Equidad, mitigación y adaptación, vinculando cambio climático y Covid-19
“Las similitudes que se expresan entre el cambio climático y el Covid-19 son recíprocamente útiles. Primero, la experiencia y lo aprendido hasta ahora sobre cambio climático sirve para encontrar mejores respuestas frente a esta pandemia. Conceptos, mecanismos y procedimientos que se han creado para enfrentar el cambio climático son modelos que pueden contribuir a combatir el Covid-19. Segundo, las lecciones que la lucha global contra el Covid-19 nos vaya proporcionando son claves para las futuras decisiones destinadas a combatir el cambio climático”.
Diversas relaciones existen entre el fenómeno del cambio climático y el COVID-19, y seguro muchos trabajos se desarrollarán sobre esta relación. Esta columna analizará y destacará tres conceptos fundamentales del régimen climático que ayudan a vincular estos dos fenómenos. Estos conceptos son: equidad, mitigación y adaptación.
La equidad es un principio del régimen climático consagrado en el artículo 3 de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático. Este principio alienta a que las decisiones, acciones y políticas públicas que se implementen para enfrentar el cambio climático consideren especialmente a las comunidades y países más vulnerables y a las futuras generaciones. La equidad opera en distintas dimensiones espaciales y temporales. A nivel espacial, el principio puede implementarse a nivel local, nacional o global. A nivel temporal, la equidad tiene una doble faz. Primero, la equidad intergeneracional vela porque las decisiones en materia climática tengan en cuenta el bienestar de las generaciones futuras. Segundo, la equidad intrageneracional protege el interés de las comunidades más vulnerables de los tiempos presentes en el diseño y aplicación de las políticas de cambio climático.
Este principio asume que algunos están más expuestos que otros a los efectos del cambio climático. Ciertamente, el cambio climático nos impacta a todos/as, pero a algunos/as los afecta con mayor intensidad. Es aquí donde la pobreza y exclusión social son factores que aumentan esta vulnerabilidad. El Covid-19 es similar en este sentido. Claramente ha afectado a la población mundial, sin embargo, sus efectos son más dañinos en países y comunidades que tengan una menor cantidad de recursos para mantener una buena higiene y que cuenten con sistemas de salud más precarios. Por ejemplo, el caso de los asentamientos informales o campamentos es paradigmático. El 24% de las familias de campamento en Chile necesitan acarrear el agua hasta sus viviendas, exponiéndose a un alto riesgo sanitario. Es necesario tomar con urgencia medidas que contribuyan a disminuir vulnerabilidad y exposición de estas comunidades. Sin duda, el principio de equidad resulta muy necesario de aplicar para proteger a poblaciones más vulnerables en esta pandemia.
Un segundo concepto que vincula Covid-19 y cambio climático es mitigación. La mitigación del cambio climático es definida como la reducción de emisión de gases de efecto invernadero para impedir una peligrosa interferencia antropogénica con el sistema climático. La inactividad comercial e industrial ha traído un descenso en las emisiones de CO2. China, entre febrero y marzo de este año, redujo sus emisiones en un 18%. En el caso de Europa, desde que se iniciaron las cuarentenas se han reducido diariamente las emisiones en un 60%. Resulta paradójico que luego de varios años con un continuo incremento global de emisiones y con infructuosos esfuerzos para comprometer a compañías y Estados a reducir sus emisiones, una pandemia haya sido la razón por la que, con mucho sufrimiento, estemos reduciendo emisiones. En este sentido, la pandemia nos deja distintas preguntas y desafíos en materia de mitigación. El Covid-19 nos abre una ventana oportunidad para replantearse el desarrollo de industrias y energía limpia. No es casualidad que varios estudios han demostrado la estrecha relación entre mayor letalidad del Covid-19 en lugares con altos niveles de contaminación. Asimismo, el profundo cuestionamiento de nuestro estilo de vida basado en el consumo excesivo, abren una puerta al urgente “cambio de paradigma ético” que se requiere para enfrentar con justicia y efectividad el cambio climático.
Finalmente, un tercer concepto que conecta estos dos fenómenos es adaptación. En materia climática, adaptación es entendida como cualquier ajuste en un sistema natural o humano en respuesta a estímulos o efectos climáticos presentes o futuros, que reduzcan el daño o exploren oportunidades beneficiosas. En Chile, un efecto del cambio climático es la sequía que afecta a gran parte del centro norte y sur del país. Para responder a estos efectos, el Estado deberá implementar medidas de adaptación que hagan frente a esta sequía, privilegiando sectores con menos recursos para enfrentarla y más vulnerables a sus impactos.
Algo similar ocurre con esta pandemia. La necesidad de tomar medidas drásticas en periodos cortos de tiempo para frenar el contagio generó una evidente adaptación de nuestro estilo de vida al contexto impuesto por la pandemia. Asimismo, los Estados y el mercado, han tenido que bruscamente implementar políticas sin precedentes para enfrentar una situación incontrolable y desconocida para la mayoría. Existirá un proceso de adaptación a mediano y largo plazo, que deberá considerar todo tipo de factores sociales, económicos y jurídicos. Los Estados también deberán adaptar sus políticas públicas al nuevo escenario impuesto por el Covid-19, privilegiando la protección de aquellos que cuenten con menos recursos para enfrentar el virus. Así, las medidas de adaptación siempre deben considerar factores de equidad en su diseño e implementación.
En conclusión, las similitudes que se expresan entre el cambio climático y el Covid-19 son recíprocamente útiles. Primero, la experiencia y lo aprendido hasta ahora sobre cambio climático sirve para encontrar mejores respuestas frente a esta pandemia. Conceptos, mecanismos y procedimientos que se han creado para enfrentar el cambio climático son modelos que pueden contribuir a combatir el Covid-19. Segundo, las lecciones que la lucha global contra el Covid-19 nos vaya proporcionando son claves para las futuras decisiones destinadas a combatir el cambio climático. Sin embargo, lo esencial de esta reciprocidad pasa por considerar el principio de equidad como piedra angular de la toma de decisiones.
* Pedro Cisterna Gaete es abogado de la Universidad de Concepción, y máster en Derecho Ambiental y Derecho del Cambio Climático de la Universidad de Edimburgo. Actualmente es estudiante PhD en Derecho, Universidad de Edimburgo