La suspensión de la COP25 en nuestro país fue una “tragedia” para Arturo Aguirre, alcalde de Cerrillos, la comuna que acogería el megaevento en el Parque Bicentenario. Sin embargo, el jefe comunal está a favor de las demandas sociales y considera que el país no estaba preparado para recibir esta cumbre “en este clima de ingobernabilidad”, según dice.
A pesar de que la suspensión de la cumbre supuso una “derrota” para la comuna, el alcalde Aguirre decidió continuar con las actividades que estaban programadas en el marco de la COP25. Entre las más importantes figura la inauguración de la Universidad Socioambiental de Cerrillos, cuyos cursos fueron inaugurados el pasado martes 5 de noviembre. Además, la idea del alcalde es aprovechar la infraestructura modular que se estaba instalando en el Parque Bicentenario con miras a la cumbre, y usarla para recibir la Cumbre Social por la Acción Climática, también conocida como la “COP alternativa” o la “COP de los pueblos”.
Así como Cerrillos, otras organizaciones y municipalidades comprometidas en la lucha contra el cambio climático decidieron mantener sus actividades, con algunos ajustes.
El alcalde Arturo Aguirre dice que lamenta la caída de la cumbre porque “nos daba una formidable oportunidad para que la comunidad cerrillana -trabajadores, dueñas de casa, estudiantes- hablaran de medio ambiente”. El jefe comunal reconoce que generaron un sinfín de reuniones con centros de madres, juntas de vecinos, iglesias, Fuerza Aérea y Carabineros para recibir de la mejor forma a las delegaciones de 196 países que visitarían el territorio. Ante la suspensión de la cumbre, sin embargo, plantea que “nosotros decidimos seguir con nuestras actividades, allá ellos”.
En esa línea, Aguirre abrió el martes pasado la Universidad Socioambiental de Cerrillos, cuya inauguración estaba programada para octubre, pero a raíz de la crisis hubo que postergarla. La inédita iniciativa se realiza en las instalaciones del Centro Cultural Tío Lalo Parra. “Empezamos con cuatro cursos y 200 participantes. En total tenemos 800 inscritos. Tuvimos todas las salas repletas y hubo mucho entusiasmo por el alto nivel de los profesores. Mantuvimos el convenio con la Usach, que nos proporciona charlistas que van a las organizaciones”, explica Aguirre.