Hace exactamente dos años fue publicada la ley 21.100 “Prohíbe la entrega de bolsas plásticas de comercio en todo el territorio nacional” y, tal como establece, hoy se inicia la vigencia de su última etapa, donde se incluye a las pequeñas y medianas empresas, es decir, negocios de barrio y comercio detallista en general.
Con motivo de este nuevo hito, tanto el Ministerio del Medio Ambiente (MMA) como diversos sectores relacionados con la norma hacen una evaluación de lo que ha sido su aplicación hasta ahora. La prohibición se inició en febrero de 2019 de manera total para el retail y supermercados, y de manera parcial en el resto del comercio, donde la entrega de bolsas plásticas estaba restringida a dos unidades por cada compra.
El objetivo de la ley es “proteger el medio ambiente” y, de acuerdo a una estimación del MMA, “se ha evitado el consumo de unos 5.000 millones de bolsas plásticas tipo camiseta”, lo que equivale, según la cartera, a 2,75 millones de kilómetros de bolsas, es decir, 7,1 veces la distancia que existe entre la Tierra y la Luna.
“La evaluación que hacemos (…) es tremendamente positiva. Es una ley ampliamente valorada por la ciudadanía y el primer paso para combatir el uso indiscriminado del plástico en nuestro país. Se han dejado de entregar millones de bolsas plásticas desde que entró en vigencia, evitando que muchas de ellas terminen contaminando nuestros barrios, ríos o playas”, señala la ministra del MMA, Carolina Schmidt.
También hace un balance optimista la directora ejecutiva de Fundación Basura, Macarena Guajardo: “Esta iniciativa ha permitido aclarar que el mayor problema no es el plástico como material en sí, sino el uso que le damos los humanos, pues es un material de larga durabilidad (500 años) que pierde toda lógica si se usa en un producto que tiene una vida útil programada de tan solo 15 minutos”.
En un sentido similar, la ministra Schmidt señala que “lo que nosotros queremos combatir no es el uso del plástico, sino el uso indiscriminado del plástico”. Así, explica que la prohibición es para las “bolsas de acarreo”, es decir, aquellas que no son indispensables por razones de higiene o mantención del producto.
De ese modo, la titular del MMA aclara una de las confusiones que se ha producido en relación a lo que ocurrirá, a partir de hoy, con bolsas como las que se entregan en la compra del pan, o de las frutas y verduras en la feria. Al respecto, en su artículo tercero la ley aclara que “se excluyen de esta prohibición las bolsas que constituyan el envase primario de alimentos, que sea necesario por razones higiénicas o porque su uso ayude a prevenir el desperdicio de alimentos”.
Sobre este punto, la gerenta general de la Asociación Gremial de Industriales del Plástico (Asipla), Magdalena Balcells, explica que la ley no prohíbe en ningún caso las bolsas que van en contacto directo con los alimentos “porque se utilizan con fines de higiene y de conservación. Es una bolsa importante, más aún en un escenario de pandemia, para mantener la inocuidad del alimento, evitando su exposición a contaminantes, incluido el virus que causa el covid 19”.