En 2005, Chile recién culminaba una década en que se habían construido los nuevos rellenos sanitarios que permitían -por primera vez- dejar de eliminar los residuos domiciliarios en vertederos y basurales, para hacerlo en sitios que cumplían con las mínimas exigencias sanitarias y ambientales. Para ese año, ya más del 60% de los residuos del país llegaban a estos rellenos, pero la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) fijó en su primera evaluación ambiental al país -que aspiraba entonces unirse a este selecto grupo de naciones, lo que lograría recién en 2010- una meta más alta: incorporar el principio de “el que contamina paga” en la gestión de los residuos.
La idea tras este concepto es introducir instrumentos económicos que usan las fuerzas del mercado como impulsoras del cumplimiento de las metas ambientales, e internalizar así -en el mismo acto del consumo, en la compra- la externalidad asociada al producto demandado.
Fue el germen de una discusión país que inicialmente involucró a algunos pocos actores y que hoy, 15 años más tarde, adquiere dimensiones mucho más públicas y masivas cuando estamos ad portas de su implementación real, tras la dictación de los decretos de metas de recolección y valorización de los primeros productos prioritarios: neumáticos, y envases y embalajes, quizás este último el más complejo de implementar por su alcance en el consumo de la población y diversidad de productos. Hoy el debate público ya no es el reciclaje, sino ir más allá, llevar al país hacia la economía circular.
El principal hito de todo este proceso fue la dictación de la Ley Marco de Gestión de Residuos y de Responsabilidad Extendidad del Productor, más conocida como Ley REP, que hoy cumple cuatro años desde su promulgación y que fue el punto cúlmine de casi una década de discusiones, análisis, negociaciones y estudios para sacarnos del penúltimo lugar de la OCDE en materia de gestión de residuos, donde solo estamos por delante de Turquía.
Durante esta semana, a propósito de este hito y de la reciente aprobación del decreto que fija las metas de reciclaje para los envases y embalajes, País Circular convocó a una serie de actores clave en la tramitación de una ley cuya discusión e implementación trascendió a tres gobiernos -y de seguro un cuarto para su implementación total- para que nos entreguen su mirada sobre este proceso, su importancia, y el futuro de una gestión sostenible de los residuos del país. Y para abrir esta reflexión, realizamos un repaso de los principales hitos de este proceso.
Los primeros pasos: el intento fallido de regular vía impuestos verdes
El llamado de la OCDE en su primera evaluación ambiental al país activó casi de inmediato la discusión sobre la gestión de los residuos en Chile, y ya en 2006 se inició un proceso de discusión que convocó a especialistas, la industria, gestores de residuos y autoridades públicas, a lo que le siguieron la elaboración de los primeros estudios respecto de algunos productos. La información sobre cuántos productos se ponían en el mercado, y cuánto de eso se reciclaba, era entonces prácticamente inexistente.