En el Día Internacional sin Bolsas Plásticas, es importante reflexionar sobre su consumo en nuestro país. A pesar de contar con una ley que prohíbe su uso, todavía se siguen utilizando bolsas que contienen plástico. Es fundamental tomar conciencia de esta problemática y buscar alternativas que sean 0% plástico.

La fecha del 3 de julio no está relacionada con un evento histórico, pero se eligió para destacar la necesidad de abordar este problema global. Es un recordatorio para que las personas, las organizaciones y los gobiernos tomen medidas para reducir el consumo de bolsas de plástico y fomentar su sustitución por opciones más ecológicas, como bolsas reutilizables biobasadas.

La prohibición de las bolsas plásticas es importante para abordar la contaminación plástica y fomentar prácticas más responsables. En Chile, existe la ley 21.100, conocida como ley “Chao Bolsas plásticas”, que prohíbe la entrega y venta de bolsas plásticas el comercio. La implementación de la ley ha tenido un impacto significativo en la reducción del consumo de bolsas plásticas. Antes de su implementación, se consumían aproximadamente 3.400 millones de bolsas plásticas al año en Chile. En el primer año de aplicación de la ley, se estima que se dejaron de utilizar casi un 65% de las bolsas plásticas.

Existen diversas alternativas a las bolsas plásticas en Chile, como las bolsas reutilizables vegetales fabricadas con PLA, bolsas de algodón y bolsas de papel. No obstante, a pesar de haber varias opciones de bolsas que se pueden usar, hoy hay una gran confusión en el mercado y se siguen usando y comercializando bolsas plásticas prohibidas por la ley, como las bolsas compostables que poseen polímeros derivados del petróleo y las bolsas de polietileno (PE) verde, que son una mezcla de caña de azúcar y PE fósil y las Bolsas de TNT o polipropileno laminadas. Todas estas bolsas reutilizables son fabricadas con polímeros derivados del petróleo y están prohibidas por la ley 21.100.

El uso de bolsas plásticas prohibidas por la ley obedece principalmente a dos razones, primero la falta de fiscalización de parte de los municipios, quienes son los encargados de aplicar la ley en los casos concretos, y segundo la falta de conocimiento por parte de usuarios y empresas de los alcances completos de la ley chao bolsas.

Además, de las brechas de la ley relacionadas al desconocimiento y fiscalización, está la problemática del fin de vida de estos productos. El reciclaje de bolsas plásticas es insuficiente, según la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje, solo el 27% de las bolsas plásticas se recicla realmente, mientras que el 73% termina en rellenos sanitarios o contamina el medio ambiente.