Premiarán iniciativas de construcción sustentable que mejoran la calidad de vida en las ciudades chilenas
La entrega de este premio -que se realizará mañana- contará con un invitado de lujo: el arquitecto Alejandro Aravena, ganador del Premio Pritzker en 2016, el más importante galardón a nivel mundial en esa disciplina.
Construcción de viviendas sociales de madera, la priorización del peatón en un barrio comercial tradicional y el respeto por el entorno y su ecosistema. Esos son los focos de los tres proyectos nominados al Premio Aporte Urbano (PAU) 2018 en la nueva categoría de Innovación y Sustentabilidad que se entrega mañana 5 de diciembre en CentroParque.
“La innovación y sustentabilidad es una temática antigua, pero poco conocida entre los clientes y no necesariamente valorada, pero de a poco el mundo está evolucionando y los clientes han ido interesándose por aquellos proyectos que contienen elementos de esta área”, explica Cristóbal Prado, director del Premio Aporte Urbano respecto a la inclusión de esta nueva categoría. “La principal novedad de esta cuarta versión del PAU es la incorporación de la categoría Innovación y Sustentabilidad, en la cual es clave el mejoramiento sostenido y equitativo de la calidad de vida del entorno”, agrega Prado.
Los nominados para el premio de Innovación y Sustentabilidad son dos proyectos del norte y uno del sur de Chile. Oasis de Chañaral, viviendas sociales construidas en madera y de alta eficiencia energética, es el primero de ellos. El arquitecto a cargo del proyecto, Juan José Ugarte, explica que la construcción “constituye un modelo de barrio ecosustentable que tiene un desempeño óptimo en las variables de sustentabilidad, eficiencia energética y uso de materiales reciclables, por tanto es un modelo plenamente replicable en el resto del país”.
El proyecto Oasis de Chañaral es un conjunto de viviendas que se construyó para ir en ayuda de los afectados por el aluvión que azotó a esa zona en 2015. “Están íntegramente construidas en madera, a través de un sistema industrializado que permite entregar viviendas de muy alta calidad. Tienen el mejor desempeño energético hasta ahora de las viviendas que ha entregado el Ministerio de Vivienda, porque cuentan con paneles solares para generar la energía eléctrica que consumen y calentar el agua caliente sanitaria y además tiene una planta de reciclado del agua”.
Algunos de los aspectos que se toman en cuenta en la categoría de Innovación y Sustentabilidad es que los proyectos cuenten con tecnologías que permitan reducir de manera importante las emisiones de CO2 y la demanda energética; el desarrollo y aplicación de una o varias innovaciones tecnológicas, que redunden en un aumento en la inversión privada en actividades de I+D por parte de una o más empresas vinculadas al desarrollo del proyecto; que reviertan en parte o totalmente situaciones de segregación o desigualdad socio espacial en la provisión de bienes públicos o que recuperen espacios para el uso de la comunidad, entre otros aspectos
Otro de los proyectos nominados a esta categoría se denomina Urbanismo Incremental, mandatado por Activa Valdivia del Consorcio Valdivia Sustentable, una asociación público-privada compuesta por empresas, organismos públicos, instituciones académicas y agrupaciones de la sociedad civil, de esa ciudad que en conjunto buscan mejorar y proyectar una ciudad moderna y sostenible.
Esmeralda es un barrio comercial que se estaba quedando rezagado respecto a otras zonas de Valdivia. “Había perdido influencia como barrio bohemio y una manera de recuperar estos espacios y volver a dar vida a los barrios comerciales es a través del urbanismo. Con ese objetivo propusimos ‘peatonizar’ tres calles de ese barrio, luego de varias reuniones llegamos a un diseño redujimos al mínimo la posibilidad de tránsito de los autos para convertir esa zona en un barrio con énfasis en los peatones”, cuenta Cristóbal Lamarca, Director Ejecutivo Activa Valdivia del Consorcio Valdivia Sustentable respecto a esta intervención que logró recuperar espacios para instalar las mesas de los restaurantes aledaños en un lugar en que hace un tiempo solo había autos estacionados.
“Nuestra idea contempla más iniciativas, con la misión de hacer un trabajo a largo plazo, a 7 o 10 años, con la idea de generar el cambio y que la gente se acostumbre a estos espacios”, añade.
Finalmente, el tercer nominado es el proyecto Keo Valle del Limarí, ubicado en Ovalle y cuyo mandante es el Ovalle Casino Resort. Instalado en un paisaje de altísima historia cultural, el recinto fue construido con técnicas que rescatan aspectos claves de la zona, como el agua, los árboles y las sombras. Las piedras también juegan un papel clave, dado que las paredes están enchapadas en ese material, utilizando como referencia las cárcavas del Limarí. Además de lo innovador de su diseño, Paula Gacitúa, gerenta comercial del recinto, plantea que “la sustentabilidad tiene un alto nivel de importancia para nosotros. Algunos ejemplos concretos son que toda la iluminación es Led, los residuos generados en el Complejo se clasifican para reciclar y, además, estamos en vías de incorporar un porcentaje de energía renovable. Además, se optimiza el uso de energía a través de un control centralizado para iluminación y clima”.
El Premio Aporte Urbano además tiene otras tres categorías: mejor proyecto
Inmobiliario de Altura, mejor proyecto de Integración Social y mejor proyecto de Uso Público y su entrega cobra sentido en momentos en que la construcción se ha visto envuelta en polémicas por algunos modelos de desarrollo implementados en comunas como Estación Central o Santiago Centro, donde se ha llegado a hablar incluso de verdaderos guetos verticales. “El PAU pone en valor aquellos proyectos que constituyen un aporte a la ciudad y a la calidad de vida de sus habitantes. Y los destaca, especialmente, en un momento de cuestionamientos a la industria de la construcción. Evidentemente hay algunos proyectos que aportan más a la ciudad que otros y son precisamente esas obras las que buscamos destacar para que distintos mandantes aprecien aquellos aspectos positivos y se produzcan círculos virtuosos en la ciudad”, plantea Prado.
La entrega de este premio, además, contará con un invitado de lujo: el arquitecto Alejandro Aravena, ganador del Premio Pritzker en 2016, el más importante galardón a nivel mundial en esa disciplina.