Este lunes 5 de noviembre, la Ley de Reciclaje inició un proceso clave para su implementación definitiva: comenzó a sesionar el comité operativo ampliado convocado por el Ministerio del Medio Ambiente (MMA) para establecer las metas de recolección y valorización del sector envases y embalajes, que reúne a todos los actores del sistema para empezar a definir su implementación, entre ellos el gobierno, alcaldes, la industria, organizaciones de consumidores y de reciclaje, entre otros.
En una reunión de dos horas y media, ayer se expusieron de manera introductoria algunos temas, entre ellos si además de la recolección domiciliaria se contemplaría o no la recolección industrial (comercio e industria). Esta instancia es el inicio formal de la discusión en esta materia, la que deberá concluir con la entrega de un anteproyecto del decreto que fijará las metas en marzo del próximo año.
Aunque la implementación de la ley ya tuvo su primer paso, cuando el MMA publicó el anteproyecto del decreto que fija una meta de recolección a los productores de neumáticos a partir del año 2021, será la regulación al sector de envases y embalajes la que pondrán a la Ley de Reciclaje realmente en la calle, en la vida cotidiana de las personas. Y aún quedan muchos aspectos por resolver.
Según señalan en la industria, durante los últimos meses los distintos actores han ocupado su tiempo en la elaboración de estudios y análisis para contrastar posiciones a la espera de la convocatoria formal del comité, y aunque ciertamente el foco principal estará en las tasas de recuperación y valorización que se impondrán, entre los aspectos que se miran con atención están la eventual implementación de ecotasas, la existencia de criterios regionales de recolección y valorización, la capacidad instalada y las diferenciaciones por materialidad de los envases, entre otros.
Algunas luces al respecto ya se encuentran en un estudio encargado por el MMA para la implementación de la Ley de Reciclaje en este sector. Y allí se proponen, en base a la experiencia de algunos países de la Unión Europea, las definiciones de envases y embalajes, que se distinga entre domiciliarios y no domiciliarios, que se definan metas de recuperación por material en general y no por subcategorías, entre otras.
Por ejemplo, entre las recomendaciones del estudio está el que las metas de recolección se refieran especialmente a los envases y embalajes domiciliarios, dado que para ellos faltan estructuras de recolección selectiva, mientras que para gran parte de los residuos no domiciliarios estas ya existen. Y junto con ello, aunque la ley habla de metas de recuperación y valorización, se propone establecer una meta específica de reciclaje.
El desafío del plástico
Se estima que en Santiago, una ciudad con más de 7 millones de habitantes, existirían en la actualidad alrededor de 58 puntos limpios y 1.059 puntos verdes. Una cifra a todas luces insuficiente para la recuperación de residuos para el reciclaje, y que explican en parte que menos de un 10% por ciento de los residuos se recuperan o reciclan en Chile, una cifra que según el última Evaluación de Desempeño Ambiental de la OCDE para nuestro país es aun más baja y alcanza apenas a un 4%.