circular de SOFOFA Hub, recalca la importancia de contar con una base de conocimientos que sea transversal para los diferentes profesionales que se especializan en Economía Circular, ya que “existen personas que aportan y ejecutan acciones hacia una Economía Circular pero sin saberlo, o sin conocer los fundamentos teóricos que hay detrás. En ese sentido es fundamental establecer niveles comunes de conocimiento, porque contribuye enormemente a sentar bases de confianza para conectar actores y trabajar de forma colaborativa”.
Pero más allá de perfeccionarse y conocer las bases de lo que es Economía Circular, ¿por qué alguien debería especializarse en el tema? De acuerdo a Giselle Della Mea (Uruguay), diseñadora y experta en proceso creativo, modelos de negocios circulares y de triple impacto, la respuesta se encuentra en el futuro de los negocios y los procesos productivos.
“Ya sabemos que hay escasez de materias primas, que hay escasez de recursos, y si tú no adaptas rápido a estas formas de crear modelos de negocios, seguramente tu negocio se irá a bancarrota, ante un planeta que tiene recursos limitados y nosotros, que somos extremadamente extractivos con los recursos y no estamos pudiendo circularizarlos, si realmente no aprendemos a darle la vuelta, alguien va a quedar atrás en los modelos de negocios”, destaca Della Mea.
La misma problemática plantea Obach, quien imparte el módulo destinado a modelos de negocios circulares. El profesional indica que “la Economía Circular es, en definitiva, una forma de hacer las cosas, un modelo de gestión de los recursos donde todos somos necesarios y parte de una cadena de muchos eslabones donde las empresas enfrentan desafíos, por ejemplo, en la cantidad de envases que generan, y los emprendedores son el motor para aportar con soluciones y transformar esos desafíos en oportunidades. Este espacio permite el encuentro de ambas partes de la cadena para contribuir juntos en la transición hacia una economía más circular”.
De hecho, una de las características destacables del diplomado es que permite generar una red de contactos que efectivamente ponen a andar el concepto de Economía Circular. La directora del diplomado indica que, debido a que ya existen cuatro versiones anteriores del programa, hay una comunidad de profesionales que se han capacitado en el tema, permitiendo el trabajo colaborativo entre diferentes áreas y rubros. “Cuando entras a estudiar no solo vas a obtener el certificado final y conocimiento, sino que además uno pasa a formar parte de una comunidad de agentes de cambio para la Economía Circular”, indica Solway.
En tanto, la coordinadora de Economía Circular en Greenticket Chile y también profesora del DIEC, Karymy Negrete (Chile), suscribe a lo indicado por Solway y agrega que el diplomado es “la mejor opción para aquellas personas que necesitan entender en qué consiste el concepto y, sobre todo, cuáles son las tendencias que están pasando en este modelo productivo. Por otra parte, detalla que el momento de actuar y tomar medidas es ahora, debido a que diferentes informes de organismos internacionales han alertado sobre el crítico momento que vive el planeta.
“Fue un desafío ir a empresas, gobiernos locales y diversas instituciones con este concepto, porque se veía como algo que iba a costar mucha plata y solo para proteger el medioambiente, cuando ya sabemos, ahora, que la Economía Circular no es solamente proteger el medioambiente, sino que además es un buen negocio”.
“La economía no puede seguir desarrollándose del mismo modo que lo ha hecho durante siglos, y en ese aspecto los inversionistas cada vez están tomando más conciencia de estas temáticas y están obligando a otras empresas a hacerlo. Por otro lado, en función de este mismo escenario, cada vez hay más normativas que van ligadas a concebir la naturaleza como parte del sistema y eso requiere ajustes a la manera en que hacemos las cosas. Entonces, este tipo de programas académicos posibilita a las empresas y a los emprendedores a poder entender estos fenómenos que se están dando, el por qué se están dando y de qué manera pueden aplicar eso dentro de sus propias organizaciones o con las personas que los rodean”, puntualiza Negrete.
A su vez, Della Mea destaca que uno de los mayores desafíos es que a la Economía Circular se le tome el peso que tiene y los beneficios que puede atraer para quienes la practiquen. La diseñadora explica que “estamos en la vorágine de querer buscar una variable financiera, porque la economía nos aprieta, pero la verdad es que si pensamos un poquito, si reflexionamos e incorporamos variantes sociales y ambientales, quizás nos demoremos un poco más en prototipar y en encontrar propuestas de valor circular, pero a la larga eso se transforma en pura ganancia: para la fidelidad de los empleados, de los aliados, del consumidor y para el dueño de la empresa. No es lo mismo estar haciendo un producto que sabes que de alguna manera va a estar contaminando demasiado el medioambiente a tener una serie de variables que al menos puedan disminuir bastante el impacto ambiental”.
Cuerpo académico


Programa
La quinta versión del Diplomado Internacional en Economía Circular comenzará en agosto y concluye en diciembre. El programa es organizado por el Centro de Innovación y Emprendimiento Kowork Chile y cuenta con la certificación de la empresa uruguaya 3 Vectores y con el patrocinio de Fundación Avina.
El primer módulo está a cargo de Linnet Solway y Pamela Ríos y se titula “De la Economía Lineal a la Economía Circular”. Posteriormente, las clases son dirigidas por Karymy Negrete en el módulo 2: “Oportunidades de Circularidad de Productos y Servicios”. El tercer módulo, “Estrategias de Circularidad con el Modelo Circular de Negocios”, es liderado por Javier Obach. Finalmente, el módulo 4 lo asume Giselle Della Mea y lleva por nombre “Implementación de Prototipos Circulares en Procesos Productivos”.
Para consultar por matrículas se puede contactar al coordinador general del programa, Juan José Gutiérrez, al correo electrónico circular@kowork.net.