Comberplast, una de las empresas chilenas más grandes de reciclaje de plástico en el país, invocó al antiguo ejército romano para bautizar a los nuevos productos de protección personal que atacarán la pandemia del coronavirus. Se trata de la línea “Legión”, que comprende cuatro tipos escudos faciales que apuntan a diferentes nichos de mercado.
Con 40 años de historia, Comberplast no tuvo otra alternativa que reorientar su estrategia comercial ante el avance del COVID-19. Esta empresa, cuyo objetivo es fomentar la economía circular a través de la innovación en plástico, sufrió una caída importante en la demanda y quedó abarrotado de pallets en su bodega.
“Empezamos a pensar cómo nos podíamos reinventar a partir del auge de la pandemia. Queríamos aportar algo y notamos que lo podíamos hacer con tecnología. Los escudos faciales y mascarillas que hay son desechables; en cambio, nosotros hemos siempre trabajado en cosas no desechables. Y ahí empezamos a trabajar la línea que le llamamos Legión, es decir, preparamos una legión de productos contra el coronavirus”, cuenta el gerente comercial de Comberplast, Michel Compagnon.
De esta manera nació, por ejemplo, el escudo facial llamado “centurión”, el más elaborado de la lista, y dirigido hacia el personal médico. “Está diseñado con un grupo de médicos que nos aportaron sus necesidades. Tiene una visera arriba completa sin perforaciones, de modo que el virus no entre por arriba. Tapa hasta detrás de la oreja, es la única de la línea Legión. Ellos necesitaban eso: un escudo importante”, agrega Compagnon. En un segundo nivel viene el escudo “triari”, que tiene una visera y un cintillo, y cuyo nivel de protección es un poco menos exhaustivo que el orientado hacia los equipos de salud que están combatiendo directamente el mal.
El siguiente en la lista es “astati”. Este producto de plástico, según Compagnon, está orientado “por ejemplo a una cajera de supermercado, que tiene que estar todo el día con máscara, pero tiene un poco más de ventilación. No cubre hasta tan atrás, es para una persona que no está en contacto directo con personas enfermas, pero que necesita protección porque atiende público”.
El cuarto producto de la línea Legión es la máscara “velite”: la de más fácil acceso y la más adaptable para los rostros de las personas: “Es para que la tenga toda la gente: es mucho más fácil de poner, es más barata, se la pueden poner en la micro, en la calle, es más del uso para la gente que necesite sí o sí transportarse”.
La ventaja de estas cuatro máscaras de plástico es que son todas reutilizables y sanitizables. “Son muy fáciles de desarmar, limpiar y lavar con amonio cuaternario o con cloro. Hasta los doctores pueden ocupar de nuevo la máscara ‘centurión’”, asegura el gerente comercial de Comberplast. “Centurión” y “velite” ya están a la venta en el mercado, mientras que esta semana debería salir “hastati” y a fines de mayo estará lista “triari”.
El nivel de producción de los escudos irá aumentando con el correr del tiempo. Hoy la máscara más básica, la “velite”, se está produciendo a un nivel de 10 mil unidades por día, pero “podemos aumentar muy rápido al doble”, relata el gerente. “Podemos llegar a fabricar 50 mil máscaras, contando los cuatro productos de la línea Legión, diariamente”, agrega. Actualmente se fabrican, en total, 25 mil unidades. Dice Compagnon que le han llegado cotizaciones de varios países de la región -Argentina, Colombia, Bolivia- para abastecerlos de estos elementos de protección personal.