Víctor Viñuales, sociólogo, cofundador y director de la Fundación Española de Ecología y Desarrollo (ECODES), lleva más de 20 años trabajando para impulsar el cambio hacia una economía sostenible generando alianzas entre el sector público, las empresas y la sociedad civil para lograrlo. Desde esa experiencia hablará mañana como speaker principal en el Encuentro Anual de Socios 2019 de Acción Empresas, cuyo tema central será la economía circular como nuevo modelo productivo y de consumo.
Entre sus muchas facetas, Viñuales es también vicepresidente de Pacto Mundial España y miembro del Consejo Social de INDITEX y del Panel de Expertos en sostenibilidad de Sol Meliá. Además, es profesor asociado del Programa Superior de Dirección en Responsabilidad Corporativa de IE Business School desde 2007.
Desde esa experiencia, afirma que las empresas forman parte importante de los problemas ambientales que vivimos en la actualidad, y por la misma razón deben formar parte de las soluciones. El problema, dice, es que hemos construido un modelo económico en el que cuanto mejor le iba a la economía peor le iba a la naturaleza. “Esto debe cambiar. Debemos rehacer el modelo de modo que no logremos satisfacer las necesidades de las personas que vivimos hoy poniendo en riesgo serio la satisfacción de las necesidades de las personas que vivieran mañana. De una economía basada en los combustibles fósiles tenemos que pasar a una economía baja en carbono. De una economía lineal debemos pasar a una economía circular”, afirma.
Usted ha dicho que el único camino practicable para la humanidad es construir rápido una economía que haga las paces con la naturaleza. ¿A qué se refiere con esto?
Yo creo que todos somos conscientes de que este modelo económico que hemos practicado -que es el de extraer, usar y tirar-, haciéndo un análisis macro pues efectivamente hemos logrado mucho desarrollo económico, pero creo que en el último tiempo, como una especie de cara oculta de la luna, estamos viendo que eso lo hemos hecho deteriorando y envenenando a la biósfera, y nosotros necesitamos la biósfera para sobrevivir. Entonces, hemos creado un divorcio enorme entre la economía y la naturaleza. Estamos en la tesitura de que o resolvermos pronto este divorcio y hacemos las paces con la naturaleza, y creamos un modelo económico que no solo no la agreda, sino que la respete y además la regenere, o tendremos gravísimos problemas. Los estamos teniendo ya. En definitiva, poniendo una metáfora económica, se trata de que aprendamos a vivir de los intereses de la naturaleza y no nos comamos el capital, que es lo que hemos estado haciendo.
Muchas veces las inversiones consideran los factores de riesgo y rentabilidad ¿Hasta dónde se puede arriesgar hoy en la búsqueda del beneficio?
Este replanteamiento profundo de nuestro modelo de producción y consumo, y en parte de nuestro modelo de vida, implica también un repensar a fondo el para qué de la empresa. Las escuelas de negocios están llenas de asignaturas sobre cómo hacer auditorías, cómo vender más, cómo ahorrar costos, pero hay muy poca reflexión sobre el para qué de la empresa, y yo creo que debiéramos hacerlo. La empresa no puede estar meramente para maximizar el interés para el accionista, ese tipo de empresas es -en parte- lo que nos ha llevado hasta aquí, luego, no podemos continuar con ese modelo.