Araucanía Circular 2025 invita a empresarios de la zona a repensar y transformar sus procesos para mejorar sus negocios
La próxima semana se dará inicio a un programa de formación, online y gratis, cuyo propósito es poner a disposición una instancia de construcción de conocimiento conjunto en torno a la Economía Circular, como propuesta de producción de bienes y servicios. “Esperamos que se inscriban los empresarios y emprendedores que quieran jugársela, que quieran ser la punta de lanza de este cambio de mirada”, comenta Juanjo Gutiérrez, director del proyecto AC2025. A su vez, Maricarmen Torres, subgerenta de Ecosistemas de Emprendimiento de Corfo, entidad que apoya a esta iniciativa, considera que “acceder a este tipo de formación es súper relevante, porque te va abriendo los ojos en términos de oportunidades”.


A medida que aumenta la conciencia mundial frente a la necesidad de revertir y evitar los daños medioambientales ocasionados por el hombre, crece también el interés de los empresarios por modificar sus procesos productivos y hacerlos más amigables con el entorno.
Algunas veces esas transformaciones van acompañadas de regulaciones, que provienen tanto del ámbito privado como público, como la ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), el acuerdo para el ecoetiquetado, o la Hoja de Ruta nacional para la Economía Circular, cuya elaboración comenzó este año.
En la Región de La Araucanía no se han quedado atrás en este ámbito y, por el contrario, están avanzando ágilmente, de la mano del proyecto Araucanía Circular 2025 (AC2025), que está convocando a los empresarios de la zona a repensar y transformar sus procesos. Y para apoyarlos en ese desafío, AC2025 ha elaborado un atractivo programa de formación en economía circular que comienza la próxima semana. Se trata de un curso online, gratis, con una duración de 20 horas, que incluye clases y trabajo en una plataforma virtual.
“No se trata solamente de un tema ambiental, hacer economía circular es un buen negocio”, explica Juanjo Gutiérrez, director del proyecto Araucanía Circular 2025, iniciativa ejecutada por Patagonia Lab, co-ejecutada por el CFT Teodoro Wickel Klüwen, en alianza con Kowork Chile y Fundación Avina; con el apoyo de Corfo.
“No se trata de una mirada romántica, en la cual sacrifico mi negocio por salvar el planeta. No. Aquí estamos hablando de hacer buenos negocios al tiempo que cuidamos el medio ambiente. (…) La economía circular significa, por una parte, múltiples ahorros, pero principalmente es una inversión que tendrá muy buen retorno”, agrega Gutiérrez.
Un hecho concreto, señala el director del proyecto AC2025, es que la economía circular permite abrirse a nuevos mercados, aquellos que están regulados con estándares que requieren de un modelo de negocios circular y que no permiten la entrada de productos que no cumplan con esos requisitos. “La ley REP, el fin de las bolsas plásticas, la hoja de ruta, etc. significan a la larga cambios en la operación de las empresas, pero también significan que las empresas tienen oportunidad de ganar más dinero”.
Para hacer frente a esas normas, añade Gutiérrez, hay que prepararse con tiempo para estar listo cuando se apliquen al cien por ciento. “La conversación de innovación se inicia ahora, para ver los frutos en varios meses o quizá años, pero no se puede esperar para partir cuando las normas estén en plena vigencia y los estándares más exigentes, porque va a ser tarde. Los que se adelantan tienen posiciones aventajadas frente a otros. El mercado se está volviendo verde, y el que no cambie su modelo de negocios se va a quedar fuera del mercado”.
Gutiérrez, quien además es director ejecutivo del Centro de Innovación y Emprendimiento Kowork, sabe que la migración desde un modelo de producción lineal a uno circular es algo que toma tiempo porque, dice, requiere de una transformación cultural. Muchas veces las condiciones para el cambio están dadas, pero cuesta vencer algunas resistencias. “La innovación es un cambio cultural, por eso, antes que pensar en tecnologías acá impulsamos un cambio de mirada”.

“La conversación de innovación se inicia ahora, para ver los frutos en varios meses o quizá años, pero no se puede esperar para partir cuando las normas estén en plena vigencia y los estándares más exigentes, porque va a ser tarde. Los que se adelantan tienen posiciones aventajadas frente a otros”
De eso se trata el programa de formación “Camp de Economía Circular” de AC2025. “Lo pensamos como un campamento, como ir durante un fin de semana a acampar, encerrarse y cambiar la forma de mirar los negocios”, comenta Juanjo Gutiérrez.
El especialista en emprendimiento e innovación adelanta que el diseño del curso fue pensado cuidadosamente para lograr una apropiación del concepto de economía circular, pero, fundamentalmente, para indagar, explorar y reconocer las oportunidades de circularidad y mejora en los procesos a través de los cuales los empresarios participantes responden a las necesidades de sus clientes y optimizan el funcionamiento de su negocio. Durante el curso, cuenta, harán el lanzamiento oficial de la versión en español de un manual de economía circular de la Fundación Ellen MacArthur, organización que está a la vanguardia de la economía circular.
