El verde se está tomando las pasarelas de Europa y Asia. La búsqueda de un camino sustentable para que la materia prima de los tejidos sea más amigable con el medio ambiente ha llevado a que la industria textil y diseñadores estén incorporando cada vez más a sus diseños la fibra de origen forestal, que es renovable, reciclable y biodegradable.
Las fibras forestales están ganando espacio y hoy representan el 6,6% de los 99 millones de toneladas de fibras que genera la industria textil mundial. Los productos textiles de origen forestal más conocidos en el mercado internacional son la viscosa, el acetato y lyocell.
Según datos de PEFC Internacional y UNECE/FAO, un tejido de origen forestal consume un tercio de la energía y 60 veces menos cantidad de agua, comparado con un tejido de origen sintético o de algodón.
Chile no está ausente de esta tendencia mundial y gracias a una visionaria innovación en la planta de Celulosa Valdivia Arauco hoy es la primera empresa forestal chilena que produce y exporta pulpa textil sustentable a China, India, Tailandia, Indonesia y Taiwán, principales mercados de Asia.
La pulpa textil forestal se emplea principalmente para la fabricación de tela de viscosa o rayón y cada vez gana más adeptos. “Los consumidores están demandando cada vez más prendas de vestir confeccionadas con telas orgánicas, desarrolladas con materias primas naturales, y en ese sentido la pulpa textil es una innovación que responde al desafío de un mundo sostenible”, afirma Charles Kimber, gerente de Sustentabilidad y Personas de Arauco.
Agrega que este producto forestal que se elabora a partir de celulosa de pino radiata ofrece a los fabricantes de vestuario y diseñadores “la posibilidad de confeccionar telas con una excelente caída y con muy buenos atributos para teñido, por su capacidad para absorber y mantener colores. Además, permite incorporar agentes tecnológicos en la fibra, como pigmento para un color base, retardante de fuego, y agentes anti bacteriales, entre otras aplicaciones”, destaca.
Esta visión es compartida por el director ejecutivo de PEFC Chile, André Laroze, quien sostiene que “la fibra forestal es la alternativa más limpia en comparación con otras fibras sintéticas (derivadas del petróleo) y también el algodón”. Y agrega que “en la medida que un bosque plantado cuenta con certificación validada a nivel internacional, se garantiza a los consumidores que ese bosque será replantado y que se aplican medidas de conservación del bosque nativo, la biodiversidad, las propiedades del suelo y los cursos de agua”, subraya.