Volver a nuestras raíces
“El llamado urgente es a cambiar el paradigma de las plantaciones y aumentar la riqueza de nuestros suelos, y con ello, contribuir a mitigar los efectos del cambio climático”.
En el Día Internacional de la Conservación del Suelo es necesario tomar consciencia de lo que implica para la humanidad. Las últimas cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) indican que 2.000 millones de hectáreas están deterioradas de forma irreversible y que hasta 7 millones de hectáreas productivas sufren, anualmente, procesos de degradación de moderados a graves en todo el mundo.
Pese a esta situación, no hemos sido capaces de evitar que los bosques mantengan su vigor y biodiversidad, haciendo que las tierras sigan perdiendo su capacidad de capturar y almacenar carbono. Una problemática que no sólo es visible en el área agrícola, sino que también al interior de la industria forestal e incluso en el sector inmobiliario con el boom de las parcelas de agrado.
El llamado urgente es a cambiar el paradigma de las plantaciones y aumentar la riqueza de nuestros suelos, y con ello, contribuir a mitigar los efectos del cambio climático.
En Chile, en el área forestal una alternativa efectiva y sustentable es plantar más árboles de Quillay; una especie arbórea nativa que posee importantes beneficios ecosistémicos que aportan a la renovación de bosques y la recuperación de los suelos, debido que a sus pies pueden habitar insectos, animales y múltiples formas de vida pertenecientes al reino fungi que aportan a la barrera natural contra la erosión, lo que no sucede en plantaciones de especies exóticas como el pino o el eucaliptus e incluso en paltos, donde la vida de los suelos pierde prioridad en beneficio de la productividad.
Por otra parte, al tratarse de una especie mediterránea esclerófila y endémica de la zona central del país, el Quillay no requiere de abundante riego ni afecta la disponibilidad de agua de las capas subterráneas, así como tampoco requiere de un alto ni permanente uso de agroquímicos que producen significativos daños al agua y el suelo.
En Desert King estudiamos la fenología del Quillay, sus genotipos y fenotipos, buscando generar futuras variedades para contribuir a que las áreas agrícolas y forestales integren a esta especie en sus modelos productivos obteniendo rentabilidades competitivas con otros usos, con un árbol nativo en equilibrio con el medio y la comunidad.
Creemos que impulsando el crecimiento de plantaciones con Quillay podemos hacer un gran aporte para devolverle a nuestros suelos lo que tanto nos han dado.