“Tenemos material de punta, profesores de excelencia, y esperamos que se inscriban los empresarios y emprendedores que quieran jugársela, que quieran ser la punta de lanza de esta transformación”, subraya Gutiérrez e invita a los interesados a revisar los detalles y registrarse en su página web (https://araucaniacircular.com/inscripcion).
Experiencia piloto
A fines del año pasado hubo una primera versión –piloto- de este programa de formación. Entre los participantes estuvo Felipe Toloza, dueño de la Empresa Montajes Industriales y Construcciones MHS, basada en Temuco.
“Siempre me ha interesado el tema del impacto que provocamos en nuestro entorno y, en mi vida, creo que lo que más afecta al medio ambiente es mi empresa. Yo intuía que muchos procesos podían optimizarse, en el sentido de ser más sustentables. Estaba investigando sobre este asunto cuando supe de Araucanía Circular 2025 y justo pude ingresar al programa”, relata Toloza quien, además, reconoce que con el curso se dio cuenta de que debido a su modelo de producción lineal estaba pendiendo plata.
La empresa MHS se dedica a la fabricación y montaje de estructuras metálicas, principalmente para el rubro de la construcción, un sector que genera gran volumen de residuos sólidos. Si bien tiene su sede en Temuco, ha desarrollado proyectos a lo largo del país. “Estuvimos trabajando en el paso fronterizo a Bolivia (en Chungará), en un estadio que se estuvo construyendo en Chiloé, y actualmente tenemos obras en Concepción, Temuco, Lanco, Valdivia, Osorno, y las reparaciones de unos puentes ferroviarios desde Victoria hasta Lanco”, cuenta el empresario.
Habitualmente, MHS maneja una planilla de unas 30 personas y, en estos momentos, debido a la gran cantidad de movimiento, esa cifra se eleva a unos 50.
Toloza cuenta que, en el marco del programa de formación de AC2025, se realizó un diagnóstico de la circularidad de su empresa, para lo cual completó un cuestionario, tuvo varias reuniones con personas del proyecto y recibió en las instalaciones una visita de especialistas para evaluar y analizar sus procesos. Finalmente, le entregaron un completo informe donde se detallaba lo que estaba haciendo bien, lo que podía mejorar en materia de sostenibilidad, y también se le entregaban varias sugerencias.

“Siempre me ha interesado el tema del impacto que provocamos en nuestro entorno y, en mi vida, creo que lo que más afecta al medio ambiente es mi empresa. Yo intuía que muchos procesos podían optimizarse, en el sentido de ser más sustentables”
“Por ejemplo, AC2025 nos ayudó a darnos cuenta que podíamos hacer algo con los despuntes de acero, que para nosotros eran basura y que, sin embargo, podían ser reciclados. Los despuntes son los tramos de fierro que quedan luego que se cortan las distintas piezas y se fabrican los productos; para nosotros son piezas pequeñas, pero en volumen estamos hablando de entre mil y dos mil kilos al mes”, explica el dueño de MHS.
Según explica Toloza, al entregar esos despuntes a los recicladores de base no solo ayudan a la economía local de forma sustentable, sino que además ganan dinero, porque les pagan por kilo de despuntes.
Otro aspecto que cambiaron fue el uso del papel, un insumo que ocupan mucho, especialmente imprimiendo documentos. “Tomamos la sugerencia de no botar todos los papeles usados, sino que tratar de reutilizarlos, incluirlos nuevamente dentro de los procesos (…) Y después de reutilizarlos varias veces los entregamos en Sorepa (Sociedad Recuperadora de Papel S.A.)”.
Asimismo, actualmente Toloza está gestionando un convenio con Recycla -empresa que se dedica al reciclaje de residuos electrónicos, eléctricos y metales no ferrosos- para entregarles las máquinas, como esmeriles y taladros, que han dejado de funcionar.
Toloza sabe que aún tiene mucho por aprender y mucho por hacer para que su negocio sea cada vez más sustentable, más circular, porque cree firmemente que los empresarios deben asumir un compromiso para que sus acciones tengan un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. “No es solo hacer negocios porque sí, también involucra cuidar el lugar donde vivimos, el mundo entero”.
Ver las oportunidades
El proyecto Araucanía Circular 2025 surgió a iniciativa del equipo que diseñó Kowork, que desde 2014 apoya el emprendimiento en el sur del país. El año pasado vieron que era necesario dar un paso más y concluyeron que debían promover una innovación que generara sustentabilidad. Fue así como llegaron a la economía circular.
Según explica Juanjo Gutiérrez, lo que los conquistó de la economía circular es que impacta en los procesos, en la mirada del modelo de negocios. Asumieron el desafío y buscaron referentes, como la Fundación Ellen MacArthur, y aliados, como el CFT Teodoro Wickel Klüwen y Fundación Avina, al tiempo que consiguieron el apoyo de Corfo.
