El pasado 27 de abril, Salvador cumplió su primer año de vida en un mundo marcado por una mascarilla que cubre nariz y boca. Sin embargo, a pesar de haber nacido en 2020, en plena pandemia, el niño vino con la “marraqueta” bajo el brazo, en términos coloquiales bien chilenos. Su madre Rosa Martínez se inspiró en el caso de su pequeño hijo para crear el emprendimiento qqbb.cl, una plataforma web de compra y venta de ropa y artículos para bebés entre 0 y 24 meses de edad.

Cuando la pandemia recién comenzaba a modificar la vida del planeta, Rosa- ciudadana costarricense avecindada en Chile desde hace 10 años- buscó en vano ropa nueva para su hijo en las tiendas y el retail. Las cuarentenas obligaron al cierre de esos negocios, y los despachos vía e-commerce tardaban una infinidad en llegar a las casas de las familias.

“qqbb.cl surgió en plena pandemia. Cuando vi que no podía comprar ropa nueva en las tiendas por el confinamiento, me metí en grupos de mamás y vi que muchas de ellas habían quedado sin trabajo, y habían empezado a vender ropa que sus bebés ya no usaban a través de las redes sociales. Les empecé a comprar esa ropa reutilizada a ellas”, recuerda Rosa Martínez, quien vive en una parcela en la comuna de Curacaví.

Esa terminó siendo la mechita que encendió la idea del modelo de negocios de qqbb.cl. Advirtió que podía reintroducir en el mercado la ropa reutilizada de bebés con un alto estándar de calidad. El paso siguiente fue mucho más robusto: darse cuenta de que la ropa de bebé se usa muy poco y termina en los basurales, generando un volumen impresionante de residuos textiles que horada el equilibrio de la Tierra.

“A través de nuestra plataforma, que es como un Amazon o un marketplace de ropa y artículos de bebé en desuso, damos la posibilidad de acceder a productos a precios mucho más cómodos que en el retail y facilitamos la reintroducción de prendas en la economía bajo términos de triple impacto. Permitimos a las familias generar ingresos por la venta de estos productos y reducir la huella de carbono”, añade Martínez, quien agrega que “por más extraño que parezca decirlo, nuestros clientes son los vendedores”.

Rosa Martínez asegura que “no hay una costumbre de revalorizar esas prendas en el mercado. Como les duran tan poco a los bebés, porque crecen muy rápido, regalan la ropa o la tiran a la basura. A veces solo quieren deshacerse del closet”. Más concretamente, qqbb.cl conecta a vendedores y compradores a través de un espacio virtual, y entonces ninguno de los dos actores se ocupa del proceso de logística que, sobre todo en estos tiempos confusos de pandemia, se puede volver muy engorroso.

“Nosotros no compramos ni los artículos ni la ropa; ofrecemos un espacio para venderlos. En el caso de que alguien venda una cuna, por ejemplo, nosotros vamos a la casa del vendedor, recogemos el artículo y se lo llevamos al comprador. Nuestra ganancia pasa por las comisiones”, aclara Rosa Martínez.

Alta calidad del producto: requisito

Martínez ahí remarca una diferencia con proyectos como Travieso, que si bien cubre un área similar, sí venden ropa de bebés reutilizada. Rosa Martínez celebra que, además, Travieso haga la circularidad completa de sus procesos, puesto que los artículos más dañados se convierten en hilado de alta calidad a través de una especie de “filial” como la empresa Ecocitex. Sin ir más lejos, qqbb.cl también destina aquellos productos insalvables a Ecocitex.

“Lo que más exigimos a los vendedores es que el producto tiene que ser de buena calidad. Está en los términos y condiciones. Aunque también ofrecemos otro servicio que se llama ‘Quítame el cacho’, y que consiste en ayudar a las familias a deshacerse del ‘cacho’ del closet”, añade Martínez, quien cuenta con una bodega en su casa de Curacaví para almacenar todo lo que llega por intermedio de la línea “Quítame el cacho”, que tiene un 50 por ciento de comisión para qqbb.cl. La línea más solicitada se llama “Venta libre” (15 por ciento de comisión), y ahí cada vendedor puede subir los contenidos de lo que desea vender, siempre y cuando cumpla los requisitos.

Todo lo anterior es una respuesta, dice Martínez, a las alarmantes cifras que qqbb.cl expone en la página web donde ofrecen los productos, desde piluchos hasta baberos, pasando por cunas y juguetes. Respaldado en un estudio titulado “El mercado de la confección textil y el calzado en Chile”, nuestro país es el que más indumentaria consume en la región, con un promedio anual de 50 prendas nuevas y casi 6 pares de zapatos por habitantes. qqbb.cl infiere, a partir de cuánta basura generan los chilenos diariamente, que de los 401,5 kilógramos de basura que generamos al año, cerca de un 7 por ciento corresponde a desechos textiles.

El modelo, ya existente en Estados Unidos, contribuye a la ganancia del vendedor y reduce el precio al contador, remarca Rosa Martínez. Agradece la adjudicación de un fondo Semilla Inicia de CORFO para poder hacer publicidad más masiva de la empresa nacida en pandemia. En el corto y mediano plazo, cierra la emprendedora, el objetivo es ampliar el rango de público infantil a más edades.