Maricarmen Torres, subgerenta de Ecosistemas de Emprendimiento de Corfo, comenta que el proyecto Araucanía Circular 2025 partió basándose en la brecha de percepción de oportunidades en esa región. Esas brechas, explica, impiden que surjan nuevos emprendedores o que se visualicen oportunidades de negocios, lo que provoca efectos en el dinamismo económico de una región o de un sector.
La gerencia de Ecosistemas de Emprendimiento, que es la que apoya a AC2025, trabaja con líneas de financiamiento para desarrollar los ecosistemas regionales con diversas iniciativas que permitan el surgimiento de emprendedores. En ese contexto, comenta Torres, el proyecto tomó el concepto de economía circular y vio la forma de llevarlo a la región de acuerdo a sus condiciones. La primera etapa fue el pilotaje, a fines del año pasado, luego iniciaron los diagnósticos de empresas y ahora han pasado a la etapa de formación, con el Camp.
“Este curso es relevante porque muestra los beneficios, las ventajas que se pueden tener al implementar modelos de economía circular en un emprendimiento, en un negocio. Permite visualizar que se abren otras oportunidades, como generar nuevas líneas de negocios, nuevos productos, mejorar procesos para hacerlos más eficientes y efectivos, obtener ahorros de costos, generar más empleos, etc.”, subraya Torres. Por eso, agrega, “hay que impulsar que los empresarios participen en estas capacitaciones, porque va ligado a la percepción de oportunidades”.

“Este curso es relevante porque muestra los beneficios, las ventajas que se pueden tener al implementar modelos de economía circular en un emprendimiento, en un negocio (…) Hay que impulsar que los empresarios participen en estas capacitaciones, porque va ligado a la percepción de oportunidades”.
Al emprender, añade la especialista de Corfo, se puede fallar, pero siempre se van incorporando aprendizajes. Por esa razón, “poder acceder a este tipo de formación es súper relevante, porque te va abriendo los ojos en términos de oportunidades. Acceder a conocimiento, a tendencias, te puede iluminar la ampolleta de nuevo para lanzarte con otra idea”.
La subgerenta de Ecosistemas de Emprendimiento de Corfo comenta que en Chile el nivel de los emprendedores es alto, es disruptivo, y hay muchos que ya están trabajando en modelos circulares. En esa línea, ve con optimismo el proceso de formación que está iniciando AC2025: “Como este curso incluye las mejoras –a partir de la experiencia piloto-, los resultados que pueda tener podrían hacer que se expanda rápidamente”.
¿Por qué ahora?
El Camp de Economía Circular consta de seis módulos, en los cuales se busca conseguir los siguientes aprendizajes: comparación de los modelos productivos lineal y circular; identificación de las etapas de un proceso productivo aplicando un modelo de economía circular; cómo reconocer la oportunidad de circularidad en los productos y servicios que cada uno ofrece, aplicación de estrategias de circularidad empresarial; diseño de un prototipo de proceso productivo aplicando modelo de economía circular; y realización de una propuesta de implementación de un prototipo circular en un proceso productivo.
El inicio del curso será el miércoles 19 agosto, con una inducción y apertura del módulo 1, mientras que las clases en vivo serán los días 25 y 28 de agosto, y 1, 4 y 9 de septiembre, todo online. Paralelamente, en la plataforma estarán disponibles para los participantes videos, lecturas según la temática del módulo, sitios web de apoyo, glosario de términos y recursos dinámicos de síntesis de contenidos clave. Además, se dispondrá de actividades prácticas y aplicación al propio contexto empresarial, así como apoyo y orientación continua a través de foros o mensajería con el apoyo de un tutor.
Las inscripciones aún están abiertas (cupos limitados) y la invitación es para todos los dueños y ejecutivos de empresas pequeñas, medianas y grandes de la zona, que quieran conocer más sobre el tema y transitar en sus procesos desde una economía lineal a una economía circular. Es decir, pasar del modelo de “extraer, producir, desperdiciar”, a otro que -según la Fundación Ellen MacArthur- se basa en tres principios: eliminar residuos y contaminación desde el diseño, mantener productos y materiales en uso, y regenerar los sistemas naturales.
El director de proyecto AC2025 hace referencia a que los meses de cuarentena y confinamiento a causa del Covid-19 han provocado un replanteamiento de muchas actividades, y los mercados también se están haciendo cargo de eso, exigiendo un cambio en los modelos de negocios hacia la sostenibilidad.
“Creo que hay dos fenómenos que van a afectar muy fuertemente el mundo del emprendimiento, uno es la digitalización –con el Covid-19 se vio que las empresas que estaban iniciando procesos digitales tomaron una ventaja enorme respecto a otros que no estaban en el mundo digital, e incluso algunas tuvieron que cerrar-. Y lo otro es la circularidad; por ejemplo, para la recuperación económica post pandemia se habla con fuerza de que debe ser una reactivación verde, sostenible”.
Por lo anterior, cree Juanjo Gutiérrez, “este es el momento ideal para ser parte del Camp de Economía Circular, es el momento perfecto para replantearse, para aprender y crear nuevas oportunidades”.